Voces del mundo rural | 4 junio 2024

Restaurar los ecosistemas desde los cimientos

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos
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Los sistemas alimentarios se están desmoronando debido al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la destrucción de los ecosistemas.

La escasez de recursos hídricos y las sequías graves están degradando los suelos y han reducido la productividad de casi el 25 % de la tierra.

No obstante, si la población rural toma la iniciativa aún es posible invertir la tendencia, restaurar los ecosistemas y gestionar la tierra y el agua de forma sostenible.

Aprender de las comunidades locales

En el sur de Mauritania, la escasez de lluvias ha transformado los campos en tierras baldías en las que nada puede crecer. Cuando llueve, a menudo lo hace de manera torrencial, con lo que la capa superficial del suelo termina arrasada.

Los habitantes de Ifeih Ould Messoud (Mauritania) sabían que la tierra necesita retener el agua para ser fértil, pero no contaban con los recursos necesarios para facilitar esa situación.

Ahora, gracias al apoyo del FIDA mediante el proyecto PROGRES, construyen diques para contener las inundaciones, proteger los campos de las aguas de lluvia torrenciales y permitir que la escorrentía se infiltre lentamente en el suelo.

Con el tiempo, se acumulará suelo fértil y bajo este habrá un rico depósito de aguas subterráneas. Ello facilitará el cultivo de plantas forrajeras y la vegetación silvestre, con lo que contribuirá a mantener el desierto a raya.

Sidi Oumarou construye gaviones de piedra en Ifeih Ould Messoud (Mauritania). PROGRES paga a la población local para que refuerce los diques con el fin de retener el agua de las lluvias torrenciales y almacenar la escorrentía para que riegue los campos.© IFAD/Ibrahima Kebe Diallo

Empoderar a las mujeres

Pese a que las mujeres constituyen casi la mitad de la población rural que trabaja en la agricultura, muchas de ellas no tienen acceso a la propiedad de la tierra que cuidan, lo que impide que puedan tomar las medidas necesarias para restaurarla.

Cuando falleció su esposo, Indo no pudo heredar la tierra de la familia debido a que la costumbre imperante en el Níger lo impedía. Indo contempló el avance del desierto, que iba apoderándose de la tierra mientras esta permanecía desatendida.

Decidida a evitar que su tierra se tornara estéril, Indo se puso en contacto con el Club Dimitra, un grupo comunitario que cuenta con el apoyo del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, y recibió información acerca de los marcos jurídicos que respaldaban su derecho a heredar.

Tras ganar el caso ante la comisión de tierras, Indo comenzó a tomar medidas para proteger sus tierras de la desertificación. Por ejemplo, utiliza bioplaguicidas y estiércol para preparar sus campos de forma sostenible y restaurar el suelo.

Ahora que es propietaria obtiene suficientes ingresos para mantener a sus hijos y contribuye a frenar la desertización.

Tomar decisiones en grupo

Antes, los agricultores de la provincia de Khatlon (Tayikistán) llevaban el ganado a pastar sin coordinación ni planificación previas. Ello degradaba los pastos compartidos.

En cambio, hoy en día, las cosas han cambiado. Los habitantes de las aldeas han agrupado sus rebaños y los pastores, como Davlat Safarov, son contratados para que lleven los rebaños comunes a pastar en función de un calendario de uso rotatorio de los pastizales establecido por el Sindicato de Usuarios de los Pastizales.

Gracias a dicha plataforma, creada por el Proyecto de desarrollo ganadero y de pastizales - Fase II, apoyado por el FIDA, las comunidades deciden de manera conjunta cómo gestionar sus pastizales de forma equitativa y sostenible, y tienen en cuenta la conveniencia para cada pastor y el interés ambiental.

“Nuestros pastizales han recuperado su buen estado, con abundante pasto comestible y diversidad de vegetación”, afirma Davlat. “Estamos contentos: ahora nuestros animales están más sanos y son más productivos”.

Davlat Safarov es uno de los pastores contratados por la aldea de la provincia de Khatlon para llevar a pastar el rebaño colectivo. El pastoreo rotativo mejora el crecimiento de los pastizales, evita la extinción del forraje e invierte la erosión extensiva. © IFAD/Didor Sadulloev

Sustituir los métodos que ya no son útiles

Algunos métodos agrícolas tradicionales dejan de funcionar a medida que aumenta la población y se incrementa la presión sobre los ecosistemas.

Los agricultores del estado de Mizoram (India) solían practicar el jhum, consistente en quemar una parcela de bosque y cultivarla después durante años. Dicho método resultaba útil cuando se podía conceder un descanso de varios años a la tierra antes de volver a trabajarla. Sin embargo, con la creciente presión sobre la tierra disponible, el período de barbecho se redujo a la mitad, y ello impidió que la tierra pudiera recuperarse.

En el marco del proyecto FOCUS, que cuenta con el respaldo del FIDA, se trabaja con los agricultores para incorporar técnicas más sostenibles, como la agrosilvicultura, la gestión de los recursos hídricos y las prácticas agrícolas integradas. Todas estas técnicas fomentan el cultivo asentado sostenible.

Las terrazas construidas por el proyecto FOCUS facilitan los cultivos en la ladera, con lo que los agricultores pueden pasar del cultivo jhum a la agricultura asentada. © FOCUS

La tierra posee una capacidad increíble para restaurarse a sí misma, si se le concede la oportunidad de hacerlo. Cuando se involucra y se empodera a la población rural que más depende de la tierra, se posibilita la recuperación de las tierras degradadas y se dota a los sistemas alimentarios de sostenibilidad desde la base.

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