For a more stable and prosperous world, we must invest in long-term rural development, IFAD President tells member states
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El presidente del FIDA a los Estados miembros: “Invertir a largo plazo en el desarrollo rural, si se quiere un mundo más estable y próspero
13 febrero 2018
Roma, 13 de febrero de 2018.- Para romper el ciclo que une fragilidad, hambre y pobreza, es necesario realizar importantes inversiones a largo término para favorecer el desarrollo rural, indicó hoy en Roma el presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert F. Houngbo dirigiéndose a los representantes de los Gobiernos presentes con motivo de la apertura en Roma del 41º Consejo de Gobernadores.
“La fragilidad crea hambre, pobreza y migración” explicó Houngbo a los líderes que se ocupan de desarrollo y a los gobernadores del FIDA aquí presentes. “Y porque además el hambre y la pobreza pueden producir conflictos e inestabilidad”.
Houngbo recordó que el 2017 fue afectado por múltiples conflictos y crisis humanitarias, con niveles récord que produjeron desplazamientos forzados y migraciones, eventos climáticos extremos y el incremento del hambre en el mundo después de décadas en las que había retrocedido.
Además, Houngbo indicó que es esencial entender la relación entre fragilidad, pobreza y hambre. Esto es de suma importancia si los lideres mundiales quieren perseguir el objetivo de acabar, para el 2030, con el hambre y la pobreza como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“La fragilidad puede impedirnos alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible, y barrer décadas de desarrollo”, advirtió.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el 2016 se estimó que 1.600 millones de personas vivían en situación de fragilidad y 480 millones de personas en extrema pobreza.
Las situaciones de fragilidad generalmente son caracterizadas por inestabilidad, conflictos, falta de gobernanza adecuada e instituciones débiles, y la incapacidad de recuperarse de las adversidades climáticas y de las crisis económicas.
Las áreas rurales son particularmente afectadas por situaciones de fragilidad, las que pueden afectar los medios de subsistencia, aumentando la pobreza y el hambre y produciendo migraciones o situaciones de desplazamiento forzados.
“La transformación de áreas rurales en economías dinámicas tiene una enorme potencialidad y puede dar una gran contribución para acabar con el hambre, la extrema pobreza y ofrecer una alternativa a las migraciones”, dijo.
Houngbo realizó así un llamado para incrementar las inversiones a largo plazo en las áreas rurales: “Nosotros tenemos que ser ambiciosos y redoblar los esfuerzos para acabar con la pobreza y el hambre. El mundo rural nos interpela”.
Son fundamentales las inversiones a largo plazo en las áreas rurales para crear condiciones de estabilidad. El FIDA financia actividades, como por ejemplo, ayudar a los pequeños campesinos a incrementar la producción y el rédito, así como acceder a los mercados, la tecnología y la finanza.
Entre el 2010 y el 2015, el FIDA apoyó proyectos que permitieron salir de la pobreza a 24 millones de personas de las cuales 17 millones vivían en situaciones de fragilidad.
En nuestros días 768 millones de personas viven en extrema pobreza y 815 sufre hambre, de las cuales el 75 por ciento en áreas rurales.
Para aumentar sus esfuerzos y afrontar la crisis global, Houngbo indicó que el FIDA se ha embarcado en una ambiciosa transformación para incrementar los fondos que permitirán salir a más personas de la pobreza y del hambre, y transformar las áreas rurales.
En particular, dijo que el FIDA está buscando nuevos fondos y nuevos sistemas para potenciar estos recursos y acciones, para complementar y desarrollar las finanzas.
El FIDA quiere además aumentar su esfuerzo en las áreas de nutrición, tema de género, cambio climático y jóvenes.
El mandato del FIDA de invertir en la población rural viene desde lejos involucrándola en trabajar en situaciones de fragilidad. Durante el próximo período fundacional, (2019-2021), el IFAD quiere destinar entre el 25 y 30 por ciento de sus recursos en países en situación de fragilidad.
Los participantes al Consejo de Gobernadores de este año discutieron sobre cómo invertir recursos para lograr medios de vida rurales sostenibles, de manera que contribuyan a la paz y la estabilidad social en todo el mundo.
El Consejo de Gobernadores del FIDA tomó en unanimidad esta decisión. Todos los 176 Estados miembros del FIDA, se encuentran reunidos en su congreso anual.
El FIDA ha invertido en la población rural durante 40 años y, al empoderar a estas personas, les ha ayudado a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer la resiliencia. Desde 1978, hemos destinado 19 700 millones de dólares de los Estados Unidos en donaciones y préstamos a bajo interés a proyectos que han permitido llegar a unos 474 millones de personas. El FIDA es una institución financiera internacional y una organización especializada de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura.