Un nuevo capítulo de la labor del FIDA con quienes tienen discapacidades

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Un nuevo capítulo de la labor del FIDA con quienes tienen discapacidades

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Una pareja con discapacidad visual en China recibe capacitación en la cría de ovejas gracias al apoyo del FIDA. © FIDA

 

Una de cada seis personas tiene alguna discapacidad, y de ellas, un 80 % vive en países en desarrollo. Las personas con discapacidades a menudo se quedan rezagadas, están marginadas y enfrentan diversos obstáculos en los ámbitos económico, educativo y social. Si no las incluimos y velamos por sus necesidades específicas, será imposible reducir la pobreza o lograr un desarrollo eficaz. La Estrategia del FIDA para la Inclusión de la Discapacidad es una iniciativa importante en ese sentido.

En la estrategia se reconoce el papel clave que las personas con discapacidad desempeñan en sus comunidades. La iniciativa tiene por objeto mejorar la inclusión de quienes integran ese grupo, promover sus derechos mediante la labor del FIDA y acreditar que el Fondo es en una organización que promueva la diversidad y la inclusión.

Ahora bien, para tener éxito, las estrategias deben estar lideradas por equipos de personas que realmente crean en ellas. Como paladín de la inclusión de la discapacidad en el FIDA, trabajaré a fin de dar voz a las personas con discapacidad y fortalecer su potencial, para lo que suscitaré la toma de conciencia sobre su inclusión en la labor del FIDA, participaré en plataformas en línea y asistiré a comparecencias públicas. Mi deseo es cambiar las percepciones e inspirar el cambio tanto dentro del FIDA como a nivel mundial.

En mi trabajo me he encontrado con muchísimas personas valerosas con discapacidad que habían superado enormes obstáculos y habían vencido la discriminación. He visto que si cuentan con el apoyo y las oportunidades que necesitan, pueden marcar una profunda diferencia en sus comunidades.

En Sierra Leona, por ejemplo, la movilidad reducida de Abu Koroma no le impidió aprender a cultivar la tierra y vender su producción para satisfacer las necesidades de su familia de seis miembros. Contra todo pronóstico, Bimala Chaulagain, una mujer joven con escoliosis que vive en la zona alta de los Himalayas, en la zona occidental de Nepal, construyó un sistema de invernaderos para cultivar hortalizas y cubrir sus necesidades.

Actualmente, la cuarta parte de las estrategias del FIDA en los países incluye a personas con discapacidad como grupo objetivo. Es un comienzo, pero aún queda mucho trabajo por hacer y estamos comprometidos a aumentar esa cifra.

De cara al futuro, espero que podamos reproducir en todo el mundo lo que estamos haciendo en Kenya. Aquí, todos los proyectos en curso tienen en cuenta las necesidades de las personas con discapacidades, para que ya no deban enfrentar obstáculos a la hora de acceder al agua o a los servicios financieros y se transformen en agentes de decisión en sus comunidades.

En Burkina Faso, la India, Malawi y Mozambique estamos trabajando con Light for the World, una organización que mejora los sistemas de salud, fomenta la educación y amplifica las voces de las personas con discapacidad, a fin de poner a prueba numerosas innovaciones inclusivas, como recurrir a facilitadores para la inclusión de personas con discapacidad y celebrar talleres de creación conjunta, dos iniciativas que buscan propiciar un entorno más inclusivo y participativo para las personas con discapacidad.

Para las personas con discapacidad de las zonas rurales —que enfrentan desafíos aún mayores, en un contexto en que los proyectos de desarrollo suelen excluirlos— el cambio es urgente. Con esto en mente, estoy determinada a promover los esfuerzos del FIDA a medida que se transforma en una organización aún más inclusiva y comenzamos a aplicar nuestra nueva estrategia en la vida diaria de hombres y mujeres de todo el mundo.