Roma, 10 de febrero de 2025. Mientras la comunidad internacional se enfrenta a una incertidumbre sin precedentes y a una fragmentación cada vez mayor, los líderes de los Pueblos Indígenas del Sur Global se reúnen hoy y mañana en Roma para reafirmar su derecho a la libre determinación en su esfuerzo por lograr la seguridad y la soberanía alimentarias en un contexto de crisis climática y turbulencias geopolíticas.
“El derecho a la libre determinación es fundamental: no puede haber soberanía ni seguridad alimentaria sin la protección de los territorios indígenas”, ha declarado Myrna Cunningham, presidenta del Comité Directivo, en la ceremonia de apertura de la séptima reunión mundial del Foro de los Pueblos Indígenas, una reunión consultiva en la que participan organizaciones de los Pueblos Indígenas, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA) y gobiernos, que se celebra en la sede del Fondo cada dos años desde 2013.
“Fortalecer la gobernanza indígena y reconocer el valor de los sistemas alimentarios tradicionales son pasos esenciales para avanzar hacia un futuro sostenible y equitativo para todos”, ha añadido Cunningham.
“La realización de los derechos de los pueblos indígenas a la autodeterminación, la seguridad alimentaria y la soberanía exige que cuestionemos nuestra mentalidad”, afirmó Álvaro Lario, Presidente del FIDA. “Esto significa, en parte, cuestionar activamente los sistemas heredados que refuerzan las desigualdades y las injusticias, y también tomar medidas cuando sea necesario”.
A pesar de que se encuentran entre los colectivos más vulnerables y más afectados por la crisis climática, la financiación para el clima no beneficia a los Pueblos Indígenas, sino más bien obstaculiza su seguridad alimentaria. A menudo, estos pueblos carecen de acceso a financiación para adaptarse al cambio climático y para fortalecer su resiliencia ante las crisis. Los líderes indígenas reclaman la necesidad urgente de una financiación para el clima que se adapte a sus problemas singulares y a sus propias soluciones. Sus iniciativas de desarrollo autónomo pueden fomentar la acción climática en pro de un mundo más sostenible, en el que las personas y el planeta puedan prosperar en armonía.
“El derecho de los Pueblos Indígenas a la libre determinación es una fuente de la cual se derivan muchos otros derechos, entre ellos el derecho a la alimentación y a la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria significa que los Pueblos Indígenas deben tener el control de su propia producción y prácticas alimentarias, incluso como forma de transmitir su cultura, conocimientos, valores, creencias y sentido de pertenencia. Esto también puede implicar la recuperación del orgullo de los pueblos indígenas por sus alimentos tradicionales, que fue agredido y destruido por la colonización”, ha declarado Albert K. Barume, el recién nombrado Relator Especial sobre los derechos de los Pueblos Indígenas.
Monseñor Fernando Chica Arellano, Observador Permanente de la Santa Sede ante los Organismos de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Roma leyó una carta del Papa Francisco: “La tierra, el agua y los alimentos no son simples mercancías, sino el fundamento mismo de la vida y el vínculo entre estos pueblos y la naturaleza. Defender estos derechos [de los Pueblos Indígenas] no es sólo una cuestión de justicia, sino la garantía de un futuro sostenible para todos.”
La séptima reunión mundial del Foro de los Pueblos Indígenas cuenta con la presencia de 42 delegados de 35 Pueblos Indígenas diferentes de 30 países. La reunión se celebra en vísperas del Consejo de Gobernadores anual del FIDA (48.o período de sesiones), máximo órgano decisorio de la única institución financiera internacional y organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas, que congregará a sus 180 Estados Miembros para debatir cómo ampliar la escala de las inversiones en las zonas rurales para erradicar el hambre y la pobreza para 2030.
El Foro se celebra tras una serie de reuniones regionales dirigidas a plasmar la diversidad de perspectivas y recomendaciones de los representantes de los Pueblos Indígenas de todo el mundo. Sirve de plataforma fundamental para la supervisión de políticas, y orienta la dirección estratégica y la movilización de recursos del FIDA.