Angola
El contexto
Angola es uno de los países más ricos en recursos naturales de África y es el segundo mayor productor de petróleo de África Subsahariana, después de Nigeria, y el cuarto productor mundial (en valor) de diamantes. En el país abundan también otros recursos naturales, como los minerales, el agua y los recursos agrícolas, forestales y pesqueros.
Dos tercios de la población obtienen alimentos, ingresos y empleo de la agricultura, y las mujeres constituyen la mayor parte de la fuerza de trabajo. Se calcula que el 80 % de los agricultores son pequeños productores. Su nivel de productividad es bajo y por lo general producen escasos o nulos excedentes.
Antes de independizarse en 1975, Angola se autoabastecía en los principales cultivos alimentarios (excepto el trigo) y exportaba cultivos comerciales, en particular café y azúcar. La guerra de la independencia y la falta de inversiones dañaron gravemente el sector agrícola y pesquero, y desde 1990 el país depende de las importaciones de alimentos. En la actualidad apenas se aprovecha un 10 % de la superficie cultivable del país, y la productividad por acre es una de las más bajas de África Subsahariana.
Los 27 años de guerra civil provocaron un éxodo masivo de numerosas zonas rurales, ya que gran parte de esa población se marchó a las ciudades en busca de seguridad. Al finalizar la guerra en 2002 había aproximadamente cuatro millones de desplazados internos (cerca de un tercio de la población).
Desde entonces, se han logrado muchos progresos. Con la ayuda de sus asociados nacionales e internacionales, el Gobierno ha elaborado y ejecutado programas encaminados a restaurar el orden y la seguridad, revitalizar la economía, restablecer los servicios sociales básicos y rehabilitar la infraestructura.
Aunque la economía rural está muy debilitada, decenas de miles de personas están regresando a las zonas rurales ahora que son más seguras. Se estima que el 68 % de la población vive por debajo del umbral de pobreza, y el 15 % de los hogares padece pobreza extrema. En las zonas rurales, el 94 % de los hogares se clasifican como pobres.
Pese a los esfuerzos del Gobierno en materia de desminado, las minas terrestres y las bombas sin detonar representan un peligro para la población y un obstáculo para la recuperación económica y social.
Las infraestructuras físicas y sociales están gravemente dañadas. En concreto, la falta de carreteras y puentes impide a los agricultores llevar sus productos al mercado, lo que imposibilita el comercio. Los agricultores tampoco tienen acceso a insumos agrícolas ni a otros activos necesarios para empezar a producir de nuevo. Necesitan semillas, herramientas adecuadas para trabajar la tierra, animales de tiro y fertilizantes para zonas como la meseta central, donde la fertilidad del suelo se ha reducido notablemente.
La estrategia
En Angola, los préstamos del FIDA respaldan iniciativas encaminadas a mejorar la seguridad alimentaria y reconstruir los medios de vida de la población rural pobre a través del desarrollo agrícola y rural.
Las actividades se centran en las zonas más pobres de la meseta central. Los proyectos se dirigen a los grupos vulnerables, como las mujeres y los hogares encabezados por mujeres, así como a los jóvenes, los soldados desmovilizados y los desplazados.
Las principales actividades están destinadas a:
- aumentar la producción de cultivos alimentarios básicos de los pequeños agricultores y fomentar la pesca y la acuicultura continentales;
- reforzar las organizaciones rurales y la representación de los grupos vulnerables;
- garantizar el acceso de los grupos más desfavorecidos a los servicios y las infraestructuras rurales básicas, y
- promover políticas favorables a los pobres basadas en el conocimiento de las necesidades de la población rural pobre en localidades específicas.
Datos del país
Angola es el segundo mayor productor de petróleo de África Subsahariana y el cuarto productor mundial (en valor) de diamantes.
Dos tercios de la población obtienen alimentos, ingresos y empleo de la agricultura, y las mujeres constituyen la mayor parte de la fuerza de trabajo.
El FIDA financia proyectos de desarrollo agrícola en Angola desde la década de 1990.