Evaluación del proyecto Gente de Valor en el Brasil: lecciones sobre el desarrollo sostenible

Las sequías son un problema persistente en el sertão, la región semiárida del estado brasileño de Bahía, que tradicionalmente ha quedado sumamente relegada en las esferas política y económica. Si bien se han hecho grandes esfuerzos para ayudar a la región a afrontar la escasez de agua, la mayoría de las medidas han tenido resultados a corto plazo, y no han contribuido demasiado a que la región pueda independizarse de la ayuda gubernamental.

El proyecto Gente de Valor, financiado por el FIDA, fue creado para atender las necesidades de los ciudadanos más pobres del sertão. En el proyecto se aplicó un enfoque de desarrollo impulsado por la comunidad a través del cual se busca contribuir de forma holística a la mejora sostenible del bienestar. A través de este enfoque se persiguieron dos objetivos: promover la participación activa de los ciudadanos y, al mismo tiempo, proporcionaba una forma de contextualizar las intervenciones y, en última instancia, mejorar los resultados e impactos.

Inicialmente, el proyecto trabajó con las organizaciones locales para definir las necesidades específicas de los sertanejos (los habitantes de las zonas interiores semiáridas rurales). Entre 2007 y 2013, el proyecto contribuyó a la construcción de infraestructura para la captación de agua, al desarrollo de huertos domésticos de bajo costo y a la promoción de cultivos y técnicas de producción idóneas para el entorno local, además de brindar servicios de asistencia técnica y de fortalecimiento de la capacidad y los insumos necesarios para promover la adición de valor orientada a la agricultura. También fomentó la participación y el liderazgo a nivel local, en particular entre las mujeres y los jóvenes.

En 2018/2019, el FIDA regresó para evaluar el proyecto.

 

Resultados del estudio de impacto

El momento en que se realizó el estudio de impacto fue ventajoso. Durante los años que transcurrieron desde la culminación del proyecto, finalizó una intensa sequía que duró varios años y se produjo una crisis económica. Por tanto, en el estudio sobre la sostenibilidad del proyecto pudieron incluirse los efectos de esas perturbaciones.

Los efectos positivos del proyecto se reflejaron en varios indicadores intermedios relativos al bienestar. Por ejemplo, gracias a la construcción de cisternas e infraestructura comunitaria para la captación de agua destinadas principalmente al uso doméstico, los participantes aumentaron un 34 % su acceso al agua. La productividad de los principales productos básicos, como los frijoles y el maíz, aumentó un 41 % y un 28 %, respectivamente. De haberse ampliado la infraestructura de riego existente, que estaba al alcance de apenas un 7 % de los hogares participantes y no participantes, podría haberse logrado un mayor aumento de la producción agrícola.

El proyecto tuvo resultados particularmente positivos en lo referido al empoderamiento de las mujeres. La participación de las mujeres se tradujo en mejoras en la autonomía de sus ingresos (12 %), autoeficacia (14 %), movilidad (9 %), sentido de pertenencia a un grupo (35 %) e influencia en los grupos sociales (36 %). Es probable que los huertos familiares hayan desempeñado un papel clave en aumentar la autonomía de sus ingresos. Los huertos también permitieron incrementar un 15 % la diversidad de las hierbas y las hortalizas de cultivo doméstico.

No obstante, los resultados en lo referido a los ingresos de los hogares fueron mixtos. Pese a la mejora de sus capacidades, los hogares participantes ganaron un 16 % menos que los hogares no participantes. Una posible explicación es que durante la sequía, era más probable que los hogares no beneficiarios buscaran empleos fuera de sus explotaciones, que producen más ingresos que las actividades agropecuarias.

Evaluación del enfoque de desarrollo impulsado por la comunidad

El desarrollo impulsado por la comunidad ofrece beneficios teóricos relacionados con una mayor participación local en el proceso de desarrollo y la mejora de los resultados. En función del método, el contexto y los objetivos, existen varias maneras de aplicar este enfoque, que pueden brindar diversos beneficios a los encargados de la ejecución del proyecto. Esta evaluación permitió llegar a interesantes conclusiones en cuanto a la manera en que los grupos comunitarios cooperan entre sí, lo que arrojó luz sobre el desarrollo impulsado por la comunidad como enfoque de desarrollo aplicable a proyectos con estructuras similares en Bahía y otros lugares.

Estaba previsto que las comunidades colaborasen en el marco del proyecto para definir qué paquetes de intervención se adaptaban mejor a sus necesidades. Sin embargo, los datos facilitados por los propios participantes dejaron claro que en su mayoría, los hogares no participaron en el proceso de adopción de decisiones. Por ejemplo, si bien un 68 % asistía con regularidad a las reuniones, apenas un 11 % participó en las actividades de selección o en la determinación de los miembros de la comunidad que más necesitaban ayuda. Los hogares con las mayores probabilidades de obtener beneficios reales del proyecto fueron los que participaron en varias modalidades de ayuda. Quienes participaron en todas las actividades del proyecto (un 24 %) tenían mayores probabilidades de recibir una mejor educación, poseer más tierras y ser relativamente más prósperos.

Cabe destacar que un 64 % de los hogares opinaron que sus intereses habían sido “bien” o “muy bien” representados, un 80 % que sus necesidades “quedaron satisfechas”, y un 72 % que el proyecto había tenido “efectos claramente positivos” en su situación. Con todo, si se persigue el objetivo de que la adopción comunitaria de decisiones sea un aspecto fundamental de la estrategia de desarrollo, deberán considerarse otras maneras de fomentar una participación significativa.

Enseñanzas extraídas

La evaluación dejó claro que los participantes continuaron beneficiándose de los efectos positivos del proyecto por varios años tras su finalización, aun al enfrentarse a fenómenos meteorológicos extremos.

No obstante, sería apropiado que en proyectos futuros se replantee la manera de lograr beneficios duraderos en lo referido a los ingresos. Por ejemplo, durante los debates por grupos temáticos que se realizaron en el contexto de la evaluación, algunos participantes solicitaron un mayor acceso a la asistencia técnica. Asimismo, de haberse aumentado el acceso al riego, los ingresos generados por las actividades agrícolas habrían sido mayores.

Para pronosticar las necesidades futuras de una comunidad, no alcanza con definir los perfiles anteriores de los productores rurales. Bahía se está modernizando, al igual que las actividades económicas de los residentes de sus zonas rurales. Para generar ingresos, se necesitará más que vender los excedentes agrícolas. Es necesario intensificar los esfuerzos para consolidar las capacidades de las empresas rurales y desarrollar las destrezas necesarias para acceder a empleos remunerados. Los ingresos agrícolas también pueden aumentar si se mejoran las capacidades de comercialización de los productores y su acceso a los compradores. Si se esperan perturbaciones climáticas más intensas y frecuentes, los proyectos que promueven la resiliencia y la reducción sostenible de la pobreza deben incluir actividades económicas fuera de las explotaciones que impulsen la diversificación y fomenten la comercialización mediante las cadenas de valor agrícolas.

Si bien promover oportunidades para que la comunidad se encargue de la gestión de las actividades también es un fin noble, es necesario fortalecer la estructura para garantizar que los beneficiarios realmente participen en la adopción de decisiones, que se satisfagan sus necesidades y que las actividades del proyecto tengan efectos significativos. Si en los proyectos futuros se ofrecen paquetes cohesionados de actividades interrelacionadas que reconozcan la diversidad y las disparidades intracomunitarias, podremos lograr resultados aún más beneficiosos.

 

Obtenga más información sobre la labor del FIDA en el Brasil.

Fecha de publicación: 26 agosto 2021