Las expectativas del FIDA en el 77.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

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Las expectativas del FIDA en el 77.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

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Los líderes mundiales y los dirigentes de los organismos de las Naciones Unidas se reunirán por 77.a vez en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos de América) con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cuesta imaginar un momento en la historia de las Naciones Unidas en que esta reunión fuese más imperiosa. A la vista del agravamiento y la convergencia de las crisis mundiales (sistemas alimentarios ineficientes, catástrofes climáticas y conflictos devastadores), ahora es el momento de tomar medidas a escala mundial y llegar a acuerdos comunes.

Ante estas circunstancias, el Presidente electo del FIDA, Alvaro Lario, aprovechará la oportunidad para defender los intereses de la población rural e impulsar la transformación de los sistemas alimentarios, para que sean inclusivos y sostenibles y se reconozca el incalculable valor de la contribución de los productores en pequeña escala para la alimentación mundial.

La resiliencia a largo plazo no puede alcanzarse sin transformar los sistemas alimentarios

No podemos esperar más para transformar los sistemas alimentarios: ya hay millones de personas que encuentran trabas para acceder a los alimentos, pero dado que el aumento de los precios de los productos básicos y la inflación siguen pasando factura, a esa cifra se sumarán más millones, que se verán afectados por una crisis de disponibilidad de alimentos en los próximos años a menos que no redoblemos nuestros esfuerzos.

En palabras de Lario, “el mundo no puede permitirse otra solución a corto plazo ante un problema sistémico. Debemos transformar los sistemas alimentarios para que sean más sostenibles, inclusivos y climáticamente inteligentes, empezando por los productores en pequeña escala y la población de las zonas rurales. Estas soluciones a más largo plazo son el único medio para que las personas del medio rural puedan salir realmente de la pobreza”.

Pese a la confusión imperante en los últimos años, el FIDA ha transmitido siempre el mismo mensaje: el fomento de la resiliencia es el mejor seguro frente a las perturbaciones presentes y futuras. El 100 % de las inversiones del FIDA se destina a aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios y los productores, y la institución está preparada para ampliar la escala de sus operaciones.

Financiación para el clima por un futuro sostenible

La financiación para el clima es un tema prioritario en la agenda del FIDA y representa una oportunidad que aún no se ha aprovechado. La tesis de que urge realizar mayores esfuerzos para adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos goza de reconocimiento universal y no puede lograrse sin la participación de los productores en pequeña escala:

a pesar de que producen un tercio de los alimentos que se consumen en el mundo, solo reciben un 1,7 % de la financiación para el clima. Se trata de una oportunidad inmejorable para invertir en ellos, que son los más afectados por el cambio climático y quienes, pese a tener la solución a la crisis climática, están más expuestos a los riesgos derivados de ella.

Afrontar el mayor reto de nuestros tiempos exige un enfoque que involucre al conjunto de la sociedad, incluido el sector privado. El FIDA se esforzará por incentivar las inversiones de este sector en el desarrollo agrícola y la adaptación al cambio climático, entre otras medidas, destinando financiación para el clima a las personas que más lo necesitan.

El FIDA está preparado para ampliar su respuesta al desafío

Al inicio del 77.o período de sesiones de la Asamblea General, el Fondo ocupa una buena posición para desempeñar un papel clave a la hora de buscar soluciones a la inminente crisis alimentaria, lograr avances en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y contribuir a la configuración del planeta. Durante más de 40 años, el FIDA ha ayudado a superar la pobreza a millones de personas de las poblaciones rurales más pobres.

Hace poco, ha demostrado ser una pieza clave en la respuesta a las crisis con la puesta en marcha del Mecanismo de Estímulo para la Población Rural Pobre durante la pandemia de COVID-19 y la Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis ante la guerra en Ucrania.

En la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Fondo reiterará la importancia de la financiación del desarrollo rural para lograr un cambio real y sostenible, impulsado por la propia población de las zonas rurales.