Los pueblos indígenas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo y se enfrentan a altos niveles de pobreza e inseguridad alimentaria constituyen uno de los principales grupos objetivo del FIDA.

Al trabajar con pueblos indígenas, hemos comprendido la importancia de reconocer la diversidad y los rasgos distintivos de los pueblos y las comunidades rurales, y de valorar y aprovechar su identidad cultural como un activo y un factor potencial de desarrollo económico.

Treinta años después de que el FIDA concediera su primer préstamo en apoyo de los pueblos indígenas, nos encontramos mejor preparados para fortalecer los vínculos con estas comunidades.