Honduras
El contexto
Honduras es un país de ingresos medianos de América Central que se enfrenta a una pobreza, una inseguridad y una desigualdad socioeconómica persistentes. En 2015, el 45 % de la población vivía en el medio rural. El país se enfrenta a importantes desafíos, entre ellos una tasa de pobreza que en 2016 alcanzó el 66 %. Los pueblos indígenas (que representan el 6,5 % de la población total) son los más afectados por la pobreza, con un 71 %.
Las tierras agrícolas representan cerca del 28 % de la superficie del país, y el sector agrícola da empleo a casi el 39 % de la población. La mayor parte de la superficie agrícola se destina a la producción de cultivos de bajo rendimiento, como bananos, plátanos, arroz, maíz y frijoles.
Desde que estalló la crisis económica mundial de 2008-2009, Honduras ha experimentado una cierta recuperación que se ha visto impulsada por la inversión pública, las exportaciones y el aumento de las remesas. Aunque las perspectivas económicas son favorables, el país presenta uno de los mayores niveles de desigualdad económica de América Latina. En 2014, el coeficiente de Gini era de 0,51.
Honduras tiene uno de los menores índices de desarrollo humano del continente, debido a su corta esperanza de vida y su nivel de renta per cápita, que es el más bajo de América Central. En 2014, el 65 % de los hogares rurales vivía en condiciones de pobreza.
Honduras se enfrenta a problemas relacionados con el cambio climático, la violencia y las crisis externas. El país es propenso a los desastres naturales y tiene una de las mayores tasas de homicidios del mundo. Además, el sector agrícola ha perdido casi un tercio de sus ingresos en los últimos 20 años, en parte debido a la disminución de los precios de los cultivos de exportación del país, en especial del banano y el café.
La estrategia
La estrategia del FIDA en Honduras es coherente con la estrategia de reducción de la pobreza del país. Los préstamos y proyectos del Fondo favorecen la expansión de las actividades agrícolas y no agrícolas que generan ingresos para la población rural pobre.
En las actividades se presta especial atención a las mujeres y se procuran fortalecer las capacidades organizativas y el poder de negociación de las organizaciones rurales.
Entre las principales actividades, cabe señalar las siguientes:
- ayudar a las comunidades rurales a participar en la economía de mercado mejorando su acceso a tecnologías e inversiones que contribuyan a sus actividades agrícolas y no agrícolas;
- integrar a los pequeños productores en cadenas de valor agrícolas y forestales;
- mejorar el acceso a activos y oportunidades como tecnologías, inversiones y servicios técnicos para transformar y diversificar los productos;
- reforzar las capacidades organizativas y el poder de negociación de las organizaciones de base;
- fomentar la capacidad de las organizaciones de pequeños agricultores para gestionar y administrar iniciativas empresariales;
- establecer vínculos con el sector privado;
- brindar apoyo a las organizaciones de pueblos indígenas a la hora de comunicar las necesidades e inquietudes específicas de sus comunidades, y
- fortalecer las capacidades de las administraciones locales para facilitar el registro de tierras y mejorar la eficiencia y la cobertura de las asociaciones rurales de ahorro y crédito.
(COSOP) Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los Resultados:
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Datos sobre el país
En Honduras, las tierras agrícolas representan cerca del 28 % de la superficie del país, y el sector agrícola da empleo a casi el 39 % de la población.
En 2014, más del 63 % de la población vivía en condiciones de pobreza. Cerca del 47 % reside en zonas rurales y aproximadamente seis de cada diez hogares rurales viven en situación de pobreza extrema, es decir, con menos de USD 2,50 al día.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Honduras desde 1979.