El Japón es un firme defensor de la “seguridad del ser humano”, un principio que se aplica al comprometerse en prestar apoyo a las personas más vulnerables abordando ampliamente todas las dimensiones de la existencia, los medios de vida y la dignidad al mismo tiempo.

La visión del Japón es compartida por el FIDA, cuyo mandato consiste en empoderar desde el punto de vista económico y social a la población rural más pobre de zonas remotas en los países en desarrollo. El enfoque estratégico del FIDA se ajusta estrechamente a las prioridades de asistencia oficial para el desarrollo del Japón, en particular la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición. El Japón es un líder mundial reconocido en materia de nutrición y será anfitrión de la Cumbre sobre Nutrición para el Crecimiento que se celebrarán en Tokio en 2020. La nutrición está firmemente arraigada en las estrategias y los compromisos institucionales del FIDA, que cuenta con un plan de acción en la materia.

Además, es la única organización mundial para el desarrollo que se dedica exclusivamente a transformar la agricultura, las economías rurales y los sistemas alimentarios para hacerlos más inclusivos, productivos, resilientes y sostenibles.

El Japón es uno de los principales asociados del FIDA, al cual proporciona orientación estratégica, y ha aportado a sus reposiciones más de USD 562 millones en total, además de recursos suplementarios por un monto total de USD 10,5 millones.