De la subsistencia a la autosuficiencia: las mujeres del Sudán se valen de cooperativas de ahorro y crédito para avanzar hacia un futuro mejor

La forma de vida de los agricultores y los pastores de la pequeña aldea de Yarwa, en la región semiárida del Sudán, enfrenta numerosas amenazas. El cambio climático y la degradación ambiental están dañando las tierras, destruyendo los bosques y aumentando el riesgo de sequías, en tanto que el crecimiento de los agronegocios comerciales mecanizados está reduciendo su acceso a la tierra.

En un mundo en evolución constante, la agricultura de subsistencia tradicional ya no es suficiente para prosperar. Lamentablemente, por mucho tiempo los pequeños agricultores y los pastores eran incapaces de acceder a ningún tipo de financiación para hacer crecer sus negocios. Y las mujeres en particular se enfrentaban al obstáculo de las normas sociales que las mantenían al margen de las decisiones financieras.

Sin embargo, actualmente las 13 integrantes de la cooperativa de ahorro y crédito Alwifaq están creando las condiciones para avanzar hacia un futuro mejor y más resiliente para su comunidad.

“Antes, las mujeres de nuestra comunidad se reunían únicamente para las bodas y los funerales”, dice Fatima Ahmed Adam, la líder del grupo. “Pero estas mujeres están comprometidas con nuestra causa, porque se han dado cuenta de los enormes beneficios que pueden obtener”.

Inaugurada en 2017, Alwifaq, que significa “armonía”, está ayudando a la comunidad a ingresar a la vida económica moderna. Gracias al Programa de Fomento de la Capacidad de Resistencia y Comercialización de la Producción Ganadera (LMRP), sus integrantes están transformando su forma de ver la agricultura, y ya no la consideran únicamente un medio para satisfacer sus necesidades inmediatas de alimento y cobijo, sino también un negocio capaz de crecer y ayudar a sus hogares a prosperar.

El LMRP ayuda a las comunidades rurales pastorales a integrarse a la economía más amplia y a acceder a servicios financieros que tradicionalmente han estado fuera de su alcance. Además, ayuda a transformar las relaciones de género a nivel de los hogares y las comunidades. Sobre la base del Sistema de Aprendizaje de Acción de Género (GALS), una innovadora iniciativa del FIDA, se crea conciencia en las familias sobre las verdaderas contribuciones de las mujeres.

Mediante el LMRP, las integrantes de Alwifaq recibieron capacitación en gestión y finanzas. Todos los meses los miembros contribuyen a los ahorros de la agrupación y los utilizan para conceder préstamos internos. A lo largo del tiempo, los intereses sobre los préstamos aumentan el capital del grupo.

Además, el LMRP permitió a la cooperativa establecer vínculos con instituciones de microfinanciación y utilizar sus fondos colectivos como garantía para obtener préstamos de dichas instituciones e invertirlos en sus actividades ganaderas. También han invertido en pólizas de seguro para protegerse de los fenómenos meteorológicos y otras perturbaciones.

Las integrantes de Alwifaq utilizan esta microfinanciación para adquirir y criar ganado, que luego venden en el mercado de la localidad cercana de Damazin. Obtienen precios particularmente altos en la época del feriado de Eid, cuando la demanda es alta. Las mujeres utilizan las ganancias para comprar lo que necesitan para sus hogares o para hacer crecer sus negocios, como herramientas o carros. Esto no solo las ayuda a prosperar, sino que también mitiga la pobreza y aumenta su resiliencia ante perturbaciones futuras, como las ocasionadas por el cambio climático o el aumento de los precios de los alimentos.

Alwifaq ahora es una entidad jurídica formalmente registrada, con su propia cuenta bancaria y con una póliza de seguros que la protege frente a pérdidas inesperadas. Aunque la mayoría de las mujeres de las zonas rurales del Sudán no tienen documentos de identificación oficiales, todas las integrantes de la cooperativa ahora tienen documentos personales y de identificación, y negocian directamente con los representantes de los bancos. Por su parte, las autoridades y las instituciones financieras no tienen más que palabras de elogio por el empeño del grupo en aumentar su producción y por su integridad.

Um Alkiram Alzain, una de las integrantes de Alwifaq, cuenta que comenzó con una pequeña inversión en ovejas. Hasta ahora ha obtenido seis préstamos, y con cada uno ha logrado que su negocio crezca paulatinamente.

Otra de las integrantes, Magboula Alhadi Alsayed, dice que tener acceso a cobertura de seguro la ayudó a escapar de la ruina cuando todas las ovejas que había adquirido con un préstamo murieron.

“Pensé que lo había perdido todo”, cuenta Magboula. “Pero entonces Fatima fue a la empresa de seguros y ellos me indemnizaron por las pérdidas”.

El LMRP ha permitido establecer miles de cooperativas de ahorro y crédito distribuidas en los cinco estados del Sudán. Estos grupos de mujeres han permitido a miles de hogares rurales acceder a la financiación, algo que hasta ahora había estado fuera de su alcance. Han mejorado sus ingresos y están comprando mejores alimentos, ahorrando para el futuro y derribando las normas de género perjudiciales. De hecho, la iniciativa ha tenido tanto éxito que ahora se están estableciendo grupos similares dirigidos a los jóvenes.

 

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Fecha de publicación: 19 julio 2022