Alemania y el FIDA comparten un fuerte compromiso para acabar con la pobreza y el hambre. La iniciativa especial de Alemania ‘’One World’’ – No hunger ‘’Un mundo’’ - Sin hambre y el mandato del FIDA están fuertemente alineados. Ambos colocan a los pequeños agricultores y la población rural como eje de su trabajo. Los dos, Alemania y el FIDA reconocen que el futuro está en las zonas rurales, donde vive el 80% de las personas más pobres del mundo.

Alemania es miembro fundador del FIDA y uno de sus principales donantes. Mediante contribuciones financieras, la participación en la gobernanza del FIDA y la participación de las instituciones de desarrollo alemanas, Alemania ayuda a impulsar la innovación dentro del Fondo.

La visión compartida para el desarrollo rural de Alemania y el FIDA se ve resaltada por un acuerdo de asociación estratégica. El acuerdo establece áreas claves de colaboración, que incluyen: nutrición, igualdad de género, inversiones privadas inclusivas, innovación, adaptación al cambio climático y creación de empleos para los jóvenes rurales.

El enfoque del FIDA para la transformación rural abarca todos estos elementos: sus programas financiados que ayudan a las mujeres y los hombres de las zonas rurales a producir más alimentos, a administrar los recursos naturales de manera sostenible, a iniciar negocios, a crear organizaciones sólidas y a tener voz en las decisiones que afectan sus vidas. Los proyectos financiados por el FIDA están diseñados para escalar. Esto significa que los enfoques innovadores que introducen pueden ser replicados por otros y llegar a tantas personas como sea posible. El FIDA aprovecha los recursos básicos que recibe. Cada dólar que Alemania invierte en el FIDA entrega una inversión total a favor de los pobres equivalente a 4 dólares. El Fondo tiene 40 oficinas en los países del mundo en desarrollo y tiene su sede en Roma (Italia) el centro de alimentación y agricultura de las Naciones Unidas.