Restaurar los ecosistemas montañosos de Marruecos con la reforestación

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Restaurar los ecosistemas montañosos de Marruecos con la reforestación

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©FIDA/Susan Beccio

En muchas zonas rurales de Marruecos, el cambio climático ha provocado una erosión y desertificación generalizadas, causando un notable descenso de la calidad del suelo. Esto, a su vez, hace que las tierras de cultivo sean menos productivas y altera las pautas del flujo de agua, poniendo en peligro los medios de vida y la seguridad alimentaria de los pequeños agricultores de la zona.

La reforestación es crucial para mejorar la calidad del suelo y restablecer el equilibrio de los ecosistemas locales. Muchos programas que reciben el apoyo del FIDA incorporan prácticas de reforestación en sus esfuerzos por ayudar a las comunidades a aumentar su resiliencia a los efectos del cambio climático, y en algunos, como el Programa de Desarrollo Rural de las Zonas Montañosas, la reforestación constituye la piedra angular de las actividades del proyecto.

Recientemente nos entrevistamos con Naoufel Telahigue, nuestro Gerente del Programa en el País para Marruecos, quien nos habló del papel central que ha desempeñado la reforestación en el proyecto, así como de otras medidas que se han puesto en práctica para ayudar a los agricultores locales a aumentar su productividad y consolidar la sostenibilidad de sus operaciones.

¿Cómo se ha incluido la reforestación en este proyecto?
Nuestra idea era pasar del cultivo de cereales al de árboles, o a un sistema mixto, para aumentar la resiliencia a los efectos del uso de la tierra y adaptar los sistemas al cambio climático. Así, lo que se ha hecho en muchas plantaciones es plantar especies de árboles como el almendro, el manzano y el nogal. En parte es agroforestería, pero en realidad son medidas de protección de la agricultura.

Parece un excelente uso de la tierra. ¿Cuáles diría que han sido los elementos más importantes de esta estrategia?
Una de las especies que utilizamos mucho en este proyecto es la que en francés llamamos caroubier, el algarrobo. Es una especie muy utilizada en Marruecos, que de hecho es uno de los mayores productores del mundo de esta especie. Hasta ahora, hemos plantado unas 270 hectáreas de algarrobos en la provincia de Azilal. Es un árbol que tiene muchas ventajas. La población local lo utiliza por sus frutos, pero también se utiliza la flor, como planta medicinal y para cosmética. Además, produce goma que puede enviarse a otras industrias, y sirve igualmente para madera. A la vez, protege el paisaje y puede reducir la erosión, así que son muchos los beneficios de este árbol. Queríamos utilizar una especie que fuera muy beneficiosa para la población, y diría que el algarrobo ha sido la estrella del proyecto. Es la pieza central del ecosistema de aquí. Hay demanda y podemos ampliar la escala de su utilización.

Además de esas 270 hectáreas plantadas de algarrobo, ¿qué resultados han obtenido con las demás iniciativas?
No tenemos mucho espacio para plantar debido a la extensión del cultivo de cereales. Puede que 270 hectáreas parezcan pocas, pero en realidad en nuestro contexto son muchas. También hemos plantado 700 hectáreas de almendros, que ayudan a combatir la erosión del suelo y generan importantes ingresos para la población. Y también hemos plantado casi 200 000 manzanos en la provincia de Sefrú, que ocupan 230 hectáreas, y unos 60 000 en la provincia de Azilal. Además, hemos plantado unos 33 000 nogales en Azilal y otras regiones. Así que, en resumen, hemos plantado muchos árboles, y eso está permitiendo transformar el paisaje, combatir los efectos del cambio climático, luchar contra la desertificación y generar actividad. La plantación de árboles ha tenido un papel muy importante para estos objetivos.

Además de la reforestación, ¿qué otras iniciativas ayudan a combatir los efectos del cambio climático?
El proyecto también se dedica a la apicultura. Pensamos que los árboles plantados también podrían servir de bosque a las abejas. Esa relación dio muy buenos resultados, también respecto a otras actividades pecuarias. Por otra parte, tenemos unidades de procesamiento para transformar los residuos de los olivos en energía. Y hemos instalado estaciones meteorológicas, hemos supervisado el riego por goteo y la eficiencia hídrica. Así que, en realidad, estamos realizando numerosas actividades a la vez para abordar el problema del cambio climático en las zonas de montaña de Marruecos.

Obtenga más información sobre la labor del FIDA en Marruecos.