Las repercusiones de la guerra en Ucrania en el mundo

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Las repercusiones de la guerra en Ucrania en el mundo

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
© FIDA/Edward Echwalu

Los conflictos y la inseguridad alimentaria van de la mano. Si no hay paz, es imposible que existan sistemas alimentarios estables y un desarrollo sostenible. Mientras la guerra en Ucrania continúa, el FIDA siente una profunda preocupación no solo por la crisis humanitaria, sino también por los efectos que el aumento de los precios y las escaseces de cultivos básicos tendrán sobre las personas más vulnerables del mundo.

 

Los efectos en cadena de la guerra en un contexto mundial frágil

En un mundo globalizado, los conflictos en una región tienen efectos sobre todo el planeta.

Ucrania y Rusia están entre los principales proveedores mundiales de trigo, gas, fertilizantes y otros productos básicos importantes. Las perturbaciones a las cadenas de suministro ya están teniendo efectos económicos y financieros negativos, en particular en los países en desarrollo, que también se están enfrentando a la COVID-19 y al cambio climático. Las fluctuaciones en la oferta y en los precios aumentarán aún más la carga de la deuda, limitarán las perspectivas de crecimiento y ocasionarán trastornos en los sistemas alimentarios mundiales.

Algo que suscita preocupación es el hecho de que un conflicto en una región a menudo produce disturbios en otra, mientras que la inseguridad alimentaria y la inflación agravan la pobreza y la inestabilidad social.

 

Las fluctuaciones de los precios llevan a la inseguridad alimentaria

Rusia y Ucrania representan alrededor de la tercera parte de las exportaciones mundiales de trigo, y abastecen a los países de Oriente Medio y África del Norte con más de la mitad de sus suministros de cereales. Un 85 % de las importaciones de trigo de Egipto provienen de la región del Mar Negro.

En los países en que la producción no cubre las necesidades alimentarias, los aumentos en los precios a raíz de las restricciones a las exportaciones amenazan con agravar el problema del hambre.

Muchos países vulnerables podrían ser incapaces de hacer frente a perturbaciones en el largo plazo. Un 80 % del trigo del Líbano proviene de Rusia y Ucrania. Debido a la explosión en el puerto de Beirut en 2020, que destruyó los principales silos de granos del país, el Líbano solo puede almacenar trigo para un mes. Una guerra prolongada en Ucrania tendrá secuencias graves en este país, de cuyas familias un 22 % ya padece inseguridad alimentaria.

En el Sahel, en países tales como el Níger, el Chad, Burkina Faso y Malí, la mitad de la población vive en la pobreza extrema. Los conflictos agravan los obstáculos comerciales, la reducción en las importaciones de alimentos, las vulnerabilidades frente al clima y los efectos de la COVID-19, creando una tormenta perfecta de inseguridad alimentaria en una región que ya es sumamente vulnerable.

 

La agricultura de otras regiones bajo amenaza

Las perturbaciones que la guerra produce en las cadenas de suministro mundiales de insumos agrícolas, como el fertilizante y el gas, podrían tener consecuencias negativas de largo plazo para los pequeños productores, en particular cuando comiencen una nueva temporada de siembra y deban enfrentarse a escaseces de fertilizantes o gas natural y a aumentos de precios.

Por ejemplo, dos tercios de los habitantes de la República Centroafricana viven en la pobreza. Una de las principales limitaciones para el sector agrícola del país son las deficiencias de los insumos agrícolas. Los aumentos en los precios afectarán el uso y los rendimientos, lo que implicará una carga adicional para la seguridad alimentaria del país y sus iniciativas de reducción de la pobreza.

De manera similar, se estima que en Somalia 3,8 millones de personas ya padecen inseguridad alimentaria grave. Los costos de la electricidad y el transporte, que han aumentado debido a la suba de los precios de los combustibles, han afectado desproporcionadamente a los pequeños agricultores, cuya supervivencia depende de la agricultura de riego alimentada por generadores diésel.

 

Efectos sobre la economía mundial

La guerra en Ucrania podría tener efectos negativos graves en lo referido a la deuda, las perspectivas de crecimiento mundial y los tipos de cambio. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2023 el crecimiento económico mundial estará por lo menos un punto porcentual por debajo de las proyecciones, en tanto que la inflación mundial podría aumentar aún más, en unos 2,5 puntos porcentuales.

Las subas de precios debido al conflicto están aumentando la carga de la deuda y reduciendo el presupuesto para el desarrollo en varios países que ya se han visto gravemente afectados por la pandemia de la COVID-19. Estas repercusiones económicas refuerzan el ciclo vicioso de endeudamiento y baja productividad.

 

La experiencia y la respuesta del FIDA

La respuesta inicial del FIDA a la guerra en Ucrania será preservar los medios de vida y los activos productivos de los pequeños agricultores y de los pobres de las zonas rurales, velando por que puedan aprovechar las próximas temporadas de siembra y cosecha y garantizando su seguridad alimentaria inmediata. Esto implica asegurarse de que los productores puedan acceder a los recursos productivos esenciales, a recursos financieros, a la infraestructura y a la información.

Nuestra reciente experiencia en la respuesta a la pandemia de la COVID-19, así como a crisis alimentarias anteriores, subraya la importancia de asegurarse de que los hogares puedan acceder sin demora a recursos que permitan a las personas mejorar su resiliencia frente a los aumentos de precios y las perturbaciones a los mercados.

Como organismo especializado de las Naciones Unidas e institución financiera internacional, el FIDA está en una posición inmejorable para lograrlo. El Fondo tiene una amplia experiencia en las inversiones para potenciar la resiliencia a mediano y largo plazo, valiéndose de datos y proyectos existentes como el fundamento de respuestas focalizadas a corto plazo.

 

Nota: Todas las cifras son exactas al 25 de marzo de 2022.

Lea nuestro comunicado de prensa sobre las repercusiones del conflicto en Ucrania en lo referido a la seguridad alimentaria en la región de Cercano Oriente y África del Norte.

Lea la respuesta del Presidente del FIDA al conflicto.