Voces del mundo rural | 24 abril 2024

Tras el ciclón Freddy, la inversión trae esperanza al medio rural de Malawi

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El ciclón Freddy, el ciclón tropical más potente y de mayor duración que se ha registrado, azotó el sur de África en marzo de 2023.   

Malawi sufrió las peores consecuencias: más de 1 200 personas perdieron la vida y cientos de miles se vieron obligadas a desplazarse. Las casas quedaron destruidas; los cultivos, arrasados y los medios de subsistencia, devastados en un país que ya luchaba contra el hambre y la pobreza.  

Un año después, los habitantes de las zonas rurales de Malawi siguen recuperándose y haciendo frente a los efectos del ciclón Freddy. Pero gracias a las necesarias inversiones en la agricultura a pequeña escala, por fin empieza a haber esperanza en el horizonte. 

Lograr la recuperación con la cría de conejos 

Kondwani McNight, de 21 años, y su esposa Mwayiwawo se vieron obligados a mudarse con su familia cuando su casa del distrito de Balaka se derrumbó durante el ciclón. El ganado se ahogó y los campos fueron arrasados, por lo que la joven pareja se quedó sin nada.  

Ahora están decididos a construir un nuevo hogar juntos.  

Gracias a la Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis, Kondwani recibió conejos y formación en conservación del suelo. Los conejos le proporcionan una fuente de alimentos muy necesaria, y se ahorra el abono, que cada vez es más costoso, utilizando los excrementos en su lugar.  

Pronto podrá venderlos y mantener a su familia. Ahora que él y su familia cuentan con una base sobre la que rehacer su vida, Kondwani anima a otras personas jóvenes del medio rural a seguir su ejemplo.  

“Si los programas agrícolas empiezan a incluir a los jóvenes, aprenderán a confiar en sí mismos”, afirma. “Serviría de trampolín. En el futuro, me veo dirigiendo mi propio negocio, formando una familia y ocupándome de la educación de los hijos que tenga”. 

Kondwani McNight y su esposa Mwayiwawo están dispuestos a reestablecer juntos su medio de vida en el distrito malawiano de Balaka.  © IFAD / Kondwani Jere

Recoger agua para aumentar la resiliencia 

Rhoda Zululu, madre de tres hijos, se despertó una mañana durante el ciclón y descubrió que su casa se había inundado y sus cultivos habían quedado arrasados. Las fuertes lluvias habían resquebrajado una de las paredes de su cocina y destrozado su huerto en la región de Somba, al sur de Malawi. 

“No podía dejar de llorar”, cuenta Rhoda. “Como agricultora me sentía frustrada porque había perdido todas mis cosechas”. 

Sin embargo, el apoyo que recibió de la Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis le permitió superar su desesperación inicial y volver a empezar incluso con más fuerzas que antes. 

Antes del ciclón Freddy, la soja que cultivaba Rhoda solo alcanzaba para el consumo de su familia. Ahora, gracias a los 25 kilogramos de semillas de soja que ha recibido a través de la Iniciativa, puede vender el excedente de su producción para obtener ingresos y mantener a su familia. 

Además, ha aprendido técnicas para recoger agua y así ser más resiliente a futuras perturbaciones meteorológicas. Ha construido acequias para captar y retener el agua de lluvia y regar la tierra de forma gradual, mientras que los surcos de nivel cubiertos de vegetación evitan la erosión del suelo. 

Rhoda Zululu posa orgullosa en su campo rehabilitado en la región malawiana de Somba. © IFAD / Kondwani Jere

Forjar una sociedad rural más inclusiva 

En una época de confluencia de crisis, la Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis se creó poco después de que estallara la guerra en Ucrania, en reconocimiento de la necesidad de mitigar las perturbaciones a corto plazo para lograr un desarrollo sostenible a la larga. Va dirigida a la población rural más vulnerable de los países más expuestos a las crisis.  

Una de estas personas es Emily Simika, una viuda con discapacidad que vive en el distrito de Chiradzulu. Debido a su movilidad reducida, el ciclón Freddy, que devastó su explotación agrícola y destruyó parcialmente la casa que alquilaba para obtener ingresos adicionales, le dejó pocas opciones. 

Aunque sus hijos la ayudaron económicamente, no pudieron estar a su lado en esos momentos porque viven en el extranjero. Emily tuvo que encontrar la forma de salir adelante por sí misma y, al principio, se sintió desesperada. 

La Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis le devolvió la esperanza. Está utilizando la gran variedad de semillas que recibió para diversificar sus cultivos y aumentar su resiliencia al cambio climático. Mientras tanto, una persona que trabaja en servicios de extensión le presta asistencia física y técnica para que no se vea sola ante la incertidumbre.  

“El apoyo que recibí me dio un soplo de vida”, declara Emily. “Estoy reconciliándome con el pasado y deseando retomar las cosas donde las dejé”. 

Emily Simika supervisa los cultivos que acaba de diversificar en el distrito malawiano de Chiradzulu. © IFAD / Kondwani Jere

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Sin duda, el ciclón Freddy no será el último desastre climático que sufra Malawi. No obstante, las actividades de fomento de la resiliencia permiten a los habitantes del medio rural como Kondwani, Rhoda y Emily estar en mejores condiciones para afrontar las consecuencias de los desastres que puedan producirse y recuperarse con mayor rapidez.  

Obtenga más información sobre la Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis

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