Muchas personas que viven en condiciones de extrema pobreza obtienen alimentos, combustible, fibras e ingresos gracias a la ganadería. Dado que tres de cada cinco hogares rurales se dedican a la cría de ganado, la ganadería está ganando importancia en la cartera del FIDA.
Aunque la ganadería es uno de los sectores que produce más emisiones de gases de efecto invernadero, desempeña un papel fundamental en la generación de ingresos, el fomento de la resiliencia, la reducción de las emisiones de ese tipo de gases y el secuestro de un mayor volumen de carbono.
Reducir o suspender las inversiones en el sector ganadero puede tener efectos negativos en los medios de vida de los pastores y los pequeños agricultores, y además puede provocar un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero a medio plazo.
En este documento de posición se ofrecen cinco recomendaciones para que las inversiones en la ganadería permitan obtener mejores resultados climáticos y ayuden a mejorar los medios de vida y la nutrición:
Integrar las intervenciones ganaderas climáticamente inteligentes en toda la cartera del FIDA.
Promover el uso de indicadores e instrumentos sencillos para medir los resultados climáticos de las inversiones ganaderas.
Mejorar el acceso a la financiación para desarrollar cadenas de valor ganaderas con bajas emisiones.
Mejorar la capacidad de realizar intervenciones ganaderas resilientes y con bajas emisiones.
Elaborar y respaldar políticas públicas en consonancia.