¿En qué consisten las soluciones basadas en la naturaleza? Todo lo que siempre quiso saber

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¿En qué consisten las soluciones basadas en la naturaleza? Todo lo que siempre quiso saber

Tiempo estimado de lectura: 6 minutos
©FIDA/Olivier Asselin

¿En qué consisten las soluciones basadas en la naturaleza? Todo lo que siempre quiso saber

 

En el marco las Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CP 26), Gobiernos, científicos y representantes de la sociedad civil de todo el mundo están debatiendo cómo responder al cambio climático, ya sea a través de medidas para mitigarlo y para adaptarse a sus efectos inevitables.

En el FIDA, creemos que es hora de ayudar a adaptarse a las personas más vulnerables, esto es, los agricultores, pescadores, pastores y productores en pequeña escala que habitan en las zonas rurales de los países en desarrollo, y que ya están sufriendo los efectos del cambio climático.

En nuestra opinión, la mejor forma de avanzar es por medio de soluciones basadas en la naturaleza. Pero, ¿en qué consisten estas soluciones? ¿Y por qué creemos que son tan positivas? Vamos a contestar a sus preguntas sobre este enfoque tan útil.

 

Entonces, ¿en qué consisten las soluciones basadas en la naturaleza?

A través de este tipo de soluciones, se trabaja con la naturaleza y se aprovechan las funciones de los ecosistemas que protegen la biodiversidad y, al mismo tiempo, secuestran carbono, favorecen la adaptación al cambio climático y entrañan otros beneficios de índole social.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) define las soluciones basadas en la naturaleza como medidas que abordan de manera eficaz y adaptada los desafíos a los que se enfrenta la sociedad mediante la protección, la gestión sostenible y la restauración de los ecosistemas, naturales o modificados, beneficiando tanto a la biodiversidad como al bienestar humano.

Las soluciones basadas en la naturaleza pueden diseñarse para responder a desafíos como el cambio climático, la seguridad alimentaria y de los recursos hídricos, la salud de las personas, los riesgos de desastres y el desarrollo económico y social.

Por ejemplo, en el Sudán, la región de Butana es muy vulnerable a las sequías. Una iniciativa respaldada por el FIDA creó un marco de gobernanza para que las comunidades protegieran colectivamente los bosques comunitarios y gestionaran los recursos naturales de manera sostenible, al tiempo que se resolvían las disputas por el uso de la tierra, incluidas aquellas en las que había intereses externos. Esto no solo protegió el delicado ecosistema del Sahel, sino que también redujo los conflictos por el acceso a las tierras, aumentó la resiliencia ante la sequía y permitió almacenar unos 4,7 millones de toneladas de dióxido de carbono a lo largo de 20 años.

 

¿Por qué son tan positivas las soluciones basadas en la naturaleza?

Hasta hace poco, el clima, la biodiversidad e incluso el bienestar social y de las personas se percibían como cuestiones separadas que requerían soluciones independientes.

En cambio, las soluciones basadas en la naturaleza consideran que el clima y el bienestar ambiental y de las personas forman parte del mismo sistema.

Por definición, se trata de un enfoque holístico. Cuando los componentes se abordan por separado, las medidas adoptadas en un ámbito pueden acarrear efectos negativos en los demás. Por ejemplo, se pueden plantar miles de árboles con la intención de secuestrar carbono, pero si todos son de la misma especie, la biodiversidad resultará perjudicada. Las soluciones basadas en la naturaleza tienen en cuenta ese tipo de efectos.

Un enfoque de este tipo contempla tanto los efectos positivos de las intervenciones, como los negativos, y opta por aquellos que generan beneficios paralelos en todo el sistema, sin perjudicar a los demás ámbitos.

 

¿Por qué deberían los países adoptar soluciones basadas en la naturaleza?

A través de este tipo de soluciones, los países pueden ayudar a los productores en pequeña escala a crear medios de vida y, al mismo tiempo, adaptarse al cambio climático. De este modo, se promueve la prosperidad rural, se propicia que las personas se ganen la vida de forma decente en sus lugares de residencia y que no deban desplazarse en busca de otros medios de vida, y se refuerzan los sistemas alimentarios locales.

Las soluciones basadas en la naturaleza pueden ayudar a los países a gestionar los recursos naturales amenazados, como el agua, la tierra y el suelo. Asimismo, pueden revertir la pérdida de biodiversidad y aportar dietas nutritivas y variadas.

En consecuencia, estas soluciones constituyen una inversión en la economía y la sociedad presentes y futuras de un país, pues crean ambientes y poblaciones más saludables.

Además, tienen un enorme potencial para secuestrar carbono y ayudar a los países a que cumplan las contribuciones determinadas a nivel nacional en materia de cambio climático en el marco del Acuerdo de París.

Por ejemplo, gracias a la restauración de los pastos respaldada por el FIDA en Kirguistán, se secuestran cada año un total de 0,5 toneladas de dióxido de carbono por hectárea. Esta cifra puede parecer insignificante, salvo si se tiene en cuenta que casi la mitad de la superficie del país está ocupada por tierras de pastoreo.

 

¿Cómo podemos distinguir las buenas soluciones basadas en la naturaleza?

En 2020, la UICN elaboró una norma mundial en la que dispuso las características de una buena solución basada en la naturaleza, la cual debe:

  • Ser eficaz a la hora de responder a los desafíos de la sociedad.
  • Haber sido diseñada teniendo en cuenta las interacciones ambientales y humanas en el paisaje terrestre como el marino.
  • Generar beneficios netos en materia de biodiversidad e integridad ecosistémica.
  • Ser económicamente viable.
  • Basarse en procesos de gobernanza inclusivos, transparentes y empoderadores.
  • Ser capaz de lograr un equilibrio entre sus objetivos primarios y los demás beneficios.
  • Estar gestionada de manera adaptativa, sobre la base de datos empíricos, como fuentes de conocimientos científicos y locales, indígenas o tradicionales.
  • Ser sostenible a largo plazo y estar respaldada por marcos de políticas.

 

¿Cómo puede el FIDA emplear soluciones basadas en la naturaleza en su labor?

Hace mucho tiempo que el Fondo es consciente del potencial de las soluciones basadas en la naturaleza. De hecho, hemos tenido tantas experiencias positivas, que ahora tenemos previsto invertir el 30 % de nuestra financiación para el clima en este tipo de soluciones de aquí a 2030. Mientras tanto, ya las estamos incorporando a nuestros programas de todo el mundo.

En nuestro pionero Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP), los habitantes del medio rural no se perciben únicamente como simples beneficiarios, sino como partes involucradas en la protección, gestión y restauración de los ecosistemas. El ASAP ha distribuido un total de USD 300 millones entre más de 5 millones de productores de 41 países.

En Gambia, la iniciativa para la restauración de los manglares, respaldada por el FIDA, crea microclimas más fríos, al tiempo que permitirá secuestrar más de 100 000 millones de toneladas de dióxido de carbono a lo largo de los próximos 20 años.

En Nicaragua, la iniciativa apoyada por el FIDA y dirigida a plantar árboles ayuda a mejorar la salud del suelo, retener las aguas freáticas y secuestrar 2,7 toneladas de dióxido de carbono por hectárea al año.

En 2021 se ha puesto en marcha el programa sucesor del ASAP, el ASAP+, que tiene por objeto movilizar una total de USD 500 millones y beneficiar a más de 10 millones de personas. Está previsto que sea el fondo más grande dedicado a canalizar la financiación para el clima hacia los pequeños productores, en el que las soluciones basadas en la naturaleza constituyen uno de sus principales pilares.