Opiniones y reflexiones | 23 octubre 2024

El déficit de financiación para el clima asciende a USD 75 000: Una cifra imperfecta pero importante para los agricultores en pequeña escala

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

Por Jahan-Zeb Chowdhury

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Los agricultores en pequeña escala están en la primera línea de la crisis climática. Son los primeros en sentir los efectos de un período prolongado de sequía o una inundación devastadora. Los desiertos invaden sus pequeñas parcelas de tierra y el agua salada envenena el suelo en el que siembran sus cultivos. 

El 35 % de la oferta mundial de alimentos procede de pequeñas explotaciones agrícolas de menos de dos hectáreas. Esto significa que cuando su capacidad de producir alimentos está en riesgo, también el sistema alimentario mundial está en riesgo.  

Sin embargo, los agricultores en pequeña escala reciben solo el 0,8 % de la financiación para el clima cada año, apenas USD 5 300 millones, para adaptarse a esta nueva realidad climática. 

Pero, ¿cuánto necesitarían para poder hacer frente a los desafíos climáticos actuales? 

Por qué importa ahora esta cifra

En calidad de Especialista Técnico Principal del FIDA en Medio Ambiente y Clima, abogo por que se invierta en los agricultores en pequeña escala todos los días. En un contexto en el que los presupuestos destinados al desarrollo son cada vez más ajustados, también es más difícil hacerlo sin cifras fiables. 

Esta dificultad se ve agravada por el hecho de que faltan muchos datos y definiciones y los que hay son poco coherentes, empezando por la definición universal de “agricultor en pequeña escala”. Esto da lugar a discrepancias sobre la forma de evaluar sus necesidades financieras. 

Hemos carecido de cifras rigurosas por algún tiempo. En 2009, los países desarrollados acordaron que en 2020 movilizarían la figura algo arbitraria de USD 100 000 millones anuales en apoyo de la acción por el clima en los países en desarrollo. 

En 2015, en el marco del Acuerdo de París, se llegó al compromiso de establecer un nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre financiación para el clima. Este objetivo aportará claridad sobre la financiación disponible para que los países en desarrollo implementen sus próximos Planes climáticos nacionales, que vencen en febrero de 2025. 

El nuevo objetivo colectivo cuantificado se adoptará previsiblemente este año en la 29.ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Azerbaiyán. No obstante, pocas semanas antes de la Conferencia, los negociadores todavía no se han puesto de acuerdo sobre los elementos básicos necesarios para implementar este objetivo, empezando por la cantidad de dinero necesaria. 

Una comunidad dedicada a la agricultura en pequeña escala respaldada por el FIDA en Uganda. © IFAD/Kasujja Asaph

Cómo he calculado el déficit de financiación de USD 75 000 millones

A falta de una estimación del déficit de financiación para el clima para los agricultores en pequeña escala y teniendo en cuenta que la fecha establecida para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se está acercando rápidamente, he calculado una cifra aproximada, con algunas advertencias. 

Me basé en una tecnología simple. Como he mencionado antes, los agricultores en pequeña escala producen el 35 % de los alimentos del mundo. He partido de este dato para calcular la necesidad de financiación para el clima que necesitan en proporción. 

Esto es imperfecto: la proporción de alimentos producidos no equivale necesariamente a la proporción de financiación necesaria, sobre todo si tenemos en cuenta que la producción de las explotaciones agrícolas en pequeña escala se ve afectada de manera desproporcionada por la falta de inversión y el cambio climático. 

Sin embargo, constituye un punto de partida conservador para calcular el déficit. Otros puntos de partida podrían ser la proporción de explotaciones de representan, la proporción de trabajadores agrícolas empleados en explotaciones de pequeña escala o el número de personas que dependen de este tipo de explotaciones para obtener sus alimentos y medios de vida. Todos ellos arrojarían una estimación mucho más elevada de la necesidad real. 

En 2020, los datos de la Iniciativa de Política Climática indicaron que la financiación para el clima debía multiplicarse por siete y pasar de USD 28 500 millones a USD 199 500 millones, a fin de equipararse incluso con la hipótesis de transición climática más conservadora. Teniendo en cuenta que la inflación a largo plazo es de alrededor del 3 %, la financiación para el clima total anual necesaria para los sistemas agroalimentarios asciende a USD 224 500 millones

 

Esta cifra se obtiene suponiendo que los costos de adaptación y mitigación son los mismos para los agricultores en pequeña escala que para otros tipos de actores de los sistemas agroalimentarios. En realidad, los agricultores en pequeña escala hacen frente a costos desproporcionadamente más elevados debido al acceso limitado a la financiación y las tecnologías, la fragmentación de las tierras y la mayor vulnerabilidad al cambio climático. 

Basándonos en esto, el déficit de financiación entre los niveles actuales y una estimación conservadora de la financiación necesaria asciende a la alarmante cifra de USD 75 000 millones anuales. 

Dada la función crucial que desempeñan de alimentar al mundo, esta cifra parece una suma pequeña para que estos agricultores puedan adaptarse mejor y proteger no solo sus medios de vida, sino también la seguridad alimentaria mundial. 

Tiago, un agricultor en pequeña escala que recibe apoyo del FIDA prepara un envío de lechugas en el Brasil. © IFAD/Ueslei Marcelino

La moral y el imperativo financiero para prosperar

El mundo no está preparado para la intensificación de los efectos del cambio climático y en ningún otro ámbito esto es más evidente como en las comunidades agrícolas rurales. La diferencia cada vez mayor entre la financiación para el clima que necesitan estas comunidades y lo que reciben amenaza con agravar la inseguridad alimentaria, la pobreza y la migración. 

Abordar este desequilibrio no es únicamente un imperativo moral, sino también práctico. Invertir en los agricultores en pequeña escala es una de las formas más efectivas de proteger los sistemas alimentarios mundiales. 

El mensaje es simple: para proteger la seguridad alimentaria mundial, la financiación para el clima que se destina actualmente a los agricultores en pequeña escala debe multiplicarse urgentemente por 14. Debemos llegar al objetivo crítico de al menos USD 75 millones. 

En el FIDA, reconocemos la urgencia de este momento y ya sabemos que las inversiones específicas en los agricultores en pequeña escala pueden impulsar la adaptación y construir sistemas agrícolas resilientes. Nuestro objetivo es prestar financiación para el clima de forma rápida y a gran escala, para garantizar que los 500 millones de explotaciones en pequeña escala del mundo reciben los recursos que necesitan para adaptarse al clima cambiante y asegurar un suministro mundial de alimentos resiliente para todos nosotros. 

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