Un granjero ciego se sienta con su esposa y su hijo

Personas con discapacidad 

1 300 millones
de personas con discapacidad en todo el mundo
En el 40%
de los hogares que participan en los proyectos del FIDA hay al menos una persona con discapacidad
7
proyectos adaptados a las personas con discapacidad
©FIDA/Jjumba Martin
Al eliminar las barreras estructurales y garantizar la igualdad de oportunidades, se empodera a las personas con discapacidad para que prosperen y contribuyan de forma inestimable a sus hogares, comunidades y economías. 

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El contexto

 

Una de cada seis personas sufre una discapacidad importante, y casi el 80 % de ellas vive en países de ingreso bajo y mediano. A pesar de que las personas con discapacidad constituyen la minoría más grande del mundo, siguen enfrentándose a barreras sociales y estructurales que limitan su capacidad para ejercer sus derechos humanos y acceder a oportunidades que les permitan prosperar.  

Una discapacidad surge cuando una deficiencia (física, mental, intelectual o sensorial) interactúa con barreras externas que limitan la participación en la vida cotidiana. Estas barreras pueden ser físicas, como una infraestructura inaccesible, o sociales, como la discriminación y la falta de servicios de apoyo. Como consecuencia, las personas con discapacidad suelen tener dificultades para acceder a una educación inclusiva, al empleo, a la asistencia sanitaria y a la protección social, lo que les impide participar plenamente en la sociedad y la economía. 

La grave discriminación que sufren las personas con discapacidad les niega sus derechos humanos y aumenta la pobreza, la inseguridad alimentaria, la malnutrición, la vulnerabilidad climática y la exposición a la violencia. Las múltiples formas de discriminación que se entrecruzan, por motivos de género, edad, origen étnico y otros factores, agravan aún más su marginación. Además, quienes viven en las zonas rurales se enfrentan a obstáculos aún mayores, ya que tienen menos probabilidades de asistir a la escuela, recibir atención sanitaria o acceder a oportunidades de empleo y capacitación. 

A pesar de estos enormes desafíos, a menudo en las estrategias y programas de desarrollo rural se pasa por alto a las personas con discapacidad. Su exclusión de los procesos de toma de decisiones, tanto en los hogares como en las comunidades, las instituciones y el Gobierno, perpetúa las disparidades y frena el avance hacia una sociedad más inclusiva. 

Las oportunidades

Cuando se les garantiza la igualdad de oportunidades, las personas con discapacidad pueden impulsar el desarrollo sostenible y aportar contribuciones inestimables a sus hogares y comunidades. Por ello, debemos eliminar las barreras que obstaculizan su plena participación y prosperidad. 

A tal fin, las personas con discapacidad deben ser reconocidas explícitamente como un grupo objetivo específico en las políticas y programas de desarrollo rural. Además, deben adoptarse enfoques que respondan a sus necesidades, intereses y derechos concretos. La recopilación y el análisis de datos desglosados son fundamentales para comprender cuáles son estos factores, así como para garantizar una planificación y una prestación de apoyo más eficientes y equitativas.  

De hecho, solo si la transformación rural es inclusiva podrá reducir la pobreza y reforzar la resiliencia, al tiempo que se respetan los derechos humanos. Si no incluimos plenamente a las personas con discapacidad en todo lo que hacemos, no será posible alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Mediante la incorporación de la discapacidad en todos los programas de desarrollo, podemos prestar apoyo a estas personas en su empeño por crear sociedades rurales accesibles e inclusivas en las que todos tengan la oportunidad de contribuir y prosperar. 

La labor del FIDA

La Estrategia para la Inclusión de la Discapacidad (2022-2027) es el principal marco rector del FIDA para promover los derechos y la participación equitativa de las personas con discapacidad en todos los aspectos de su labor. 

El enfoque del FIDA se centra en dos resultados principales, a saber: 

  1. aumentar la inclusión de la discapacidad en la programación de los proyectos respaldados por el FIDA, y 

  2. consolidar al FIDA como una organización que valora y promueve la diversidad y la inclusión. 

 

Entre 2021 y 2024, gracias al Programa de Fomento de la Transformación Rural Inclusiva (SPARK), financiado mediante una donación del FIDA, se incorporó satisfactoriamente la inclusión de la discapacidad en los proyectos financiados por el Fondo en Burkina Faso, la India, Malawi y Mozambique, lo que permitió empoderar directamente a más de 7 000 personas con discapacidad en las economías rurales. En el marco de este programa se elaboraron y ensayaron enfoques innovadores de programación inclusiva, al tiempo que se fomentó la capacidad del personal del FIDA, las organizaciones de personas con discapacidad y los interlocutores gubernamentales. Entre los logros alcanzados cabe destacar los siguientes: 

  • Se capacitó a 84 facilitadores para la inclusión de personas con discapacidad (36 mujeres y 48 hombres), que luego prestaron 1 646 servicios profesionales a 65 821 partes interesadas, como sesiones de sensibilización, auditorías de accesibilidad, seminarios de programación inclusiva, formación orientada a mejorar la empleabilidad y reuniones con las autoridades de distrito. 

  • El servicio de asistencia del programa SPARK atendió a más de 4 800 usuarios y ofreció a particulares y organizaciones de todo el mundo información especializada y adaptada sobre la inclusión de la discapacidad en el desarrollo rural. 

  • Se crearon 14 prototipos a partir de los procesos de Innovación Social y AgriLab del programa SPARK, entre los que se incluyen herramientas agrícolas adaptadas para la agricultura inclusiva. 

  • El servicio de asistencia del programa SPARK atendió a más de 4 800 usuarios y ofreció a particulares y organizaciones de todo el mundo información especializada y adaptada sobre la inclusión de la discapacidad en el desarrollo rural. 

En 2025, el FIDA tiene siete proyectos en curso destinados específicamente a las personas con discapacidad, y se ha comprometido a diseñar al menos otros cinco antes de 2028. 

El FIDA también está creando un entorno de trabajo en el que se tiene en cuenta la discapacidad para todo su personal, en consonancia con la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad, sobre la que el Fondo informa anualmente. En 2024, el FIDA cumplió o superó 11 de los 15 indicadores de resultados de dicha estrategia, lo que demuestra su firme compromiso con la promoción de la inclusión de la discapacidad y la mejora de sus resultados a lo largo del tiempo. La incorporación de la inclusión de la discapacidad es una responsabilidad compartida por todo el personal del FIDA, que en un curso en línea específico aprende los pasos clave que deben seguirse para incorporar las consideraciones relativas a la discapacidad en el diseño de los proyectos. 

Expertos

Valentina Franchi

Senior Technical Specialist, Gender and Social Inclusion

[email protected]

Contacto

Para obtener más información sobre las personas con discapacidad en las zonas rurales, escriba a

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