Nuestra visión
La visión del FIDA es lograr economías rurales dinámicas, inclusivas y sostenibles, donde las personas no padezcan ni hambre ni pobreza.
En casi todos los lugares del mundo, los sistemas alimentarios vigentes no logran proporcionar alimentos nutritivos suficientes para toda la población. Se estima que unos 735 millones de personas padecen hambre.
El 33 % de las personas adultas que viven en el medio rural padecen inseguridad alimentaria, una proporción superior a la de sus homólogas del medio urbano. Muchas de las personas que cultivan los alimentos que consumimos no pueden permitirse llevar una alimentación variada.
Los métodos de producción y elaboración de los alimentos que se siguen hoy en día también tienen efectos negativos sobre la naturaleza y el clima. La agricultura es responsable de hasta un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero y de hasta el 80 % de la pérdida de biodiversidad.
La transformación de los sistemas alimentarios para que sean más sostenibles, resilientes, equitativos y saludables es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cumplir los compromisos climáticos mundiales y dar lugar a un mundo sin hambre.
Enlaces rápidos
En 2021, el Secretario General de las Naciones Unidas convocó la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios en colaboración con los organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma —a saber, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP)—, el Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios y el sistema de las Naciones Unidas en general.
En la Cumbre se reunieron agentes fundamentales de todos los sectores con el objetivo de concebir soluciones para poder contar con sistemas alimentarios más sostenibles, equitativos, saludables e inclusivos. El Momento para hacer balance de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios dos años después de su celebración brindó la oportunidad de examinar los compromisos y evaluar los progresos realizados desde la celebración de la Cumbre.
Como parte integrante de este movimiento mundial, el FIDA está trabajando en los siguientes compromisos:
Perfilar la agenda de financiación con el Banco Mundial a través de la medición de los flujos financieros hacia los sistemas alimentarios (3FS), que proporciona datos para movilizar a los Gobiernos, los donantes y el sector privado con el fin de que inviertan en la transformación de los sistemas alimentarios.
Impulsar el progreso en la transformación de los sistemas alimentarios a través del Centro de Coordinación de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, en el que los responsables de la adopción de decisiones, los expertos y las partes interesadas debaten los problemas más acuciantes que afectan a los sistemas alimentarios.
Encabezar la coalición de bancos públicos de desarrollo para aumentar las inversiones verdes e inclusivas en los sistemas alimentarios.
Aprovechar la labor de codirección de la coalición sobre el trabajo decente para velar por que todos los trabajadores de los sistemas alimentarios tengan medios de vida equitativos y dispongan de suficientes alimentos nutritivos.
Destinar el 100 % de los préstamos y las donaciones que concede el FIDA a la creación de sistemas alimentarios resilientes e inclusivos, con el fin de contribuir a la transformación de los sistemas alimentarios nacionales.
El FIDA es la única institución financiera internacional cuyo mandato se centra en invertir en la población rural y, como tal, desempeña una función singular en la transformación de los sistemas alimentarios.
El FIDA se ha comprometido a reunir la financiación necesaria para transformar los sistemas alimentarios. Para lograr un mayor efecto y más sostenible para los pequeños agricultores y otras personas que realizan una labor esencial en los sistemas alimentarios, en el FIDA se reúnen los Gobiernos, los asociados para el desarrollo, el sector privado y la población rural.
Las inversiones del FIDA están orientadas a la población rural de países de ingreso bajo y mediano bajo, y el cambio climático se ha incorporado a todos los proyectos de la cartera del Fondo.
El FIDA toma parte en asociaciones que refuerzan los sistemas alimentarios. Entre ellas cabe citar la estrecha colaboración con los demás organismos con sede en Roma, la Coalición Mundial para las Comidas Escolares y la Coalición por un Trabajo Decente en favor de Sistemas Alimentarios Equitativos, y una plataforma para bancos públicos de desarrollo en el marco de la iniciativa Finanzas en Común.
Con nuestro apoyo, la población rural —incluidas las mujeres, la gente joven, las personas con discapacidad y los Pueblos Indígenas— participa de manera activa en el diseño y la ejecución de los proyectos, transformando así los sistemas alimentarios e impulsando su propio desarrollo.