El cambio empieza en casa: abordar los desequilibrios de género y las cuestiones climáticas con metodologías basadas en los hogares

El FIDA ha puesto en práctica, a título experimental, el uso de metodologías basadas en los hogares para promover la igualdad de género y la adaptación al cambio climático como forma de acelerar el progreso hacia el empoderamiento económico de las mujeres rurales en Rwanda. El Sistema de Aprendizaje Activo de Género (GALS) , que se ha puesto a prueba en cinco distritos, es una oportunidad única de fomentar la igualdad de género promoviendo al mismo tiempo actividades climáticamente inteligentes.

Los hombres y las mujeres tienen sus propias formas de hacer frente y adaptarse a los efectos adversos del cambio climático, formas que en gran medida se ven determinadas por la desigualdad de género presente en el país, particularmente, la desigualdad en el acceso de las mujeres a los recursos socioeconómicos. Para hacer frente a esta situación, es necesario identificar las dificultades y establecer unas soluciones dirigidas específicamente a los hombres y otras a las mujeres, así como soluciones que puedan adoptar en conjunto.

Las metodologías basadas en los hogares suponen un enfoque que estimula el cambio a nivel de los hogares cuestionando las normas, actitudes y comportamientos sociales subyacentes. En Rwanda, el FIDA ha venido ensayando el uso del GALS, una metodología específica basada en los hogares que utiliza material visual y representaciones gráficas con el objetivo de animar a los participantes a reflexionar acerca de la situación actual de sus vidas y comenzar a planificar y visualizar su futuro.

En general, el GALS se utiliza para lograr cambios transformadores de la perspectiva de género y mejorar las relaciones entre las personas de distinto sexo en los hogares. Como nuevo enfoque, el FIDA también está poniendo en práctica el GALS como iniciativa piloto dirigida a fortalecer las medidas de mitigación y las capacidades de adaptación al cambio climático de los hogares y las comunidades. Esto incluye utilizar las herramientas tradicionales del GALS integrando actividades de adaptación al cambio climático. Gracias a este método, son las mujeres y los hombres de las comunidades los que definen los problemas relacionados con el clima y los que buscan las posibles soluciones.

Las técnicas de transformación incluyen determinar los cambios necesarios a nivel de los hogares para aumentar la resiliencia al cambio climático y seleccionar promotores en las comunidades rurales para que compartan lo aprendido y capaciten a otros. La selección de estos promotores no está dirigida a los líderes de las comunidades, sino más bien a los miembros de la comunidad que se benefician directamente de la aplicación de esta metodología. Asimismo, la metodología del GALS fomenta la adopción de tecnologías climáticamente inteligentes, que los pequeños agricultores posiblemente conozcan pero que todavía no utilizaron.

"Ahora sé que mis hijos aprecian todo lo que hago por ellos."

Una de los promotores es Francine del distrito de Kirehe, al sureste de Rwanda. Su esposo falleció hace diez años y desde entonces ha tenido que gestionar la granja familiar y mantener a sus hijos ella sola. A pesar de que sus hijos ya son adultos y ahora tienen sus propios hijos, Francine continúa apoyándolos económicamente. 

En estos últimos años, Francine ha comenzado a darse cuenta de los efectos perjudiciales del cambio climático sobre su pequeña parcela. Las sequías prolongadas han tenido un efecto especialmente devastador en las cosechas de Kirehe, y a Francine le ha resultado difícil mantener la producción de su cultivo. Además de los desafíos a los que debe hacer frente en su pequeña granja, Francine, que es seropositiva, padece problemas de salud. Discriminada por sus vecinos, no ha podido recurrir a la ayuda de su propia comunidad durante la estación seca.

Así y todo, gracias a las actividades del GALS, Francine ha podido tomar un mayor control de su vida. La relación con sus hijos ha mejorado ya que al usar las distintas herramientas del GALS Francine y sus hijos pudieron limar asperezas y recuperar la confianza.

"Esta herramienta nos ha animado a reflexionar y a hablar sobre nuestras diferencias de una manera más abierta y nos ha ayudado a decirnos las cosas positivas que nos gustan del otro", comenta Francine. Francine siente que sus hijos la respetan más y que la dinámica familiar ha mejorado mucho. Además, ha podido mejorar su posición en la comunidad con el uso del GALS para analizar y hacer frente a algunas de las situaciones más difíciles con sus vecinos y ha logrado defenderse por sí misma.

"Los vecinos solían tratarme mal, y esto me disgustaba y generaba resentimiento. Al convertirme en una promotora de GALS, comencé a reflexionar sobre mi propia actitud y crear más armonía en la comunidad.".

Esto ha incidido positivamente en la relación con sus vecinos, Francine ahora puede pedir prestado bienes comunitarios como bidones para buscar agua, y sus nietos pueden jugar con los otros niños de la aldea.

Con la ayuda de las metodologías del GALS, las mujeres se convierten en poderosas agentes del cambio en sus hogares y comunidades, a la vez que aprenden a recopilar y analizar la información necesaria para mitigar y hacer frente a los efectos del cambio climático. Francine también ha utilizado varias técnicas climáticamente inteligentes en su tierra: ha plantado árboles para luchar contra la erosión y mejorado el sistema de captación de agua de su granja para poder afrontar la sequía. En el futuro, Francine espera poder seguir invirtiendo y capacitando a otros en la aldea sobre el uso de las herramientas del GALS.

El proyecto piloto GALS forma parte de una intervención más amplia del FIDA en el marco del Programa Conjunto Acelerando el Progreso hacia el Empoderamiento Económico de las Mujeres Rurales. Una iniciativa conjunta de la FAO, el FIDA, el PMA y ONU Mujeres, cuyo objetivo general es asegurar los medios de vida y los derechos de las mujeres del medio rural para lograr el desarrollo sostenible en Etiopía, Guatemala, Kirguistán, Liberia, Nepal, Níger y Rwanda. El programa se basa en las mejores prácticas y ventajas comparativas de los organismos especializados para mejorar la condición de la mujer del medio rural. El proyecto piloto GALS del FIDA respalda estos esfuerzos creando transformaciones sostenibles en los hogares y un cambio de mentalidad, que facilita la adopción de las técnicas climáticamente inteligentes que promueven los otros tres organismos de las Naciones Unidas.

Fecha de publicación: 10 enero 2019