España es un miembro fundador del FIDA y ha contribuido con un total de USD 99,7 millones a los recursos ordinarios del Fondo. Adicionalmente, España ha proporcionado un total de USD 18,0 millones en fondos suplementarios.

La asociación de España y el FIDA se ha centrado en invertir en la agricultura en pequeña escala para asegurar la seguridad alimentaria y la nutrición. Asimismo, se le da un énfasis particular a la igualdad de género, a la adaptación al cambio climático, al uso de tierras de manera sostenible, la inclusión financiera y el aumento de acuerdos con el sector privado.

El compromiso de España con el FIDA se ve mejor reflejada en su rol como pionero en el desarrollo de nuevos instrumentos de financiación para el Fondo. En 2010, España apoyó a establecer el Fondo Fiduciario de España para el mecanismo de cofinanciación de la seguridad alimentaria. Un préstamo favorable de USD 285,5 millones y una donación de USD 14,5 millones permitió al FIDA proporcionar financiación adicional a través de condiciones ordinarias y muy favorables a 24 países. El fondo fiduciario se ha convertido en un índice de referencia que el FIDA y otras instituciones financieras internacionales de orientación similar utilizan para movilizar más recursos financieros para el desarrollo de los pequeños agricultores.

Gracias a la experiencia del Fondo Fiduciario de España, el FIDA pudo elaborar posteriormente el Marco para la Obtención de Empréstitos Soberanos, aprobado por la Junta Ejecutiva en 2015. Esto le permitió al Fondo negociar con éxito sus préstamos del Banco Alemán  de Desarrollo (KfW) y de la Agencia Francesa de  Desarrollo AFD.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que tiene como finalidad erradicar la pobreza de aquí a 2030, solicita a todas las partes interesadas que aporten recursos adicionales considerables.

En la Estrategia financiera para la Undécima Reposición de los Recursos del FIDA (FIDA11) y reposiciones posteriores se propone que la obtención de empréstitos constituya un elemento fundamental para ampliar la disponibilidad general de recursos, a fin de que el Fondo pueda satisfacer la demanda de sus Estados Miembros.