A second chance for Sri Lankan tea

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Una segunda oportunidad para el té de Sri Lanka

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
©FIDA/G.M.B.Akash

Crecí sabiendo que el té de Sri Lanka era realmente algo especial. Personas de todos los rincones de mi Egipto natal competían entre sí para llevar a casa esos paquetes con la marca registrada “Ceylon Tea” impresa sobre el costado, conscientes de que ese símbolo era garantía de un sabor y un aroma inigualables. Se trataba de un té que debía saborearse y que se reservaba únicamente para ocasiones especiales y para los invitados más importantes. Hasta el día de hoy, mis amigos y familiares siguen pidiéndome que les traiga el espléndido té de Sri Lanka cuando viajo.

Por siglos, Sri Lanka se ha distinguido como uno de los principales productores mundiales de té, especialmente en lo referido a la calidad. En 2013, Sri Lanka era el principal exportador mundial de té y el cuarto productor más importante del mundo, con ingresos por exportaciones en el orden de los USD 1 500 millones. La industria del té, que representa un 70 % del total nacional de ingresos por exportaciones, ha sido por largo tiempo la principal fuente de divisas para Sri Lanka y un aspecto fundamental de los ingresos públicos. También es la principal fuente de empleo en las zonas rurales del país.

Con todo, la industria del té de Sri Lanka se está enfrentando a diversos desafíos: la superficie destinada al cultivo de té prácticamente no ha cambiado, y en algunos lugares incluso ha disminuido. La productividad ha quedado por debajo de la media internacional, en parte debido al predominio de plantas envejecidas (cuanto más envejecida una planta de té, menor será su productividad). Normalmente, la solución sería sustituir las plantas envejecidas por otras más jóvenes, pero el ritmo de replantación ha sido sumamente lento y sus costos siguen siendo elevados. Asimismo, se observa una importante escasez de trabajadores dispuestos a dedicarse a la industria, lo que agrava estos problemas. Como resultado, la producción de té de Sri Lanka y su participación en las exportaciones mundiales han disminuido considerablemente en épocas recientes.

Tomé conciencia de estos desafíos inmediatamente cuando comencé a viajar a Sri Lanka como Director en el País. La misma calidad que recordaba seguía allí, pero estaba claro que la producción era baja. Un funcionario del Gobierno se me acercó y me explicó la causa del problema. Me dijo que estaban muy interesados en volver a los mercados internacionales, en particular al codiciado mercado del Oriente Medio, pero que eran incapaces de igualar a sus competidores, que podían producir té de manera más rápida y barata. Para volver a ser competitiva, la industria del té de Sri Lanka debería aumentar su producción sin perder la calidad que la ha hecho famosa.

En 2017, el FIDA dio inicio al Proyecto de Reactivación del Cultivo de Té y Caucho en Pequeñas Explotaciones (STaRR), en asociación con el Gobierno de Sri Lanka, con el objetivo de revitalizar la industria del té del país. El Proyecto tiene por objeto introducir técnicas de replantación de plantas de té considerablemente más rápidas y rentables en unas 4 500 hectáreas de tierra. Desde el punto de vista institucional, este Proyecto reúne a los principales actores, ya que combina las habilidades de gestión del Organismo para el Desarrollo de los Pequeños Productores de Té, la innovación del Instituto de Investigación del Té, y la determinación y el trabajo duro del personal del Proyecto sobre el terreno, así como de los pequeños productores.

No obstante, es posible que el principal factor que ha determinado el éxito del Proyecto sea el uso de la tecnología de posicionamiento global (GPS). Por ejemplo, para certificar la tierra y liberar los subsidios esenciales para financiar las iniciativas de modernización se necesitan mediciones rápidas y precisas de las superficies cultivadas. Anteriormente esto se hacía manualmente, e implicaba una gran cantidad de recursos humanos y volver a verificar las mediciones inexactas. Con la introducción del GPS, el tiempo necesario para medir una hectárea de plantas de té ha disminuido de una hora a entre 15 y 20 minutos, lo que aunado a la enorme disminución en el número de errores, ha acelerado los procesos de certificación de la tierra y desembolso de subsidios.

La tecnología de GPS también ha sido útil para mantener y hasta mejorar la calidad del té. Brinda datos inestimables para las tareas de análisis del cambio climático, preparación de modelos de inundaciones y determinación de la erosión del suelo, además de posibilitar el control de plagas y enfermedades y el seguimiento del progreso general de las actividades de plantado. Con la ayuda de datos como estos, además de sus propias mediciones de los parámetros de calidad del suelo, los expertos del Proyecto de Reactivación del Cultivo de Té y Caucho en Pequeñas Explotaciones pueden orientar con mayor precisión el proceso de replantación del té.

En conjunto, estas técnicas han ayudado a reducir el período de replantación de las plantas de té de más de 30 meses a menos de 24 meses, un plazo que podría lograr que la industria del té de Sri Lanka vuelva a ser competitiva.

No obstante, el proceso de replantación conlleva importantes períodos de tiempo ocioso. Históricamente, la capacidad de los productores de té de generar ingresos se ha visto sumamente limitada durante estos períodos. Para contrarrestar esta situación, el mencionado Proyecto está creando oportunidades adicionales de generación de ingresos, por ejemplo, el cultivo intercalado de plantas de té con cultivos de alto valor como la canela, la pimienta negra, la vainilla y la granadilla. Gracias al Proyecto, también se están estableciendo viveros de plantas de té y se está animando a los participantes a dar en arrendamiento sus equipos para la siega de té para generar ingresos adicionales. Unos 4 000 jóvenes de Sri Lanka están encontrando empleo remunerado particularmente gracias a las dos actividades mencionadas.

Paso a paso, la industria del té de Sri Lanka está progresando, gracias a las mejoras probadas y validadas que el Proyecto está ayudando a poner en marcha. Si bien todavía queda mucho por hacer, Sri Lanka está camino a recuperar su lugar como un líder en la producción de té y a poner al alcance de clientes en todo el mundo su té de alta calidad.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en Sri Lanka.