La labor que el FIDA lleva a cabo con la población rural pobre es indispensable para poner fin a la pobreza y lograr el objetivo del hambre cero (ODS 1 y 2). Esta labor también abarca cuestiones clave que son fundamentales para los ODS, como la igualdad de género (ODS 5), el trabajo decente (ODS 8), la reducción de las desigualdades (ODS 10), la acción por el clima (ODS 13), la sostenibilidad ambiental (ODS 15) y el establecimiento de asociaciones (ODS 17). Las medidas clave adoptadas en 2019 aseguran que estemos en una posición sólida para impulsar los esfuerzos de recuperación de las economías rurales en el mundo posterior a la COVID-19, así como que seamos capaces de intervenir para hacer frente a los efectos a corto plazo de la crisis.
obtuvieron acceso a servicios de promoción empresarial
se beneficiaron de una mejor gestión de la tierra
de personas recibieron capacitación en prácticas y tecnologías de producción agrícola y ganadera
de pequeños agricultores familiares recibieron apoyo para hacer frente a los efectos del cambio climático
se construyeron o repararon
Instalaciones de comercialización
construidas o rehabilitadas
Las cifras corresponden a 2018.
En 2019, el FIDA publicó los resultados de las evaluaciones del impacto de la FIDA10, en las que se constató que el impacto de los proyectos del Fondo en los beneficiarios había sido notable en lo relativo a la producción, el acceso a los mercados, la resiliencia y la movilidad económica.
+44%
+76%
+13%
+74%
38 donaciones del ASAP en curso en 38 países
Financiación del ASAP
USD 271 millones
230 donaciones en 135 países
Financiación mediante donaciones
USD 279 millones
* No se incluyen las donaciones finalizadas, canceladas, cerradas, suspendidas o vencidas al 31/12/19.
El FIDA se asegura de seguir centrándose en los países más necesitados y, si bien la importancia que tradicionalmente atribuye a los países más pobres sigue siendo el pilar fundamental de su labor, cada vez presta más atención a los países en situación de fragilidad.
se destinó a países en situación de fragilidad con una inversión de USD 391 millones en préstamos y donaciones
para países en situaciones de fragilidad (incluidas las evaluaciones de la vulnerabilidad)
se destina a países de ingreso bajo y países de ingreso mediano bajo
se destinan a África Subsahariana
El FIDA está intensificando los esfuerzos encaminados a incorporar sistemáticamente los temas principales en toda su labor para asegurar que sus actividades se adapten a las necesidades de quienes corren mayor riesgo de quedarse atrás. Los resultados relacionados con cada uno de estos temas están por encima de las metas fijadas.