En el presente documento se destacan los principales resultados de las actividades llevadas a cabo en Eritrea en el marco de la Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis, financiada por del FIDA.
En los últimos años, Eritrea se ha enfrentado a múltiples crisis que han provocado escasez de alimentos, la subida de los precios y el aumento de las importaciones. Aparte de las invasiones de langostas del desierto y la pandemia de COVID-19, la grave sequía y la irregularidad de las precipitaciones han reducido el rendimiento de los cultivos. Además, los productores utilizan menos insumos agropecuarios debido al encarecimiento del combustible, el gas natural y los fertilizantes como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Estas intervenciones en Eritrea, financiadas por la Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis, se han centrado en proteger a los hogares pobres del medio rural de los efectos a corto plazo de la crisis en Ucrania y en fomentar la resiliencia a más largo plazo frente a futuras perturbaciones. En el marco de esta iniciativa, se promueve la producción local de semillas y cereales básicos y un mayor acceso a los insumos agropecuarios.