21 de noviembre de 2018, Buenos Aires, Argentina - Las tres agencias de las Naciones Unidas con sede en Roma – FAO, FIDA y WFP – presentaron hoy un informe sobre su trabajo conjunto en América Latina y el Caribe, durante la primera jornada de la Semana de la Agricultura y la Alimentación.
El informe destaca la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP), a favor de la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola y rural, analizando sus acciones conjuntas y complementarias en Guatemala, Colombia, El Salvador y el Corredor Seco Centroamericano.
“Con el hambre, la obesidad y la pobreza rural creciendo en la región, hoy es más importante que nunca trabajar de forma coordinada y eficiente. Naciones Unidas debe ser un ejemplo de compromiso con las poblaciones más vulnerables,” dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué, durante una conferencia de prensa realizada hoy.
“Nuestra región enfrenta grandes desafíos para alcanzar el Hambre Cero antes del 2030. Este documento es una muestra de cómo el trabajo conjunto entre agencias de la ONU rinde sus frutos para las poblaciones más vulnerables”, dijo el Director Regional del WFP, Miguel Barreto.
“La sociedad sin hambre ni pobreza extrema que buscan los Objetivos de Desarrollo Sostenible es imposible sin un desarrollo rural equitativo y sostenible. En América Latina las tres agencias de Naciones Unidas con base en Roma utilizamos nuestra capacidad de interlocución con autoridades y sociedad civil así como nuestros proyectos para caminar en esa dirección”, explicó Paolo Silveri, Economista Jefe para América Latina y el Caribe del FIDA.
El reporte -entregado hoy- destaca la experiencia de las tres agencias en el Corredor Seco Centroamericano, donde realizan intervenciones para impulsar la inversión pública, mitigar el cambio climático y manejar los recursos naturales, además del desarrollo de programas alimentarios y de resiliencia en comunidades rurales.
Otro ámbito de colaboración natural entre las tres agencias, destacado por el informe, es su trabajo en áreas rurales afectadas por la violencia y la criminalidad en El Salvador, Honduras y Guatemala. En ella se requiere estimular la producción de granos básicos para alimentar la población, desarrollar programas de alimentación escolar y generar ingresos para las familias rurales.
Guatemala: diversificación de la oferta de alimentos
En Guatemala, el informe pone el acento en el trabajo de las tres agencias en varios proyectos, tanto a nivel nacional como local: un ejemplo es la diversificación de la oferta de alimentos y el aumento de la producción y productividad de granos básicos.
En este caso, el WFP canaliza la asistencia alimentaria, brinda apoyo logístico y desarrolla nuevas oportunidades de mercado; la FAO apoya técnicamente en los sistemas de producción, la organización de la producción y el fortalecimiento de las organizaciones de la agricultura familiar campesina; y el FIDA ha financiado inversiones para la producción en las fincas y para la conservación y el mercadeo de los granos.
Desde 2015, FAO, FIDA, ONU MUJERES y WFP han trabajado en el programa conjunto Acelerando el progreso del empoderamiento económico de las mujeres rurales en los municipios de Panzós, San Miguel Tucurú y la Tinta, acompañando a mujeres de 64 comunidades.
WFP lidera el programa y vincula a las mujeres en iniciativas empresariales dirigidas, promoviendo los vínculos con los mercados de mayor valor, incluyendo los programas de asistencia alimentaria; FAO trabaja con fincas y traspatios para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional; ONU Mujeres, promueve la participación política y el liderazgo, y FIDA el mejoramiento de políticas públicas.
Socios claves en Colombia
En Colombia, la FAO, el FIDA y el WFP desarrollan experiencias conjuntas en los Departamentos de La Guajira, Chocó y Cauca, y su trabajo se desarrolla brindando soporte a la implementación de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC.
En dichos acuerdos, la FAO ha cumplido un papel de liderazgo en materia de cooperación técnica y coordinación interagencial: trabaja en la restitución de derechos y tierras en los territorios rurales, el derecho a la seguridad alimentaria y nutricional, el desarrollo rural y los cambios institucionales necesarios para ello, para lo cual coordina el desarrollo de modelos innovadores de reintegración y reincorporación con el WFP.
El WFP ha sido clave en materia de atención durante la transición a la legalidad y la reparación a las víctimas, enfocando su respuesta en el acceso a alimentos, la construcción de capacidades institucionales y en el trabajo con la sociedad civil para diseñar y aplicar modelos de reconciliación y construcción de paz, acciones de resiliencia y de desarrollo.
Por su parte, el FIDA ha apoyado la consolidación de la paz en las zonas rurales afectadas por el conflicto mediante la capacitación y el apoyo a la formalización de organizaciones rurales, así como con el financiamiento de proyectos productivos comunitarios innovadores que generan ingresos, empleo y seguridad alimentaria, permitiendo de esta forma la reactivación económica, la mejora de la calidad de vida y el avance de la convivencia ciudadana en las zonas rurales.
En términos del acceso a los alimentos y los derechos de la población excluida y víctima de la violencia, confluyen acciones tanto del WFP, como de la FAO y el FIDA. Para asistir a la población más pobre de varios municipios y departamentos se deben construir desde cero sistemas que pasen de la emergencia humanitaria y ambiental a la construcción de resiliencia, medios de vida y emprendimientos de largo plazo.
En la práctica, el trabajo conjunto entre FAO, FIDA y WFP apunta al fortalecimiento comunitario con estrategias de medios de vida agrícolas que incluyen prácticas de gestión de riesgos, adaptación al cambio climático y acceso efectivo a mercados, la generación de ingresos y la reconciliación comunitaria, con un enfoque de ciclo vital y de género.
Las agencias han apoyado estrategias de producción agrícola diversificada a través de granjas y huertas para la seguridad alimentaria, que incluyen la puesta en marcha de infraestructura de acopio y tiendas para la comercialización de excedentes.
FAO, FIDA y PMA han desarrollado actividades de capacitación enfocadas en la producción diversificada y en las gestión de riesgos para la generación de medios de vida resilientes, promoviendo iniciativas de rescate de saberes ancestrales productivos, y fomentando el intercambio de semillas y alimentos con comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas víctimas del conflicto, además del trabajo con los excombatientes de las FARC.
Esto ha permitido generar modelos innovadores de agregación de valor y transformación de alimentos, que impulsan el emprendimiento agrícola y promueven la asociatividad territorial con énfasis en mujeres y jóvenes. Finalmente, han apoyado estrategias de comercialización que vinculan la producción con los mercados locales en alianzas público/privadas.
IFAD PR/78/2018