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En Tayikistán, un agricultor entre su rebaño de cabras

Sector ganadero

60%
de los hogares rurales de los países de ingreso mediano bajo se basan en la ganadería  
40%
del valor agrícola mundial procede de la ganadería 
350+
proyectos que el FIDA ha financiado desde el 2010 están relacionados con el sector ganadero
© FIDA/ Didor Sadulloev
La ganadería es una fuente de alimentos e ingresos para muchas poblaciones rurales pobres de todo el mundo. Para erradicar la pobreza y el hambre es esencial fomentar la sostenibilidad de la producción ganadera y las cadenas de valor al tiempo que se afrontan los retos que plantea el cambio climático. 

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El contexto

La ganadería es fundamental para la seguridad alimentaria y la nutrición de más de 1 000 millones de habitantes del medio rural, ya que representa alrededor del 40 % del valor total de la producción agropecuaria a escala mundial. La cría de ganado no solo es una actividad tradicional en muchas comunidades rurales, sino también un medio de producir alimentos en tierras en las que no se puede cultivar

Sin embargo, para muchas personas que viven en el medio rural en condiciones de pobreza, la falta de recursos e información, así como el escaso acceso a los mercados y los servicios esenciales, conllevan que no puedan sacar todo el provecho que podrían de la actividad ganadera que desarrollan. Muchas de esas personas carecen de acceso a piensos y forrajes de calidad o no pueden permitírselos. Sus rebaños y su producción pueden verse afectados por enfermedades animales. Aunque el ganado puede ser su mayor inversión financiera, muchos hogares pobres no tienen acceso a razas y animales más resilientes y productivos. 

La ganadería también repercute en el clima y el medio ambiente, lo que a su vez conduce a que la población rural sufra más sus efectos. Alrededor del 12 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero proceden de la ganadería. De no adoptarse prácticas óptimas a mayor escala, se corre el riesgo de aumentar el nivel de emisiones para poder satisfacer la creciente demanda de carne, leche y huevos. También se corre el peligro de agravar problemas ambientales como la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación del agua y el aire. 

Las oportunidades

La producción de ganado mayor y menor ―desde vacas y camellos hasta cerdos y aves de corral, pasando por búfalos y abejas― puede suponer una enorme diferencia en los ingresos de la población rural, además de contribuir a la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fomentar la resiliencia.  

El sector ganadero produce diversos alimentos nutritivos y ricos en proteínas, como huevos, carne y leche. Estos alimentos pueden transformarse en diferentes productos, lo que permite tener una alimentación variada y diversificar los ingresos. De los animales también se obtienen cuero, pieles y fibras, como la lana, el mohair y la cachemira. Las abejas no solo producen miel, sino que también son importantes polinizadoras. El estiércol aumenta la fertilidad del suelo y puede transformarse en combustible para cocinar usando digestores de biogás. El ganado puede proporcionar tracción animal en las labores agrícolas y transportar personas y mercancía a los mercados.

Para las familias rurales pobres cuyo acceso a los servicios financieros es limitado, el ganado suele ser un activo: compran animales cuando les queda dinero y los venden cuando necesitan efectivo. La compraventa les permite fortalecer su resiliencia frente a las crisis económicas y climáticas. 

Se calcula que entre 2012 y 2050 la demanda de carne y leche aumentará un 52 % y un 40 %, respectivamente. Dado que muchos hogares rurales pobres se dedican a la ganadería, esta creciente demanda ofrece una oportunidad única para aliviar la pobreza si consiguen acceder a los mercados.  

Una mejor ordenación ganadera puede redundar en la reducción de las emisiones y del impacto ambiental. Por ejemplo, los rumiantes son fundamentales para la salud de los pastizales. Es necesaria una ordenación cuidadosa del ganado para evitar la invasión por la maleza, frenar la degradación del suelo y fomentar la biodiversidad. Las aves de corral y los cerdos pueden ser eslabones fundamentales de los sistemas de agricultura circular, dado que consumen residuos agrícolas vegetales y restos de comida y producen estiércol. 

La labor del FIDA

  • El FIDA presta apoyo a la población rural más pobre del mundo para que su producción ganadera sea resiliente y eficiente. Nuestros proyectos canalizan recursos y tecnologías para mejorar la salud y el pienso de los animales. También contribuyen a aumentar el acceso a razas y animales más productivos y resilientes al cambio climático y a los riesgos para la salud. Gracias a nuestro apoyo, los ganaderos mejoran su gestión de los piensos, el estiércol y los pastizales, lo que les permite reducir su impacto en el medio ambiente.  

  • Reforzamos las cadenas de valor ganaderas para mejorar el acceso de la población del medio rural a alimentos nutritivos y de origen animal producidos con bajas emisiones. Para ello invertimos en tecnologías en toda la cadena de valor, como las relacionadas con las energías renovables, en infraestructuras para reducir la pérdida de alimentos y en equipos para transformar los alimentos en productos de alto valor como el yogur y, a la vez, ampliamos el acceso a los mercados. Esta labor permite a los ganaderos obtener mayores ingresos con menos animales pero de mayor calidad. 

  • Las mujeres suelen desempeñar un papel importante en el cuidado del ganado y la comercialización de los productos. Apoyamos su empoderamiento económico y social a través de la actividad ganadera y tratamos de romper los ciclos de la pobreza. 

  • Promovemos el acceso a servicios como los seguros contra riesgos climáticos, apoyamos soluciones al cambio climático que fomenten la participación y mejoramos los medios de vida de los pequeños productores. 

  • Nuestros proyectos generan conocimientos y respaldan la elaboración de políticas en aras de la sostenibilidad de las cadenas de valor ganaderas. Por ejemplo, en colaboración con 15 países que han firmado el Compromiso Mundial sobre el Metano, estamos integrando la reducción de este gas en los compromisos nacionales mediante la inversión en ganadería.  

  • También colaboramos en el desarrollo de herramientas como GLEAM-i, que permite evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del sector ganadero. Los hallazgos obtenidos orientan los compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático y dan pie que a los países movilicen financiación para el clima. 

Expertos

Anne Mottet

[email protected]
Charles Odhong'

Country Technical Analyst

[email protected]

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