Actualizaciones financieras y técnicas

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Está claro que la mejora de la calidad es fundamental para las ambiciones del FIDA en relación con su contribución a la erradicación de la pobreza y el hambre. Esto significa que debemos seguir adaptando y mejorando la forma en que ajustamos nuestra labor para abordar los desafíos con que se enfrentan las comunidades rurales.

Mejorar la calidad significa lograr un mayor impacto. Para lograr un impacto sobre el terreno son esenciales tres elementos, a saber: un fuerte sentido de apropiación de los países, una buena gestión de los proyectos y suficiente flexibilidad para hacer ajustes al diseño durante la ejecución de un proyecto. Estos y otros elementos se pusieron de relieve en el marco de la intensa atención institucional prestada en 2019 a la calidad del diseño. En consecuencia, el FIDA siguió fortaleciendo su estructura de garantía de la calidad con miras a mejorar la calidad en las etapas iniciales —es decir, antes de la aprobación de la Junta Ejecutiva— de sus estrategias en los países, proyectos financiados con préstamos y actividades financiadas con donaciones.

Asimismo, el Fondo ha racionalizado los procesos de diseño y examen, asegurándose de que todas las enseñanzas extraídas se difundan ampliamente a fin de que sirvan de base para las futuras actividades de diseño. Además, se ha aumentado la coherencia de la metodología de calificación final del FIDA, lo que le ha permitido garantizar la rendición de cuentas, detectar problemas sistémicos y comparar la calidad entre la etapa inicial de los proyectos y durante la ejecución.

Atención a la mejora de la calidad 
En el marco de los esfuerzos del FIDA por racionalizar sus procesos y mejorar la calidad de sus operaciones, la Dirección del Fondo se comprometió a concentrar la aprobación de los proyectos en el primer año del período de la FIDA11. Eso hizo que 2019 fuera un año excepcional en cuanto a la cantidad de proyectos diseñados y destinados a la aprobación de la Junta Ejecutiva, con 42 préstamos y 13 propuestas de financiación adicional sometidos al proceso de examen de garantía de la calidad.

En 2019 el FIDA alcanzó un nivel sin precedentes de aprobaciones (USD 1 670 millones). Al mismo tiempo, también reajustó el proceso de diseño de los proyectos. En total, 54 proyectos pasaron por el nuevo proceso, en el que se aplica un enfoque basado en los riesgos para determinar el tipo de procedimiento de examen y aprobación que se ha de seguir en cada caso. De los 54 proyectos aprobados, 13 se consideraron proyectos de la “vía 1”, ya que exigían un alto nivel de atención institucional y presentaban mayores riesgos.

Un análisis exhaustivo de las calificaciones reveló que los proyectos aprobados en 2019 tenían la calificación media más alta desde 2013 en cuanto a la calidad general del diseño. Entre los puntos fuertes del diseño de esos proyectos cabe citar la armonización con las políticas del FIDA y los Gobiernos, la movilización de la cofinanciación, la asimilación de las enseñanzas extraídas de la experiencia anterior y el análisis del contexto del proyecto.

El programa de donaciones también fue considerable: a lo largo del año se presentaron 53 notas conceptuales de donaciones para su aprobación interna. A finales de 2019 se habían aprobado donaciones a nivel mundial y regional por un valor total de USD 25,3 millones. Además, se habían acordado donaciones para componentes de proyectos financiados principalmente con préstamos por un valor de USD 14,2 millones como parte de proyectos de inversión. En 2019, el FIDA llevó a cabo una evaluación general de los proyectos financiados con cargo al programa ordinario de donaciones para determinar las oportunidades, los problemas y las enseñanzas extraídas a fin de reforzar la eficacia y la eficiencia del programa. Esta evaluación también sentará las bases para la preparación de una política revisada de donaciones ordinarias que se presentará a la Junta para examen en 2020.

Mejora de las estrategias en los países 
Un gran número de programas sobre oportunidades estratégicas nacionales (COSOP) se sometió a examen en 2019. En total 16 estrategias compusieron el primer grupo examinado con arreglo a las nuevas directrices aprobadas por la Junta en diciembre de 2018. En las nuevas directrices se otorga prioridad a la adaptación de los COSOP al contexto concreto de los países; la consulta y la participación de los Gobiernos asociados, y la garantía de que los procesos internos del FIDA sean eficientes, específicos y eficaces en función de los costos. Los nuevos COSOP, que tienen una base analítica y estratégica más sólida, ya están mostrando notables mejoras, sobre todo en lo que respecta al aumento de la claridad, la atención y la pertinencia. Además, se ha observado que las directrices revisadas ofrecen otros beneficios como, por ejemplo, el apoyo al fortalecimiento de los marcos de resultados, la mejora de la armonización con los ODS y las políticas y estrategias gubernamentales pertinentes y la alineación con las propias estrategias institucionales del FIDA.

Fomento de los conocimientos e intercambio de las enseñanzas extraídas 
En 2019, el Grupo de Garantía de Calidad (QAG) utilizó su punto de vista único para generar enseñanzas y proponer buenas prácticas para las operaciones y estrategias del FIDA en los países. Este grupo fue mucho más activo a la hora de compartir esas enseñanzas e impulsar conversaciones sobre la calidad. En el segundo semestre del año, el QAG organizó tres actividades de aprendizaje (incluida una serie de sesiones de capacitación sobre la calidad del diseño de los COSOP) y publicó QAG VIEW, un folleto cuatrimestral en el que se ofrece información sobre las enseñanzas extraídas de los exámenes de la calidad en las etapas iniciales del diseño de los proyectos. Miembros del QAG participaron en talleres regionales de las divisiones en el Brasil, la República de Corea y Turquía, en los que organizaron sesiones sobre la calidad en las etapas iniciales, así como sobre los exámenes y la función del mencionado grupo. El propósito era hacer que el punto de vista del QAG influyera en la mejora de la calidad del diseño de proyectos, donaciones y estrategias, reforzar la difusión de los conocimientos y proporcionar orientación y claridad sobre la metodología y los procedimientos de este grupo.

Tal como se establece en el Marco Estratégico (2016-2025), la meta general del FIDA es lograr que la población rural salga de la pobreza y alcance la seguridad alimentaria a través de unos medios de vida remunerativos, sostenibles y resilientes. El FIDA se propone alcanzar esta meta mediante tres objetivos estratégicos estrechamente interconectados y que se refuerzan mutuamente, a saber:
• incrementar las capacidades productivas de la población rural pobre;
• aumentar los beneficios que obtiene la población rural pobre al participar en los mercados, y
• fortalecer la sostenibilidad ambiental y la resiliencia al cambio climático de las actividades económicas de la población rural pobre.

A fin de cumplir con su obligación de rendir cuentas sobre los progresos realizados en la consecución de esta meta general y los tres objetivos estratégicos, el FIDA ha adoptado un enfoque singular para informar sobre el impacto a nivel institucional, basado en evaluaciones rigurosas a nivel de los proyectos. Esta iniciativa es un elemento fundamental de sus esfuerzos por mejorar la calidad de sus operaciones y garantizar la armonización con las estrategias institucionales y los ODS.

El Marco relativo a la Eficacia de la Labor de Desarrollo del FIDA, en el que se estipula que aproximadamente el 15 por ciento de la cartera de proyectos del Fondo debe someterse a una rigurosa evaluación del impacto, establece las directrices generales para llevar a cabo las evaluaciones del impacto.

Los resultados de las evaluaciones realizadas en el marco de la Iniciativa para la Evaluación del Impacto de la FIDA10 se presentaron a la Junta Ejecutiva en septiembre de 2019. El análisis mostró un impacto significativo en la vida de los beneficiarios de los proyectos en relación con la meta institucional de una mayor movilidad económica y sus tres objetivos estratégicos de apoyo. En consonancia con esas conclusiones, los resultados preliminares de la evaluación del impacto institucional muestran que el Fondo ha superado sus metas de la FIDA10 en lo que respecta a su meta general de fomentar la movilidad económica y a dos de los tres objetivos estratégicos.

Impacto de los proyectos en los beneficiarios 
A nivel mundial, los beneficiarios se encuentran en una situación económica mucho mejor gracias a los proyectos patrocinados por el FIDA. En general, el número de personas beneficiadas (en lo que respecta a la movilidad económica, la producción, el acceso a los mercados y la resiliencia) está por encima de las metas establecidas para la FIDA10.

Extracción de enseñanzas para ampliar y reforzar el impacto de los proyectos futuros 
Las evaluaciones del impacto han sido una fuente de aprendizaje importante y las enseñanzas extraídas de estas contribuyen a los esfuerzos del FIDA para mejorar la calidad de sus operaciones.

Actividades relacionadas entre sí. Las evaluaciones demostraron que los beneficios derivados de un conjunto específico de actividades y objetivos interrelacionados eran mayores que los derivados de proyectos con intervenciones más diversificadas o desvinculadas. Por ejemplo, en la región de Guangxi (China), donde las intervenciones en infraestructura se combinaron con actividades de comercialización, el impacto en la producción fue del 70 por ciento, frente al 51 por ciento en proyectos comparables sin actividades complementarias.

Enfoque basado en las cadenas de valor. Para lograr el máximo impacto de la participación en los mercados, hay que tener en cuenta enfoques coordinados y vinculados entre sí a fin de abordar todas las limitaciones que afectan a las cadenas de valor, por ejemplo, en materia de crédito, acceso a los mercados, información sobre los mercados y vínculos con los consumidores. Así se demostró en proyectos en Bangladesh, Filipinas, Nepal y Santo Tomé y Príncipe.

Gestión integrada del riesgo. Las probabilidades de conseguir un impacto sostenido son mucho mayores cuando se incorporan en los proyectos medidas de precaución para gestionar los riesgos asociados con fenómenos extremos. Por ejemplo, en un proyecto en las tierras altas de Etiopía, el riego en pequeña escala demostró ser una estrategia eficaz para mitigar los riesgos de sequía; además, el impacto del proyecto en la producción y el acceso a los mercados (51 por ciento y 175 por ciento, respectivamente) fue considerablemente más elevado que en los grupos de comparación.

El FIDA es la única institución financiera internacional que lleva a cabo este tipo de evaluación del impacto a nivel institucional, en la que la estimación del impacto institucional se basa en la utilización de evaluaciones del impacto de proyectos que se han elegido para que sean representativos de su cartera. Más allá de la rendición de cuentas, las conclusiones de estas evaluaciones también proporcionan enseñanzas fundamentales que pueden contribuir a la adopción de decisiones. Además, las evaluaciones del impacto se diseñan en estrecha colaboración con los interesados locales y las contrapartes gubernamentales, y este proceso garantiza que los resultados sean significativos para el Fondo. Con ese fin, las conclusiones pueden contribuir a mejorar la eficacia, la eficiencia y la pertinencia general de las operaciones del FIDA con respecto a los ODS.

Por otra parte, la Oficina de Evaluación Independiente del FIDA (IOE) sigue extrayendo valiosas enseñanzas de los proyectos y programas. Por ejemplo:
• en una evaluación a nivel institucional de 2019 sobre las cadenas de valor en favor de la población pobre se constató que el diseño de los proyectos estaba mejorando en esta esfera y se formularon recomendaciones sobre las asociaciones, la ayuda a la población pobre y el análisis de las cuestiones de género, que contribuirán a seguir mejorando la calidad en futuras operaciones; 
• una síntesis de evaluación sobre servicios financieros inclusivos permitió extraer enseñanzas sobre la transición hacia nuevos tipos de servicios financieros que servirán de base para futuras actividades de diseño, y
• otra síntesis de evaluación, centrada en las innovaciones técnicas dirigidas a reducir la pobreza rural, aportó conocimientos valiosos sobre el modo en que las asociaciones pueden contribuir a la gestión de los riesgos que entrañan las innovaciones.

También con respecto a las evaluaciones y su función de fomento del aprendizaje y el cambio positivo, en 2019 la IOE, junto con sus asociados, creó un nuevo premio con el que se reconocen las evaluaciones destacadas de las intervenciones de desarrollo que promueven un cambio transformador y están vinculadas a los ODS. Este concurso bienal, titulado “Premio a la Evaluación de las Intervenciones de Desarrollo para el Cambio Transformador”, fue establecido conjuntamente por la IOE, el Grupo de Evaluación Independiente del Banco Mundial y la Asociación Internacional de Evaluación del Desarrollo. El papel del aprendizaje también se examinó en la reunión del FIDA con ocasión de la publicación del libro Information and Communication Technologies for Development Evaluation, en el que se analizan las repercusiones de las tecnologías nuevas y emergentes en la evaluación del desarrollo y, en particular, los problemas adicionales que plantea la supervisión de los progresos realizados hacia la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

A medida que el FIDA hace frente a una serie cada vez más compleja de problemas mundiales y adapta su modelo operacional para maximizar su contribución a los ODS, se necesitan enfoques complementarios para ayudar al personal a seguir desarrollando sus competencias y conocimientos.

Apoyo a una mayor presencia sobre el terreno 
Con el fin de respaldar el proceso de reforma encaminado a lograr la adecuación del FIDA a la finalidad prevista y aumentar su presencia en los países para mejorar la capacidad de respuesta y las asociaciones en los países, la División de Recursos Humanos del Fondo llevó a cabo cuatro procesos de reasignación ad hoc entre enero de 2018 y julio de 2019. Cada uno de estos procesos tuvo un alcance y objetivos específicos, con diferentes niveles de complejidad en función del número de puestos y miembros del personal interesados. Estos procesos, que afectaron a más del 35 por ciento del personal, permitieron al FIDA llevar a cabo los cambios estructurales necesarios para su modelo descentralizado con miras a lograr el objetivo de que el 33 por ciento del personal esté destacado sobre el terreno. A finales de 2019, el 31 por ciento del personal de plazo fijo trabajaba sobre el terreno.

Como parte del plan de aceleración de la descentralización del FIDA, en 2019 la Dependencia de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno (FSU) coordinó con las divisiones pertinentes la reubicación o la incorporación de 96 miembros del personal a las oficinas del FIDA en los países (49 funcionarios de contratación internacional y 47 de contratación nacional). En 2019, la FSU también coordinó la concertación de 4 acuerdos con países anfitriones entre el FIDA y los respectivos Gobiernos de la Arabia Saudita, Bangladesh, Filipinas y Sudáfrica para facilitar las operaciones en los países desde el punto de vista jurídico. Hasta la fecha, el Fondo ha firmado un total de 37 acuerdos de este tipo. Además, la FSU coordinó y aseguró la celebración de 15 acuerdos de prestación de servicios, memorandos de entendimiento o acuerdos de arrendamiento directo o indirecto con organismos anfitriones u otros proveedores de servicios para facilitar la ejecución de las operaciones en los países.

Fomento de competencias y capacidades 
En 2019 se pusieron en marcha iniciativas encaminadas a ayudar a los miembros del personal a adquirir las competencias que necesitan para adaptarse a las nuevas exigencias del Fondo en el marco de la descentralización, así como a obtener resultados que contribuyan al logro de los ODS. Entre estas iniciativas cabe destacar un nuevo programa de desarrollo de la capacidad de liderazgo para los supervisores, un programa de asesoramiento ejecutivo destinado a los directores, programas de cualificación profesional, como la certificación de la International Coach Federation, y una plataforma ampliada de aprendizaje en línea. En el marco de un entorno de trabajo descentralizado, el enfoque de aprendizaje se basa, en la mayoría de los casos, en una combinación de aprendizaje en línea, talleres virtuales e interacciones personales. Entre las principales iniciativas cabe destacar el fomento de la capacidad del personal mediante la participación en cursos prácticos y retiros regionales, sesiones de capacitación destinadas a las oficinas del FIDA en los países, una amplia capacitación en materia de procesos de viaje y seguridad, la organización de sesiones informativas para el personal trasladado sobre el terreno y la coordinación de las actividades de seguridad relacionadas con la descentralización. En términos numéricos, se organizaron 68 sesiones de capacitación y se introdujeron más de 1 000 módulos de aprendizaje en línea sobre una amplia gama de temas.

El fomento de las capacidades del personal también es importante para garantizar el éxito de las reformas de la estructura financiera del FIDA. En este contexto, la División de Contaduría y Contraloría sigue brindando apoyo al personal para que se inscriba al Programa de Cualificación Financiera Institucional que organizan conjuntamente el FIDA y el Chartered Institute of Public Finance and Accountancy, y lo complete. Hasta 2019 se habían inscrito al programa más de 30 miembros del personal de 11 divisiones, y 7 de ellos habían obtenido la certificación internacional, a los que seguirán muchos otros candidatos.

Garantía de un entorno de trabajo ético 
Para que el FIDA pueda atraer y retener a personal de primer orden, hay que garantizar un entorno de trabajo positivo y respetuoso. A este respecto, la Oficina de Ética promueve el Código de Conducta y los valores básicos del FIDA, proporciona orientación confidencial al personal y los directivos y examina las denuncias de comportamiento poco ético. El Fondo ha otorgado máxima prioridad a la lucha contra el acoso sexual y la explotación y los abusos sexuales. A raíz de la solicitud formulada por el Secretario General a todos los organismos de las Naciones Unidas, la Oficina de Ética dirigió un equipo de tareas conjunto de varias divisiones del FIDA para reforzar las normas y los procedimientos y supervisar la plena aplicación de la Política del FIDA sobre prevención y respuesta frente al acoso sexual y la explotación y los abusos sexuales. En junio de 2019, el Fondo puso en marcha su primera campaña de sensibilización sobre esta política titulada “Habla, informa, apoya”. A fin de respaldar estos esfuerzos, la Oficina de Ética y la División de Comunicaciones colaboraron en la producción de un video que está disponible en el sitio web del FIDA en todos los idiomas oficiales del Fondo.

El objetivo primordial del FIDA —invertir en la población rural— significa adoptar un enfoque centrado en las personas y proporcionar a las mujeres y los hombres del medio rural los instrumentos y las oportunidades que necesitan para mejorar sus medios de vida. Esta labor es fundamental para la realización de los ODS, en particular la erradicación de la pobreza (ODS 1) y el hambre (ODS 2). En 2019 se hicieron grandes progresos en la mejora de los enfoques, instrumentos y estrategias existentes destinados a empoderar a la población rural y, al mismo tiempo, se pusieron en marcha varias iniciativas nuevas.

Incorporación sistemática de los temas prioritarios en la labor del FIDA
El FIDA ha identificado temas clave que son esenciales para su misión: el cambio climático, los recursos ambientales, la perspectiva de género, los jóvenes y la nutrición. A fin de seguir empoderando a un mayor número de personas del medio rural con sus operaciones, el FIDA tiene que incorporar estos temas en todas las operaciones y ha contraído diversos compromisos al respecto.

Para cumplir los compromisos de incorporación de estos temas asumidos en el marco de la FIDA11, el Fondo ha examinado los procesos operacionales y de planificación y está fomentando las capacidades necesarias, al tiempo que también elabora instrumentos y enfoques para su aplicación en las fases de diseño y ejecución de los programas del FIDA en los países. Por ejemplo:   
• las directrices operacionales sobre focalización revisadas;
• un nuevo marco para la transformación;
• la adaptación de las metodologías basadas en los hogares para integrar las cuestiones relacionadas con los jóvenes, la nutrición, el medio ambiente y el cambio climático, y
• el nuevo Plan de Acción para los Jóvenes del Medio Rural. 

Los resultados de 2019 indican que el FIDA se halla muy por delante de las metas establecidas para estas cuatro esferas prioritarias. En lo que respecta al clima, se analizó el riesgo climático de los 34 proyectos nuevos utilizando los PESAC. La financiación para el clima ascendió a un total de USD 568 millones, lo que equivale al 34 por ciento de la inversión total, frente a la meta del 25 por ciento. En cuanto a los jóvenes, el 82 por ciento de los 34 proyectos tuvieron en cuenta las cuestiones relacionadas con la juventud en la fase de diseño, con lo que se superó la meta de la FIDA11. Por lo que se refiere a las cuestiones de género, el 34 por ciento de los proyectos se diseñaron de forma que contribuyeran a transformar las relaciones de género y el 58 por ciento de los proyectos lograron la plena incorporación de estas cuestiones o recibieron al respecto una calificación muy satisfactoria al final de su ejecución, frente a las metas del 25 por ciento y el 60 por ciento, respectivamente. Los progresos también han sido alentadores en lo que atañe a la nutrición: el 61 por ciento de los proyectos tuvieron en cuenta la nutrición, frente a la meta del 50 por ciento.

Atracción de las inversiones a las comunidades rurales 
La reunión de inversiones para fomentar actividades empresariales que beneficien a la población rural es fundamental a fin de crear puestos de trabajo, especialmente para los jóvenes, e impulsar el crecimiento de las economías rurales. Teniendo esto presente, en el Consejo de Gobernadores del FIDA de 2019, el FIDA, la Unión Europea, el Grupo de Estados de África, el Caribe y el Pacífico, la Alianza para una Revolución Verde en África y el Gobierno de Luxemburgo crearon el Fondo ABC, con el FIDA como patrocinador.

El objetivo del Fondo ABC es impulsar las inversiones en pequeñas agroempresas rurales en todos los mercados en desarrollo, principalmente en los países en desarrollo y los países de ingreso bajo y mediano. El Fondo ABC se dirige a las microempresas y pequeñas y medianas empresas (MIPYME), así como a las cooperativas y organizaciones de agricultores que luchan por acceder al capital que necesitan para hacer crecer sus negocios. La estrategia de inversión del Fondo ABC se centra en los cuatro temas siguientes:
• integrar a las MIPYME y los pequeños agricultores en las cadenas de valor;
• eliminar los cuellos de botella en ciertas cadenas de valor;
• impulsar la tecnología y la innovación, y
• mejorar la certificación, la trazabilidad y el valor añadido de las exportaciones. 
Otra iniciativa encaminada a obtener financiación para las actividades comerciales de la población rural es la Red de Inversión y Financiación en favor de las Pymes Agrícolas y los Pequeños Agricultores (SAFIN). En 2019, la SAFIN se centró en la movilización de capital para fortalecer la base financiera de las instituciones que prestan servicios a los pequeños agricultores y las pymes agrícolas, así como en la armonización de las inversiones de los asociados mediante modelos empresariales inclusivos. Entre las actividades de apoyo a esas esferas de trabajo cabe citar la recopilación de datos empíricos sobre la utilización de la financiación combinada en el sector agrícola mediante un estudio realizado con la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y otros asociados, la determinación de oportunidades de inversión en países piloto y el intercambio de conocimientos y novedades en relación con la financiación destinada a las pymes agrícolas y los pequeños agricultores. 

Además, se puso en marcha la Estrategia del FIDA para la Colaboración con el Sector Privado (2019-2024) con dos objetivos principales: en primer lugar, movilizar inversiones del sector privado hacia las MIPYME rurales y la agricultura en pequeña escala y, en segundo lugar, expandir los mercados y aumentar las oportunidades de empleo de la población rural. Esta estrategia contribuirá a reducir el déficit de financiación con respecto a la aplicación del ODS 2 dirigiéndose a los asociados privados que pueden aprovechar las oportunidades de negocio sin explotar en las zonas rurales.

Trabajo con y para la población rural 
Para empoderar a la población rural y promover el cambio sostenible, hay que trabajar con la población rural y sus organizaciones, tener en cuenta sus perspectivas y consejos, y apoyar su actuación en torno a las decisiones que se adopten a nivel mundial, nacional y local. El FIDA sigue colaborando intensamente con las organizaciones de la población rural, sobre todo con las de los agricultores, y en 2019 introdujo un nuevo programa denominado Organizaciones de Agricultores de Países de África, el Caribe y el Pacífico. Este programa se basará en la colaboración existente entre el FIDA y las organizaciones de agricultores para ampliar la cobertura geográfica de actividades realizadas anteriormente, en especial los servicios económicos y la integración en las cadenas de valor.

El Fondo también presta apoyo a la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra, que tiene su sede en el FIDA, en su importante labor de modificación de las políticas y de la forma en que estas se aplican en beneficio de las comunidades rurales de todo el mundo. Entre los aspectos más destacados de 2019 cabe mencionar los cambios de política en el Camerún, que aportan una mayor transparencia sobre los contratos de concesión de tierras, y la aprobación de leyes forestales en Albania, que apoyan los intereses de la población rural.

Las medidas adoptadas para el logro de una mayor eficiencia han permitido al FIDA establecer un programa de préstamos y donaciones más amplio, por valor de USD 1 670 millones, lo que es fundamental para aumentar su impacto en el contexto de los ODS, en el marco de un presupuesto de crecimiento real nulo.

Racionalización de los procesos presupuestarios 
La reorganización institucional en curso del FIDA tiene por objeto lograr la excelencia mediante el aumento de la eficiencia y el impacto. Por ejemplo, se adoptó un amplio enfoque ascendente para la preparación del presupuesto en apoyo de la evolución del FIDA hacia un entorno operacional más descentralizado. El Marco de Delegación de Facultades del Fondo, que se ha revisado recientemente, asigna mayores responsabilidades a los niveles inferiores de la dirección y a los oficiales sobre el terreno. Además, la Oficina de Estrategia Presupuestaria aplicó con éxito un nuevo instrumento de planificación presupuestaria, Oracle Hyperion, que simplifica el proceso de presupuestación y lo hace menos propenso a errores. Se sentaron así las bases para introducir otras mejoras previstas en 2020 destinadas a automatizar y simplificar aún más el proceso de presupuestación y a mejorar la capacidad de presentación de informes institucionales.

Asimismo, en 2019 el FIDA comenzó a adoptar la automatización robótica de procesos y puso en marcha un proceso de pago a consultores totalmente automatizado y electrónico.

Adaptación a la evolución del modelo operacional del FIDA 
Se emprendió una labor importante para adaptar los procesos administrativos del FIDA a los cambios institucionales, especialmente el modelo operacional más descentralizado. Por ejemplo, se pusieron en marcha servicios descentralizados de agencia de viajes para todas las oficinas del FIDA en los países y se reformó la delegación de facultades para realizar adquisiciones y contrataciones de poco valor con un marco de control interno adecuado. Se mejoró la función de seguridad mediante: campañas de sensibilización en materia de seguridad; el seguimiento del cumplimiento por el personal del FIDA de los requisitos de seguridad obligatorios; el control de la seguridad física de los locales del FIDA en todo el mundo, y la impartición de capacitación en seguridad y vigilancia.

También se actualizó el sistema electrónico de gestión de los registros a fin de promover el intercambio de conocimientos. Además, se ampliaron las asociaciones con los demás OSR, lo que se tradujo en importantes ahorros gracias a la celebración del período de sesiones del Consejo de Gobernadores del FIDA en la FAO, la realización de actividades comunes de adquisición y contratación, la negociación de tarifas institucionales con las líneas aéreas para obtener descuentos, la prestación de servicios de imprenta al PMA y a Bioversity International, y la coordinación de las actividades relacionadas con las prerrogativas e inmunidades.

Catalización de la innovación
Consideramos que la innovación es un aspecto fundamental para obtener mejores resultados de manera más rápida. Por esta razón, en 2019 se creó la Unidad de Cambio, Ejecución e Innovación (CDI). Una de las primeras medidas de la CDI fue poner en marcha el Desafío de Innovación, una competencia interna a escala mundial para buscar ideas nuevas y audaces sobre la manera en que el FIDA puede aportar innovación a sus operaciones y prácticas operacionales. Al final del concurso se seleccionaron 10 ideas que se pondrán en práctica con una financiación del FIDA de unos USD 700 000. Los proyectos presentados incluían aplicaciones de cadena de bloques, la realidad virtual, la microfinanciación colectiva e incluso un juego de mesa.
Sin embargo, la innovación no consiste simplemente en aportar nuevas ideas, sino también en impulsar el cambio. Por ejemplo, en 2019 la CDI coordinó una respuesta a la encuesta general del personal del FIDA con medidas destinadas a reducir la burocracia y favorecer un entorno de trabajo positivo. Para ello, dirigió la primera fase de una reestructuración de los procesos operacionales destinada a reducir la carga de trabajo del personal e impulsar la eficiencia.

Intensificación del uso de la tecnología de la información y las comunicaciones 
El aprovechamiento de las nuevas tecnologías nos permite responder a las necesidades de los asociados con mayor rapidez y eficacia. Cabe citar como ejemplo el continuo desarrollo del Portal de los Clientes del FIDA (ICP). El portal es una ventanilla única que permite a los clientes gestionar sus operaciones con el FIDA de manera segura y obtener información en tiempo real. En 2019, el ICP pasó de centrarse únicamente en la presentación de solicitudes de retiro de fondos a incluir la tramitación de las declaraciones de conformidad, el seguimiento de los contratos y la presentación de informes financieros y de otros informes detallados. A finales de año, el 76 por ciento de los países del FIDA con proyectos cuyos fondos podían desembolsarse utilizaban el ICP, que les permite tramitar transacciones por valor de más de USD 600 millones y acceder a informes y tableros a diario.

En 2019, seguimos avanzando hacia un marco financiero orientado a combinar las contribuciones a las reposiciones —que continúan siendo la base del modelo financiero del Fondo— con diversas formas de financiación mediante endeudamiento que permitan llevar a cabo un programa de préstamos y donaciones más amplio y financieramente sostenible. Esto es esencial para que el FIDA pueda ampliar la escala de su contribución a la erradicación de la pobreza (ODS 1) y el hambre (ODS 2).

Avances en la consecución de los objetivos de reposición 
A lo largo del año se avanzó hacia el logro del objetivo de USD 1 200 millones fijado para la FIDA11. Al 31 de diciembre de 2019, 94 países habían hecho promesas de contribución por un total de USD 1 008,7 millones. Estas incluían contribuciones a los recursos básicos, contribuciones complementarias no sujetas a restricciones destinadas a cuestiones relacionadas con el clima y la nutrición y el componente de donación de los préstamos de asociados en condiciones favorables (PACF). Los PACF son un nuevo instrumento de préstamo, aprobado durante la FIDA11, destinado a complementar el Marco para la Obtención de Empréstitos Soberanos y a movilizar más fondos en condiciones favorables que puedan represtarse en condiciones muy favorables. En 2019 se suscribieron convenios de PACF con Finlandia, Francia y la India. Los instrumentos de contribución depositados (comprendidos los pagos efectuados sin un depósito previo de instrumento de contribución) ascendían a USD 955,8 millones. También al 31 de diciembre de 2019, las promesas de contribución correspondientes a las cuotas de compensación por la aplicación del Marco de Sostenibilidad de la Deuda (MSD) sumaron USD 35,1 millones, lo que deja un déficit de USD 4,5 millones para lograr la compensación total de los reflujos del principal no percibidos como consecuencia de la aplicación del MSD, por valor de USD 39,5 millones.

Se prevé que el total de las contribuciones, incluidas las contribuciones a los recursos básicos, las contribuciones complementarias no sujetas a restricciones destinadas a cuestiones relacionadas con el clima y la nutrición, las contribuciones en compensación por la aplicación del MSD y el componente de donación de los PACF, ascenderá a USD 1 100 millones.

El FIDA firmó 31 nuevos acuerdos para la provisión de fondos suplementarios y 7 acuerdos para la provisión de fondos adicionales con 19 donantes, por un valor total de USD 151,6 millones. Estos acuerdos han contribuido significativamente a la capacidad del FIDA de superar sus objetivos de cofinanciación, así como a apoyar las actividades no crediticias, como la actuación en materia de políticas que respalda las actividades operacionales del FIDA (véase el anexo 1 para más detalles).

Como ejemplos de las actividades que se financiarán en el marco de estos acuerdos cabe destacar los siguientes:
• el Fondo fiduciario regional de la Unión Europea en respuesta a la crisis siria (Fondo Madad);
• con el apoyo de Italia, el FARMS;
• con el apoyo de Dinamarca, una actividad destinada a aumentar de forma sostenible los ingresos, la seguridad alimentaria y la nutrición de los agricultores en pequeña escala y marginales y los microempresarios en Bangladesh;
• con el apoyo de la Unión Europea, la investigación agrícola en África, la inversión de la diáspora en la agricultura en Malí y el fomento de la capacidad de las organizaciones de agricultores;
• con el apoyo de Alemania y Noruega, el programa del FIDA de incorporación sistemática de las cuestiones relacionadas con los jóvenes y la nutrición, respectivamente;
• con el apoyo de Suecia, la labor del FIDA en materia de seguros;
• con el apoyo de Francia, la SAFIN y la segunda fase del ASAP;
• con el apoyo de Francia e Italia, la segunda fase de la Plataforma para la Gestión de Riesgos Agrícolas (PARM), y
• con el apoyo de Islandia, una actividad de capacitación en economía azul para el personal de los proyectos.

Establecimiento de asociaciones para un cambio positivo
Continuamos esforzándonos para fortalecer la colaboración con organizaciones que están en condiciones de apoyarnos en nuestra misión de mejorar la vida de la población rural. Las nuevas asociaciones están permitiendo al FIDA hacer más por ejercer influencia a nivel mundial para promover un cambio positivo en favor de la población rural. Un hito importante fue el anuncio en septiembre de la Alianza para la Acción Alimentaria en colaboración con el Foro Económico Mundial en el contexto de la Cumbre sobre el Impacto del Desarrollo Sostenible del Foro. Esta alianza, iniciada por el FIDA y el Foro Económico Mundial, es una nueva asociación entre los sectores público y privado y las organizaciones multilaterales internacionales que tiene por objeto lograr resultados mejores, más rápidos y en mayor escala en las esferas de la seguridad alimentaria y la nutrición, el crecimiento inclusivo y la promoción del empleo decente, la sostenibilidad ambiental y la resiliencia al cambio climático, de conformidad con la Agenda 2030. Otros asociados son la Alianza para una Revolución Verde en África, el Banco Africano de Desarrollo, el Centro Internacional de Agricultura Tropical y el Rabobank.

Asimismo, se establecieron nuevas asociaciones con:
• el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura;
• el Banco Nacional para el Desarrollo Económico y Social del Brasil;
• el Instituto Internacional de Investigación en Ganadería;
• la Asociación Internacional de la Seguridad Social;
• el Korea Rural Economic Institute, y
• el Reino de la Arabia Saudita. 

Somos muy conscientes de que es esencial seguir intensificando la colaboración con los OSR para garantizar la adopción de enfoques complementarios que permitan abordar los retos con que se enfrentan los sistemas alimentarios mundiales. En mayo, junto con la FAO y el PMA, aprobamos un plan de acción conjunto de los OSR. Los organismos están centrando su atención en mejorar la colaboración llevada a cabo en los países; la FAO, el PMA y el FIDA han realizado visitas conjuntas sobre el terreno, que han propiciado actividades conjuntas para desarrollar la labor de cada organismo de manera complementaria. Tras la visita conjunta al Níger en 2018, los tres organismos presentaron un plan de acción para el Sahel durante la reunión oficiosa conjunta de 2019 de los órganos rectores de los OSR.

Intercambio de conocimientos mediante la cooperación Sur-Sur y triangular
La cooperación Sur-Sur y triangular constituye un enfoque clave de la cooperación para el desarrollo que se está incorporando en el modelo operacional del FIDA a fin de complementar el programa ordinario. Por ello, establecimos tres centros de cooperación Sur-Sur y triangular y de conocimientos en Addis Abeba, Beijing y Brasilia, con el objetivo de promover el programa en esta materia.

En 2019, el Mecanismo de cooperación Sur-Sur y triangular entre China y el FIDA comenzó a ejecutar los ocho proyectos aprobados tras su primera convocatoria de propuestas en 2018. Mediante una segunda convocatoria de propuestas en 2019, se seleccionaron otros siete proyectos. Los proyectos seleccionados en estas dos convocatorias ascienden a un total de USD 6,7 millones y abarcan temas como la asistencia técnica, el intercambio de conocimientos, la colaboración entre los OSR y el fomento de las cadenas de valor en las cinco regiones.

A medida que la estructura financiera del FIDA evoluciona para reforzar su contribución al logro de los ODS, cada vez se presta más atención a la continua innovación institucional en materia de financiación del desarrollo y la asistencia técnica, gestión del riesgo y aumento de la transparencia y las salvaguardias contra la corrupción. Al transformar su estructura financiera, el FIDA también estará en condiciones de posicionarse favorablemente ante las agencias de calificación crediticia, aprovechando la sólida base de que dispone y adoptando las mejores prácticas de las instituciones de financiación del desarrollo.

Aprovechamiento de las innovaciones recientes 
En 2018 se sentaron las bases de iniciativas fundamentales, como las disposiciones relativas a los PACF, el Fondo ABC y la estrategia de apalancamiento prudente del FIDA. Estas iniciativas comenzaron a dar resultados en 2019. Entre las novedades cabe destacar:
• la descentralización del personal de gestión financiera a cinco centros regionales;
• el establecimiento de una unidad de garantía de la calidad para mantener el más alto nivel de insumos en materia de gestión financiera, y
• la puesta a prueba de nuevos instrumentos de financiación, como los préstamos basados en los resultados y las opciones de prefinanciación diversificadas. 

Adaptación del apoyo financiero a las necesidades de los países 
La aplicación del Marco de Transición del FIDA es una nueva iniciativa importante que se ha puesto en marcha para asegurar que los países obtengan la mejor forma de apoyo financiero a medida que ascienden en la escala del desarrollo económico. Los períodos de transición están concebidos para permitir a los prestatarios pasar de una categoría de crédito a otra y ajustarse sin problemas a las nuevas condiciones de préstamo menos favorables. Para ello, el FIDA debe mejorar y ampliar los productos crediticios y no crediticios que ofrece.

Gestión de los riesgos financieros 
El FIDA sigue fortaleciendo la gestión del riesgo financiero general y el Marco de Control Interno. Entre las iniciativas en esta esfera figuran el seguimiento de los riesgos crediticios y de mercado y la presentación de informes al respecto, así como la gestión de los riesgos relacionados con los préstamos, la financiación y las actividades de tesorería y de cualquier otro riesgo financiero que afecte al estado contable del Fondo.

En 2019, el FIDA estableció una sólida Política de Suficiencia de Capital. Se trata de una respuesta natural a la evolución del FIDA. Esta evolución conlleva la transformación de la estructura financiera del Fondo, que deja de seguir un método de gestión basado exclusivamente en la liquidez y opta por otro basado en la solvencia y la liquidez. El FIDA también actualizó su Marco de Gestión del Activo y el Pasivo. Este marco permite al FIDA seguir reforzando la gestión del activo y el pasivo para proteger su estado contable y mitigar los riesgos financieros derivados del endeudamiento.

Ese mismo año, también reforzó la función de contraloría en cuanto segunda línea de defensa para proteger al Fondo contra los riesgos operacionales, financieros y de reputación, en particular en un entorno cada vez más descentralizado con una delegación de facultades más amplia.

Aumento de la transparencia y enfoques de lucha contra la corrupción
La transparencia financiera también ha mejorado en el FIDA. Se divulgan sistemáticamente los estados financieros relativos a los proyectos auditados, así como los datos estadísticos y la información sobre las operaciones financieras del Fondo. En 2019 se puso en marcha la nueva política anticorrupción del FIDA, que prevé tolerancia cero ante las prácticas prohibidas en las operaciones y actividades que el Fondo financia o gestiona. Además de revisar los instrumentos jurídicos y operacionales y de mantener comunicación con las partes interesadas del FIDA —en especial con el personal de los proyectos y los proveedores—, se ha prestado mucha atención a las actividades de capacitación destinadas al personal y los consultores del Fondo, por ejemplo, mediante: un curso de aprendizaje en línea sobre la lucha contra la corrupción; capacitación en técnicas e instrumentos para detectar y denunciar prácticas prohibidas, y sesiones de orientación inicial para el personal.

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