El Mecanismo de cooperación Sur-Sur y triangular entre China y el FIDA: movilizar la cooperación Sur-Sur y triangular para el desarrollo rural

La movilización de conocimientos, tecnologías y recursos del Sur y para el Sur para ofrecer soluciones a medida a las comunidades rurales ha sido reconocida mundialmente como modalidad eficaz para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para acelerar la reducción de la pobreza rural, mejorar la productividad rural y avanzar en la transformación rural a través de la cooperación Sur-Sur y triangular, en 2018 se creó el Mecanismo de cooperación Sur-Sur y triangular entre China y el FIDA, convirtiéndose en el primer mecanismo del FIDA dedicado a este tipo de cooperación.

El mecanismo aprovecha la fructuosa trayectoria de China en materia de conocimientos y experiencia en el ámbito del desarrollo rural y la eliminación de la pobreza, y promueve los intercambios y la cooperación entre los países en desarrollo. Las características más destacadas de los proyectos financiados por el mecanismo se centran en dar prioridad al sentido de apropiación y el liderazgo por parte de los países, mejorar la capacidad y el desarrollo locales, facilitar el aprendizaje y el intercambio entre pares, y promover la innovación y la sostenibilidad a fin de prestar asistencia y facilitar la creación de asociaciones para lograr mejores resultados sobre el terreno.

El mecanismo financia 13 proyectos por un valor de USD 5,8 millones y beneficia a las poblaciones rurales pobres de hasta las zonas más remotas de más de 40 países de África, Asia y América Latina. En los proyectos se aprovecha la cooperación Sur-Sur como importante instrumento para promover la transformación rural y mejorar la seguridad alimentaria, en muy diversas esferas temáticas, como el fortalecimiento de las cadenas de valor, la mejora de la productividad en la acuicultura, el modelo empresarial climáticamente inteligente, el empleo rural juvenil, la mejora de la nutrición y la promoción de la inversión rural, entre otras. Los pequeños agricultores se han beneficiado en buena medida de un aumento de la productividad y una mejora de los medios de vida y la nutrición.

El mecanismo no solo aborda los retos recurrentes del desarrollo rural, sino que también se ha adaptado a las necesidades emergentes, como la recuperación de la COVID-19, para mitigar los efectos de la pandemia y fomentar la resiliencia de las comunidades rurales.

 

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