Agroecología
La agroecología es un enfoque integral de la agricultura que nos permite producir de forma sostenible suficientes alimentos diversos, protegiendo al mismo tiempo la biodiversidad y los recursos naturales.
La biodiversidad es la gran variedad de especies animales y vegetales que viven en el mundo y es esencial para nuestra supervivencia, ya que desempeña un papel fundamental en nuestras vidas, desde la producción de aire limpio hasta la regulación del clima. De hecho, más de la mitad del producto interno bruto mundial depende de la naturaleza.
Sin embargo, desde 1970, las poblaciones de animales salvajes han disminuido una media del 69 % en todo el mundo. Esta pérdida de biodiversidad no solo tiene repercusiones ambientales y éticas, sino que también afecta al desarrollo humano y a nuestras economías, sociedades y seguridad.
La biodiversidad es necesaria para producir alimentos. El suelo, el agua y la polinización son fundamentales para la producción de alimentos y dependen de las intrincadas relaciones que existen entre animales, plantas y hongos.
No obstante, los sistemas alimentarios actuales contribuyen en gran medida a la pérdida de biodiversidad. Las comunidades pobres de las zonas rurales son especialmente vulnerables, puesto que sus medios de vida dependen mucho de la naturaleza.
Los agricultores, en lugar de cultivar una gran variedad de productos con distintos atributos, se decantan por monocultivos de alto rendimiento, que son igualmente vulnerables a las enfermedades y el cambio climático y reducen la seguridad alimentaria. Sustituir los cultivos tradicionales por cultivos comerciales también supone una amenaza para las culturas alimentarias y la diversidad nutricional.
Invertir en sistemas alimentarios sostenibles y diversos es fundamental para proteger la biodiversidad y mitigar el cambio climático, al tiempo que se garantiza la seguridad alimentaria. El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal ofrece un enfoque de la agricultura que aprovecha los procesos ecológicos, lo que ayuda a crear unos sistemas alimentarios locales justos, resilientes, sostenibles y económicamente viables.
Si se restauraran los ecosistemas degradados, estos podrían almacenar hasta 3 000 millones de toneladas de carbono al año, así como tener un efecto refrigerante y protector frente a los fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones y los incendios forestales. En las zonas costeras, los hábitats naturales como los manglares y los arrecifes de coral desempeñan una importante función como barreras contra el oleaje que provocan las tormentas.
La agrobiodiversidad hace que los medios de vida agrícolas sean más sostenibles y resilientes, al tiempo que ofrece a las familias vulnerables un mayor acceso a alimentos diversos y nutritivos.
Cuando las iniciativas de conservación están dirigidas por las comunidades se logra un equilibrio efectivo entre la salvaguarda de la naturaleza y la obtención de ingresos. Las inversiones en biodiversidad también ofrecen importantes oportunidades económicas, ya que pueden generar un volumen de negocios de hasta 10 billones de dólares anuales adicionales y crear millones de puestos de trabajo nuevos.
Si conseguimos resolver el problema de falta de financiación para la conservación de la naturaleza, cosecharemos inmensos beneficios para todo el mundo, tanto desde el punto de vista del crecimiento económico como para nuestra propia existencia.
El FIDA es un asociado clave en la aplicación inclusiva y equitativa del Marco Mundial de Biodiversidad KunmingMontreal.
Mitigamos los riesgos para la biodiversidad de nuestros proyectos utilizando los Procedimientos del FIDA para la Evaluación Social, Ambiental y Climática (PESAC).
La mayoría de nuestros proyectos incluyen prácticas agroecológicas y respetuosas con la biodiversidad, como la agricultura diversificada, los bancos de semillas comunitarios y los huertos agroecológicos.
Los Pueblos Indígenas son custodios de la biodiversidad, por eso colaboramos estrechamente con ellos en esta tarea y para fomentar sistemas alimentarios sostenibles.
Usamos enfoques territoriales participativos que empoderan a las comunidades, lo que permite a la población de las zonas rurales restaurar las tierras, practicar una agricultura resiliente al clima, utilizar instrumentos de planificación geoespacial y defender sus derechos de gestión de los recursos naturales. En Bhután, por ejemplo, ayudamos a diseñar un marco de gobernanza de los recursos naturales que fomenta la protección de los bosques.
En virtud de la Estrategia de Biodiversidad del FIDA, hacemos un seguimiento de las mejoras en la conservación de la diversidad biológica y el valor económico de la naturaleza en el marco de nuestros proyectos utilizando la herramienta para la creación de mapas sobre adaptación, biodiversidad y carbono (ABC-Map).
Movilizamos recursos para la financiación verde y utilizamos mecanismos financieros innovadores que canalizan fondos de capital privado para la conservación de la biodiversidad. En Kenya, en el marco del Proyecto para la Gestión de los Recursos Naturales de la Cuenca Alta del Río Tana, se movilizan fondos públicos y privados para la ordenación sostenible de la tierra y los recursos naturales, lo cual también ayuda a suministrar agua potable limpia a Nairobi, la capital.
Fomentamos la biodiversidad incorporando una mayor variedad de productos a los mercados, proponiendo normas en materia de biodiversidad y generando oportunidades para que la población rural pueda obtener beneficios con productos de alto valor.
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Country Programme Analyst, Asia and the Pacific
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