Los flujos de remesas enviados a Kenya contradicen los pronósticos durante la pandemia de la COVID-19

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Los flujos de remesas enviados a Kenya contradicen los pronósticos durante la pandemia de la COVID-19

A pesar del impacto de la pandemia de la COVID-19 en los salarios y el empleo a nivel mundial, la comunidad de la diáspora keniana sigue enviando dinero a sus familias en su país de origen.

Recientemente, el Banco Central de Kenya publicó una serie de datos que demuestran que los flujos de remesas recibidos en el país aumentaron un 10 % y pasaron de USD 2 796 millones en 2019 a USD 3 095 millones en 2020, lo que supone el 3 % del producto interno bruto (PIB). Esto contradice los pronósticos para 2020, que preveían una disminución de las remesas en los países de ingreso bajo y mediano a consecuencia de la pandemia.

El aumento de los flujos de remesas enviados a Kenya obedece a las innovaciones financieras que han propiciado modalidades más cómodas, como el empleo de la telefonía móvil para realizar transacciones, que facilitan el envío y la recepción de dinero por parte de las familias a pesar de la imposición generalizada de restricciones a la circulación y las medidas de confinamiento.

“La rápida aceleración de la digitalización ha sido el ‘lado positivo’ de la pandemia. Las remesas han sido una de las esferas que más se han beneficiado de la transformación digital, ya que los miembros de la diáspora han enviado dinero a sus seres queridos en el país de origen para ayudarlos a superar los estragos causados por la pandemia”, afirma Patrick Njoroge, Gobernador del Banco Central de Kenya.

Si bien el uso de la tecnología y la integración de los servicios financieros por telefonía móvil han permitido reducir el costo de las transacciones del 15 % al 8 % a lo largo del último decenio (Kenya ocupa la tercera posición en África Subsahariana), aún es preciso hacer más para alcanzar la meta del 3 % recomendada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Es más caro enviar dinero a Kenya desde otros países africanos como, por ejemplo, la República Unida de Tanzanía, Rwanda y Sudáfrica, que desde Alemania, el Canadá o los Estados Unidos de América. Esto reduce de manera considerable la cantidad de dinero que reciben las familias para comprar alimentos, pagar el alquiler, la educación o la sanidad y ahorrar e invertir.

En un estudio llevado a cabo recientemente en Kenya por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), se ponen de relieve una serie de soluciones innovadoras que podrían aumentar el acceso y la utilización de las remesas recibidas por las familias para mejorar la inclusión financiera y las oportunidades de inversión. En el estudio también se recomiendan medidas específicas para salvaguardar las respuestas a la crisis de la COVID-19 y las medidas de recuperación posteriores.

“Actualmente, lo que necesita el mercado de las remesas son buenas prácticas y medidas innovadoras que brinden soluciones digitales y servicios financieros a las familias receptoras, a fin de impulsar su recuperación y resiliencia”, sostiene Pedro De Vasconcelos, Director del Fondo de Financiación para Remesas del FIDA.

A fin de lograr una mayor eficacia y promover innovaciones en el mercado, el FIDA ha publicado una convocatoria para la presentación de propuestas en el marco de la Plataforma para Remesas, Inversiones y Emprendimiento de los Migrantes en África (PRIME). Este programa, puesto en marcha en colaboración con la Unión Europea (UE), tiene por objeto determinar y respaldar las iniciativas encaminadas a reducir los costos de transacción, acelerar la digitalización, sacar partido a las remesas para potenciar la inclusión financiera y ampliar los canales oficiales.

Las remesas representan la cara humana de la globalización. Por consiguiente, la comunidad internacional debe trabajar de consuno para lograr que las remesas sean asequibles y de utilidad para millones de familias y un sinnúmero de comunidades que dependen de ellas.


Comunicado de prensa n.º: FIDA/23/2021

El FIDA invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado USD 23 200 millones en donaciones y préstamos a bajo interés a proyectos que han permitido llegar a alrededor de 518 millones de personas. El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura.