Un grupo de mujeres, vestidas con coloridos trajes tradicionales

Mecanismo de Estímulo para la Población Rural Pobre

© IFAD/Ibrahima Kebe Diallo

Evaluación y gestión de los riesgos agrícolas en los países en desarrollo


A medida que la pandemia de COVID-19 se desarrolla, al FIDA le preocupa enormemente las consecuencias que esta traerá en el bienestar y los medios de vida y en la seguridad alimentaria de la población rural.  La crisis de la COVID-19 podría revertir los progresos realizados por el mundo en la reducción de la pobreza rural (ODS1) y amenaza con agravar la ya declinante seguridad alimentaria (ODS2).

La COVID-19 supone un riesgo considerable para la población rural, que puede ser especialmente vulnerable a sus efectos, tanto en lo que respecta a la propagación del virus como a sus consecuencias económicas y sociales. Esto es especialmente cierto para la población rural que vive en situación de fragilidad.

Dada la magnitud del reto que supone esta crisis, en abril de 2021 el FIDA puso en marcha un Mecanismo de Estímulo para la Población Rural Pobre de donantes múltiples (RPSF en sus siglas en inglés) en respuesta a la COVID-19. Esta iniciativa se ajusta al marco de respuesta socioeconómica a la COVID-19 de las Naciones Unidas y complementa los esfuerzos más amplios de respuesta del FIDA en relación con la COVID-19. Su objetivo es mejorar la capacidad de recuperación de los medios de vida rurales en el contexto de la crisis, asegurando un acceso oportuno a los insumos, la información, los mercados y la liquidez.

Este Mecanismo servirá para potenciar el Fondo fiduciario de múltiples asociados para la respuesta y la recuperación en relación con la COVID-19 del Secretario General de las Naciones Unidas y la labor de otros asociados multilaterales para aumentar la seguridad alimentaria de miles de personas pobres de las comunidades rurales más remotas y vulnerables.

El Mecanismo es una estrategia a corto plazo que contribuye al logro de los objetivos de desarrollo de más largo plazo del FIDA. El FIDA puso en marcha el mecanismo con USD 40 millones de financiación inicial procedentes de donaciones y, desde entonces, ha movilizado otros USD 53 millones de los Estados Miembros para ampliar el apoyo. El Gobierno del Canadá ha aportado 6 millones de dólares canadienses, el Gobierno de Alemania 27 millones de euros, el Gobierno de los Países Bajos 6 millones de euros, el Gobierno de Suecia 50 millones de coronas suecas y el Gobierno de Suiza 2 millones de francos suizos. Todos los fondos se desembolsarán antes de 2022 como respuesta inmediata a la COVID-19.

Un hombre trabajando en el campo bajo el sol

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Expertos

Ashley Davidson

Oficial de Programas, Mecanismo de Estímulo del FIDA para la Población Rural Pobre

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