Linking small-scale producers to markets in Lebanon

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Vincular a los pequeños productores del Líbano con los mercados

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La temporada de manzanas en el Líbano es muy parecida a la temporada de manzanas en muchos otros lugares del mundo. La temperatura desciende, los árboles adquieren una intensa tonalidad dorada y rojiza, y los productores de manzanas comienzan la cosecha.

Sin embargo, en el Líbano, los productores de manzanas, así como los pequeños agricultores de todos los ámbitos, ven limitada su capacidad para sembrar y vender su producción de manera eficiente. Muchos agricultores familiares de esta parte del mundo se benefician enormemente de los servicios de asesoramiento y extensión, como la formación en técnicas modernas de agricultura, pero la prestación de estos servicios está muy fragmentada. Si bien algunos agricultores pueden trabajar con organizaciones no gubernamentales (ONG) activas en la zona, otros se ven obligados a recurrir a vendedores privados que les suministran insumos como semillas y fertilizantes, pese a que estos últimos no siempre están capacitados para proporcionar a los agricultores el amplio apoyo que necesitan.

Esta misma fragmentación caracteriza a la infraestructura de las cadenas de valor agrícolas de todo el país, desde las instalaciones de almacenamiento y procesamiento hasta el transporte y la información sobre los precios y los mercados. La tenencia de la tierra también es fragmentaria, lo cual impide que los agricultores se organicen y negocien mejores condiciones. Como consecuencia, los pequeños agricultores acaban recurriendo al sistema de mercado mayorista o vendiendo a intermediarios, a menudo a precios más bajos de lo que realmente valen sus cultivos.

Esto ocurría en Akkar El Attika, un pequeño pueblo rural situado en las tierras altas del Líbano. Los productores de manzanas todavía utilizaban prácticas agrícolas tradicionales, las cuales, a pesar de la gran cantidad de conocimientos locales que consagraban, no se adaptaban a la producción de cosechas con el volumen y la constancia necesarios para la venta de manzanas fuera de los mercados locales. Ante todo, tenían dificultades para acceder a esos otros puntos de venta, lo cual limitaba su acceso a información reciente sobre la situación del mercado y los niveles de demanda, haciendo prácticamente imposible vender la cantidad adecuada de cosecha al precio adecuado y en el momento adecuado.

Todo comenzó a cambiar en 2018, cuando el Proyecto de Desarrollo Agrícola Sostenible en Zonas Montañosas (HASAD), una iniciativa financiada por el FIDA y dedicada a prestar ayuda a los pequeños agricultores del Líbano, llegó a Akkar El Attika. El equipo del proyecto vio potencial en el Centro de Servicios para Agricultores de Basbina-Akkar, una organización local que existía desde hacía tiempo pero llevaba una larga temporada inactiva, y ayudó a los productores de manzanas del pueblo a reactivar el Centro de Servicios para Agricultores y contactar con AGREEN, una empresa libanesa de exportación de verduras y frutas. Durante la primera temporada, AGREEN compró 60 toneladas de manzanas al Centro de Servicios para Agricultores y empleó a un equipo de 18 mujeres locales en las labores de selección y procesamiento. Para Akkar El Attika, este era un gran comienzo.

La primera compra fue más que una buena oportunidad de negocio para todas las partes interesadas: puso a prueba el modelo de asociación entre los sectores público y privado propugnada por el Proyecto de Desarrollo Agrícola Sostenible en Zonas Montañosas. El equipo del proyecto era consciente desde hacía tiempo de la fragmentación que sufría el sistema agrícola del Líbano y el desigual acceso de los agricultores a asistencia y vio en este tipo de asociación la clave para combinar estos sistemas dispares.

Los Centros de Servicios para Agricultores como el de Basbina-Akkar constituyen el vínculo decisivo entre los pequeños agricultores y los puntos finales de venta, especialmente para los mercados a los que estos agricultores no podrían acceder de otro modo. Estas organizaciones funcionan como espacios de encuentro y puntos comunes de servicio y permiten a los pequeños agricultores mancomunar su producción, sus recursos y sus ganancias. A menudo proporcionan servicios esenciales de poscosecha en los que muchos agricultores apenas tienen experiencia, como el envasado, la creación de imagen de marca y la comercialización. También pueden funcionar como entidades comerciales propias y permitir interacciones entre los pequeños agricultores y el sector privado que antes hubiesen sido logísticamente imposibles.

Los Centros de Servicios para Agricultores también constituyen puntos de acceso para las ONG y otras organizaciones que proporcionan los servicios de asesoramiento, insumos y extensión que muchos pequeños agricultores necesitan. En Akkar El Attika, por ejemplo, el equipo del Proyecto de Desarrollo Agrícola Sostenible en Zonas Montañosas trabajó con el Centro de Servicios para Agricultores para prestar apoyo práctico sobre el terreno, que incluyó formaciones para ayudar a los agricultores a mejorar sus prácticas de producción, utilizar materiales de plantación y variedades de cultivos de mejor calidad y optimizar las prácticas generales de gestión en sus propias explotaciones agrícolas.

Gracias a las formaciones y los servicios poscosecha prestados por el Centro de Servicios para Agricultores, los productores de manzanas observaron una mejora considerable en la calidad y cantidad de su siguiente cosecha y pudieron cumplir sistemáticamente las normas de calidad necesarias para acceder a mercados más amplios. Al acercarse la temporada de cosecha de 2019, los agricultores iniciaron negociaciones con AGREEN, que posteriormente se tradujeron en un acuerdo de agricultura por contrata entre la empresa y los agricultores. En septiembre de 2019, AGREEN adquirió otras 60 toneladas de manzanas. La empresa vendió algunas toneladas en el mercado interno y exportó el resto a lugares como Jordania y Egipto, lo que permitió a los agricultores conseguir un aumento considerable de sus ingresos.

En Akkar El Attika y en toda la zona del Proyecto de Desarrollo Agrícola Sostenible en Zonas Montañosas, el modelo de asociación público-privada está demostrando ser eficaz y eficiente en función de los costos. Los agricultores locales aplican técnicas de plantación y cosecha más eficientes, han mejorado la cantidad y la calidad de sus cosechas y reciben el apoyo que necesitan, tanto antes como después de la cosecha.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en el Líbano.