En pocas palabras, el FIDA se centra en invertir en la población rural, para lo cual se encarga de financiar programas, evaluar los resultados obtenidos, fomentar las innovaciones y trabajar con las propias comunidades rurales.
Descubra cuáles son nuestras principales áreas de trabajo, que van desde el fomento de la resiliencia hasta el empoderamiento de la población rural y la protección del medio ambiente.
Dos décadas después del primer Foro Campesino, cuatro líderes agricultores nos dan su opinión
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Cada cuatro años en Roma, se celebra la reunión mundial del Foro Campesino, que reúne en la Sede del FIDA a organizaciones de agricultores que representan en la escena mundial a millones de agricultores en pequeña escala. El Foro permite a los agricultores dar su opinión sobre las operaciones de FIDA, intensificar la colaboración y examinar las políticas.
En la octava reunión mundial, preguntamos a cuatro líderes de organizaciones de agricultores de alrededor del mundo acerca de los desafíos actuales, los nuevos acontecimientos y sus esperanzas para el futuro.
Este es mi tercer Foro Campesino y me alegra comprobar los progresos que se han realizado respecto de cuestiones que se habían planteado en el pasado. En la región de Asia y el Pacífico, estamos demostrando que las organizaciones de agricultores son proveedores de servicios eficaces y no solo receptores.
Los jóvenes tienen una gran capacidad para aumentar la productividad y las ventas con la tecnología digital. No obstante, nuestra principal preocupación es atraerlos a la agricultura porque carecen de los recursos para hacerlo, entre otras cosas, el acceso al capital y los recursos naturales.
Los agricultores también se ven sumamente afectados por los desafíos relacionados con el clima. Sin embargo, no somos solo víctimas, somos también los primeros en responder. Debemos trabajar juntos con el FIDA para poder prestar servicios a nuestros miembros y crear sistemas alimentarios que sean más resilientes al clima. Ello debe pasar por aumentar el acceso a la financiación destinada al clima.
En Palestina, el sector agrícola y la seguridad alimentaria están amenazados por el conflicto actual y el bloqueo del acceso a recursos agrícolas cruciales, como el agua y la tierra. Para lograr la seguridad alimentaria, Palestina necesita que la producción de alimentos sea independiente y necesita paz.
La unión de agricultores de Palestina promueve técnicas de agricultura inteligente, como la hidroponía, entre nuestros miembros. Esto permite que los agricultores minimicen los costos de producción y aumenten la producción y los beneficios.
Las organizaciones de agricultores trabajan en beneficio de los agricultores velando por que sus derechos queden reflejados en las políticas y las leyes en la materia. Las organizaciones de agricultores pueden ayudar a mejorar el desarrollo del sector agrícola porque trabajan en zonas remotas donde viven agricultores, pero donde los gobiernos no son capaces de llegar.
Sin estas organizaciones, los agricultores están desprotegidos y desorientados y no pueden hacerse oír. Las organizaciones de agricultores hablan por los agricultores, representan sus intereses y defienden sus derechos.
Lo que entusiasma a mis miembros son las nuevas tecnologías, ya que animan a los jóvenes y las mujeres a introducirse en la agricultura y a considerarla como un proyecto empresarial con el que pueden ganarse la vida. Las mujeres en particular tienen dificultades para acceder a la financiación y no se sienten empoderadas para establecer redes. Queremos mostrarles que pueden utilizarlas para asignarles más tareas.
Todos los agricultores están preocupados por el cambio climático, bien porque padecen la sequía, bien porque sufren las inundaciones, lo cual verdaderamente afecta a la producción.
Lo más urgente ahora mismo es la capacitación, sobre todo de los jóvenes, para que tengan la confianza suficiente para introducirse en el sector agrícola. También necesitamos fortalecer las cadenas de valor, lo que a su vez favorece la creación de empleo y el aumento de los ingresos.
Los agricultores en pequeña escala del Uruguay necesitan tres cosas para seguir produciendo alimentos: políticas públicas específicas, apoyo para hacer frente al cambio climático y desarrollo rural.
En los tres últimos años, la sequía ha provocado cuantiosas pérdidas en el Uruguay. La disminución de las cosechas, el aumento de los costos y los problemas para acceder al agua han conllevado la reducción de los ingresos. Con un clima que cambia con rapidez y fenómenos meteorológicos extremos que cada vez son más frecuentes, los productores se enfrentan a riesgos cada vez mayores.
Nuestra organización ha colaborado con numerosas explotaciones ganaderas en pequeña escala en materia de prácticas de gestión y ha constatado que una cosa está clara: es posible aumentar los ingresos y al mismo tiempo proteger el entorno natural. Hemos mostrado que las explotaciones ganaderas familiares pueden ser sostenibles.