En pocas palabras, el FIDA se centra en invertir en la población rural, para lo cual se encarga de financiar programas, evaluar los resultados obtenidos, fomentar las innovaciones y trabajar con las propias comunidades rurales.
Descubra cuáles son nuestras principales áreas de trabajo, que van desde el fomento de la resiliencia hasta el empoderamiento de la población rural y la protección del medio ambiente.
Los proyectos del FIDA entre bastidores: todo lo que siempre quiso saber
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El FIDA financia proyectos que benefician a los productores en pequeña escala y contribuye a que las poblaciones rurales puedan salir por sí mismas de la pobreza. Pero ¿cómo lo hacemos exactamente? Descubra qué sucede entre bastidores a través de nuestras respuestas a las principales preguntas de quienes siguen de cerca nuestra labor.
A la hora de seleccionar nuevas zonas en las que llevar a cabo los proyectos, empezamos por ponernos en contacto con funcionarios gubernamentales e interesados a escala local para conocer dónde es más grave y está más generalizada la pobreza rural, además de basarnos en los datos disponibles y los conocimientos locales. Con miras a evitar solapamientos y promover la colaboración entre organismos, tenemos en cuenta otros programas de desarrollo en la zona.
A continuación, estudiamos los factores que condicionan la pobreza en esas zonas y las posibles oportunidades económicas para las personas que las habitan.
Una vez que se ha seleccionado la zona del proyecto, el FIDA determina qué comunidades y poblaciones es probable que enfrenten dificultades para mejorar su situación económica y que se beneficiarían de las oportunidades que brindan los proyectos. Normalmente esas personas son los productores en pequeña escala y los propietarios de pequeños negocios de la cadena alimentaria.
El diseño de un proyecto implica determinar cuáles son las necesidades locales y las oportunidades económicas para los productores pobres en pequeña escala, para luego disponer una serie de intervenciones que les permitan aprovechar esas oportunidades. A tal fin, colaboramos con los participantes de los proyectos y las organizaciones locales, en particular las organizaciones de agricultores y los grupos de ahorro, con miras a garantizar que nuestros proyectos atiendan las necesidades de las personas.
Por ejemplo, en Túnez, en el marco del Proyecto de Desarrollo Agropastoral y de las Cadenas de Valor Conexas en la Gobernación de Médenine (PRODEFIL) se seleccionó a varias mujeres desempleadas del medio rural que sabían tejer y se les facilitó efectivo, máquinas de coser y telares, así como la oportunidad de emprender un negocio sólido. En Nepal, los miembros del equipo del Proyecto de Adaptación Orientada a los Pequeños Agricultores en las Zonas Montañosas (ASHA) se ponen en contacto con las personas con discapacidad del ámbito local para garantizar que tienen la oportunidad de aprender cómo cultivar y comercializar sus productos.
Vinculamos nuestros proyectos con las estrategias de desarrollo agrícola de los Gobiernos para que puedan tomar el relevo y seguir generando impacto incluso después de que hayan finalizado.
Normalmente, la gestión de los proyectos incumbe a pequeños equipos denominados unidades de gestión de los proyectos, conformados por funcionarios gubernamentales y asistentes técnicos que han pasado un riguroso proceso de selección, y en ocasiones esa unidad puede integrarse dentro de una organización contratada, como una ONG local.
Por lo general, las actividades de los proyectos son ejecutadas por los ministerios competentes, los organismos públicos, las ONG y las empresas privadas, en aplicación de los procedimientos gubernamentales en materia de planificación, presupuestación y adquisiciones y contrataciones. Esta práctica ayuda a simplificar los procesos, pero el FIDA puede optar por seguir su propio Manual para la adquisición de bienes y la contratación de obras y serviciosen caso de que el marco local de adquisiciones y contrataciones no se ajuste a las normas exigidas de transparencia y eficiencia.
Durante un proyecto, además de aportar financiación, el FIDA se ocupa de la supervisión y de prestar apoyo a la ejecución. Los consultores y especialistas técnicos del Fondo visitan los proyectos al menos una vez al año para evaluar sus resultados y eficiencia y las probabilidades de que alcancen los objetivos previstos.
Durante sus visitas, el personal del FIDA también pide su opinión a los participantes para conocer si se están cumpliendo sus expectativas.
Soy proveedor de servicios. ¿Cómo puedo pasar a formar parte de la lista de proveedores del FIDA?
Soy productor en pequeña escala o agroempresario. ¿Cómo puedo recibir apoyo?
En los proyectos y programas del Fondo, colaboramos estrechamente con las organizaciones y los Gobiernos locales para determinar quiénes son los que más apoyo necesitan (véase “¿A quién presta apoyo el FIDA?”). Manténgase en contacto con ambas partes para estar informado de las próximas actividades del FIDA en su comunidad.
En lo que respecta a las donaciones del Fondo, la selección de los beneficiarios más idóneos y pertinentes desde un punto de vista estratégico resulta fundamental para alcanzar los objetivos del programa de donaciones. Su selección se lleva a cabo a través de un proceso competitivo riguroso y transparente sobre la base de una convocatoria de propuestas. También promovemos donaciones sufragadas por otras fuentes de financiación. Además, las actividades que realizan los receptores de las donaciones también suelen consistir en la prestación de apoyo.
Si tiene alguna otra pregunta sobre las actividades financiadas mediante donaciones, póngase en contacto con el equipo del FIDA en el país o con los beneficiarios de donaciones en curso que se encuentren en su misma zona.
¿Qué sucede cuando los proyectos terminan?
Se espera que los proyectos que han demostrado ser eficaces sigan beneficiando a los participantes y las comunidades incluso después de su finalización. La evaluación que se realiza al finalizar el proyecto se centra en el logro de los efectos directos previstos y valora la eficacia, la eficiencia y la sostenibilidad.
Además, en el Informe de evaluación del impacto del FIDA se evalúa al menos un 15 % de los proyectos que se concluyen a fin de determinar el impacto que han tenido en los ingresos, el empoderamiento, la nutrición y otros aspectos. Las conclusiones se transmiten al Gobierno y otras partes interesadas y se someten a debate.