África Oriental sufre la peor sequía en decenios. Es hora de invertir en la adaptación al cambio climático

IFAD Asset Request Portlet

Publicador de contenidos

África Oriental sufre la peor sequía en decenios. Es hora de invertir en la adaptación al cambio climático

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos
©IFAD/FAO/WFP/Michael Tewelde

En África Oriental ya no llueve. Durante cuatro estaciones seguidas las tierras han permanecido secas, lo que ha dado lugar a una de las peores sequías sufridas en décadas. Por desgracia, la región no es ajena a las sequías. Por ejemplo, la histórica sequía sufrida en Etiopía y el Sudán en 1985 se cobró la vida de 450 000 personas.

Esta vez, se están batiendo récords. Algunas zonas de Somalia, Djibouti, Etiopía y Kenya están experimentando las condiciones más secas y las temperaturas más elevadas desde que se mantienen registros por satélite. En consecuencia, según las estimaciones actuales, hasta 21,1 millones de personas se enfrentan a elevados niveles de inseguridad alimentaria grave debido a la pérdida de las cosechas, la muerte del ganado y la desaparición de las fuentes de agua.

El impacto de la sequía va más allá de la seguridad alimentaria e hídrica, pues también acarrea drásticas repercusiones socioeconómicas y ambientales, como la migración, la degradación de los recursos naturales y el desempeño económico deficiente.

La culpa es del cambio climático

Gran parte de la culpa es del cambio climático. La actual sequía es consecuencia del recurrente fenómeno meteorológico denominado La Niña, que se ve exacerbado por el cambio climático. A su vez, los efectos de la sequía se ven agravados por la deforestación, la degradación de la tierra y la creciente demanda de agua —aspectos en los que influye también el cambio climático.

Además, parece que lo peor está por llegar. Las previsiones sugieren que más personas se enfrentarán a una situación similar en las próximas estaciones. Habida cuenta de que la mayoría de los productores aún dependen de la agricultura de secano, ¿qué puede hacerse para mejorar la resiliencia al cambio climático de las generaciones presentes y futuras?

©FIDA/FAO/WFP/Michael Tewelde

Iniciativas del FIDA para aumentar la resiliencia al cambio climático

En respuesta a los efectos cada vez mayores del cambio climático, el FIDA está dando prioridad a la mitigación del cambio climático y a la adopción de medidas que fomenten la resiliencia. Para ello, colabora con los Gobiernos a fin de garantizar la coherencia entre la gestión del riesgo de desastres y el desarrollo sostenible.

En Etiopía, el FIDA tiene previsto invertir USD 25 millones en concepto de financiación de respuesta ante situaciones de emergencia en el marco del Proyecto para Fomentar la Resiliencia de los Medios de Vida en Zonas de Tierras Bajas, que refuerza la resiliencia al cambio climático a través del suministro de pienso para el ganado, agua y medicamentos veterinarios.

En Kenya, en el marco del Programa de Mejora de la Producción de Cereales en Kenya – Modalidad de Fomento de Medios de Vida Agrícolas Resistentes al Cambio Climático, se están ideando soluciones frente a la sequía, como el uso de tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes que brindan información sobre el acceso al agua y el clima. Este proyecto, financiado a través del Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala del FIDA (ASAP), también está brindando capacitación a las comunidades acerca del cambio climático, la degradación de la tierra, la salud del suelo, los seguros agrícolas y las buenas prácticas agrícolas a fin de mejorar la productividad de los cultivos.

A través de la ampliación del ASAP (ASAP+), el Fondo tiene previsto ayudar a 10 millones de productores a dar con soluciones a largo plazo frente a las sequías y otros fenómenos climáticos.

¿Qué más se puede hacer?

Las sequías no tienen por qué significar inseguridad alimentaria o muerte. Otras partes del mundo que también se ven afectadas por sequías siguen produciendo alimentos a pesar de las dificultades. Por ejemplo, en Australia, las poblaciones se han adaptado gracias al uso de tecnologías como el riego por goteo, la desalinización por energía solar y la retención del agua. Estas enseñanzas podrían replicarse en África Oriental, junto con la promoción de cultivos tolerantes a la sequía como el sorgo, el caupí, el mijo y la yuca.

La velocidad e intensidad del cambio climático superan la capacidad de las poblaciones rurales pobres para lidiar con esta situación. Urge adoptar tanto soluciones específicas a corto plazo, como soluciones de adaptación climática a largo plazo. Para ello, se precisa una financiación segura y continuada, así como una mejor coordinación. Si no se actúa ya, millones de personas vulnerables de la región podrían sufrir graves consecuencias.

Conozca nuestras operaciones en África Oriental.

Obtenga más información sobre la Semana del Clima de África.