El FIDA es un agente clave en el plan de acción del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para hacer frente al aumento de la inseguridad alimentaria

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El FIDA es un agente clave en el plan de acción del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para hacer frente al aumento de la inseguridad alimentaria

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La guerra en Ucrania es el último acontecimiento de una sucesión de perturbaciones a escala mundial (conflictos, cambio climático y COVID-19), que están agravando la ya frágil seguridad alimentaria. Con el drástico aumento de los precios y la incertidumbre, la nutrición, los medios de subsistencia y la vida de las personas más pobres de los países en desarrollo corren mayor peligro.

Las instituciones financieras internacionales (IFI) desempeñan un papel fundamental en la respuesta a estas perturbaciones a gran escala. Contribuyen aportando financiación, asistencia técnica y conocimientos y colaboran con los responsables de la formulación de políticas para abordar la creciente inseguridad alimentaria. En reconocimiento de la función esencial de las IFI en tiempos de crisis, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha presentado un plan de acción conjunto de las IFI para hacer frente a la seguridad alimentaria.

El plan —preparado en asociación con el FIDA, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y el Grupo Banco Mundial— expone la manera en que las IFI están ampliando la escala de sus actividades en las esferas de la seguridad alimentaria y la agricultura en respuesta a esta última crisis, en consonancia con sus respectivas ventajas comparativas.

Entre las actividades cabe destacar el apalancamiento y la reasignación de fondos y la ampliación de los mecanismos y programas en curso para dar una respuesta específica, así como la puesta en marcha nuevas iniciativas, de ser conveniente y necesario.

Las IFI coordinarán sus esfuerzos en torno a seis objetivos prioritarios:

  1. Apoyar a la población vulnerable para satisfacer sus necesidades inmediatas.
  2. Promover la apertura del comercio y aumentar la financiación para facilitar la compra de alimentos e insumos agrícolas.
  3. Mitigar la escasez de fertilizantes ampliando su producción y el acceso a ellos, incrementando su uso eficiente e innovando para conseguir que sean más limpios.
  4. Respaldar la producción de alimentos ahora aportando financiación para semillas y fertilizantes a fin de aumentar la productividad en esta temporada de siembra y mitigar la escasez de alimentos el próximo año.
  5. Invertir en la agricultura resiliente al clima para incrementar la producción de alimentos y la resiliencia a más largo plazo.
  6. Coordinarse para lograr el máximo impacto.

En los próximos tres años, el FIDA invertirá 3 500 millones en 77 países para aumentar la resiliencia de la población rural más pobre y vulnerable de todo el mundo. Su nueva Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis procura abordar las necesidades relacionadas con la seguridad alimentaria a corto plazo en 22 países, principalmente en África. La atención se centra en medidas para garantizar que los productores y las microempresas y pequeñas y medianas empresas rurales tengan acceso a recursos para producir alimentos (fertilizantes, semillas, productos veterinarios y combustible); financiación a corto plazo para cubrir necesidades inmediatas como la compra de insumos; infraestructura esencial en pequeña escala (instalaciones de almacenamiento, sistemas de riego, etc.), e información relacionada con el mercado, en particular la de acceso digital.

El FIDA también está participando en otras iniciativas para ampliar su impacto, incluido el componente relativo a la sostenibilidad en el marco de la iniciativa Food and Agriculture Resilience Mission (FARM), promovida por la presidencia de Francia en el seno de la Unión Europea y el Presidente de la Unión Africana, con miras a fomentar la resiliencia de los pequeños productores a las perturbaciones a largo plazo.

Asimismo el FIDA acoge con beneplácito el establecimiento de la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria bajo la presidencia alemana del G7. Esta alianza servirá para catalizar la labor y coordinar a los miembros del G7, los donantes y las organizaciones internacionales en su respuesta a la crisis de la seguridad alimentaria. El Fondo prestará apoyo al Grupo de respuesta ante situaciones de crisis mundiales fundamentando decisiones que permitan aplicar medidas rápidas y concretas, difundiendo información sobre financiación agrícola y alimentaria y generando conocimientos.

Además de la Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis y de las iniciativas de apoyo de los socios, el FIDA aprovechará su Programa de Participación del Sector Privado en la Financiación (PSFP, en sus siglas en inglés) para promover la seguridad alimentaria durante las crisis. El PSFP invierte en los pequeños productores rurales para fomentar la transformación inclusiva y sostenible del sistema alimentario. Se centra en la creación de empleo para los jóvenes, el empoderamiento económico de las mujeres y el clima.

Mediante una actuación coordinada, el FIDA y otras IFI pueden ayudar a las personas más pobres y marginadas a afrontar esta nueva crisis, y aprovechar asimismo esta oportunidad para aumentar la resiliencia frente a futuras perturbaciones y transformar los sistemas agroalimentarios sostenibles.