Integración de los jóvenes en las operaciones del FIDA: Guía del profesional

La incapacidad de las economías rurales para ofrecer un trabajo decente a sus jóvenes afecta a las economías nacionales, amenaza la estabilidad política, alimenta el extremismo y provoca una migración social y económicamente perjudicial. A nivel mundial, los jóvenes tienen entre dos y tres veces más probabilidades de estar desempleados que los adultos.

Los jóvenes rurales, especialmente las mujeres jóvenes y las niñas, suelen estar excluidos de la participación en las estructuras organizativas, la toma de decisiones y el liderazgo de los procesos políticos. Las mujeres jóvenes y las niñas de las zonas rurales también tienen cargas adicionales relacionadas con el matrimonio y los embarazos a temprana edad, lo que conduce a una mayor exclusión debido a los ciclos intergeneracionales de malnutrición y pobreza.

En general, los jóvenes rurales tienen un acceso limitado a oportunidades y recursos como la propiedad de la tierra, el agua, los mercados y las finanzas, y sin embargo tienen el potencial de convertirse en la fuerza motriz de una transformación rural inclusiva. La creación de oportunidades de trabajo decente para las mujeres y los hombres jóvenes de las zonas rurales y el aprovechamiento de su potencial de innovación y emprendimiento pueden generar importantes beneficios sociales y económicos para las zonas rurales del mundo en desarrollo, lo que las convierte en un objetivo eficaz de la cooperación al desarrollo.

Dependiendo del contexto, esto puede incluir a jóvenes con discapacidades, jóvenes de grupos étnicos y religiosos minoritarios, jóvenes aislados geográficamente y muchos otros.

Este informe ofrece una orientación práctica sobre cómo el FIDA puede apoyar la participación de los jóvenes marginados, prestando especial atención a sus diversas y complejas necesidades y abordando las causas reales de su discriminación.

La publicación se encuentra disponible solo en inglés.