Aquí viene el sol: los sistemas de riego solar devuelven la vida a Rwanda

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Aquí viene el sol: los sistemas de riego solar devuelven la vida a Rwanda

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Hace no mucho tiempo, Goretti Uwitije vivía preocupada por no poder alimentar a su familia. Los años de escasez de lluvias en el distrito de Ngoma, en Rwanda, habían ocasionado la pérdida de cosechas y habían puesto en riesgo los medios de vida y la seguridad alimentaria de los productores en pequeña escala.
En una comunidad donde más de la mitad de la población es pobre, y donde más del 70 % de las mujeres se dedican a la agricultura, Goretti, de 43 años, no era la única que sufría los efectos del cambio climático y la imprevisibilidad de las precipitaciones.

Los ingresos de Goretti Uwitije han aumentado y ahora le permiten mantener a su familia. @ PMA/JohnPaul Sesong

Todo esto cambió con la llegada del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, una iniciativa dirigida a asegurar los medios de vida, los derechos y la resiliencia de las mujeres rurales frente a las perturbaciones climáticas y las crisis económicas, a través de una serie de proyectos holísticos y climáticamente inteligentes.

En colaboración con los líderes comunitarios locales, el programa promovió la creación de sistemas de riego impulsados con energía solar, para lo que distribuyó paneles solares y bombas e impartió capacitación a Goretti y a otras mujeres involucradas en el proyecto.

“Antes de construir el sistema de riego solar, mi cooperativa tenía pérdidas por culpa del sistema de riego de gasolina, con el que gastábamos más de RWF 200 000 (USD 184) al mes. Las hortalizas que cultivábamos ni siquiera llegaban para cubrir los costos de funcionamiento”, cuenta Goretti.

“Ahora estoy feliz porque las ganancias de nuestra cooperativa han pasado de menos de RWF 200 000 a más de RWF 2 millones (USD 1 848) por temporada gracias a la venta de las frutas y hortalizas que cosechamos en las tierras regadas con el sistema de riego solar”.

El año pasado, las 20 cooperativas de mujeres respaldadas por el programa en Ngoma experimentaron un aumento en el volumen de frutas y hortalizas producidas. El rendimiento de sus tierras se cuadruplicó con creces en apenas un año, y pasó de producir, de media, 3 toneladas de tomates y 1 tonelada de pimientos por hectárea a 13 y 15 toneladas, respectivamente.

Chantal Umunyana dirige una de las cooperativas de mujeres que se beneficiaron del programa. @ PMA/JohnPaul Sesong

En la actualidad, las agricultoras de Ngoma ya no dependen tanto de las impredecibles lluvias, y cuentan con una alternativa sostenible a los sistemas de riego manuales y de gasolina, que requieren mucho más tiempo y son más caros.

En consecuencia, las mujeres y sus familias pueden llevar dietas mucho más nutritivas y equilibradas. Además, ahora están cosechando un excedente de frutas y hortalizas, que pueden vender para ganarse la vida y aumentar su empoderamiento.