Honduras y el FIDA trabajarán juntos para fomentar la pequeña agricultura resiliente

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Honduras y el FIDA trabajarán juntos para fomentar la pequeña agricultura resiliente

2 de noviembre de 2021, Glasgow – El Gobierno de Honduras y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la agencia de Naciones Unidas para el desarrollo rural, acordaron hoy en Glasgow trabajar conjuntamente para acceder al financiamiento del Fondo Verde del Clima (GCF, según sus siglas en inglés) para promover la adaptación al cambio climático de la pequeña agricultura en el país. Para demostrar ese compromiso mutuo, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, y la directora del FIDA para América Latina y el Caribe, Rossana Polastri, firmaron una declaración conjunta en el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26).

Los fondos suplementarios del GCF permitirían al FIDA y a Honduras ampliar el alcance del Proyecto para el Desarrollo de la Resiliencia en el Valle de Sula, actualmente en diseño y al que el FIDA contribuirá con financiación propia. El objetivo principal de esta iniciativa de desarrollo rural es aumentar la resiliencia y la capacidad de adaptación de los pequeños agricultores del noroeste de Honduras, y reducir sus pérdidas económicas y sociales debido a los efectos de fenómenos climáticos extremos (inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra).

“El hecho de que los pequeños agricultores apenas reciban el 1,7 % de los fondos climáticos globales pone en riesgo no solo sus medios de vida, sino la seguridad alimentaria de naciones enteras. No solo pedimos que esto cambie, sino que también trabajamos para que así sea. La firma de hoy es un paso más en esa dirección y estamos seguros de que la alianza estratégica entre el Gobierno de Honduras y el FIDA abrirá la puerta a una fructífera colaboración con el GCF en este proyecto”, dijo Polastri.

Honduras es uno de los países más afectados por los desastres naturales y el cambio climático. Estos fenómenos generan inmensas pérdidas económicas anuales y afectan a más de la mitad de la población rural. La sequía del año 2019 en América Central llevó a Honduras a un estado de emergencia alimentaria después de que el país perdiese hasta el 72 % de la cosecha de maíz y el 75 % de la de frijoles. En 2020, la mayor parte del país sufrió los efectos de los huracanes Eta e Iota, que afectaron a 437 000 de personas y provocaron daños por valor de USD 2,170 millones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL).

Los efectos de la variabilidad climática en Honduras han llegado a tal extremo que han obligado a la población rural a migrar a otras áreas o salir del país, creando una nueva categoría de “migrantes climáticos”. Muchos de ellos se ven obligados a cruzar Centroamérica y dirigirse a Estados Unidos, arriesgando sus vidas en este peligroso camino.

Para contrarrestar esta situación, el Proyecto para el Desarrollo de la Resiliencia en el Valle de Sula aumentará la capacidad de los pequeños agricultores para adaptarse al cambio climático y continuar y mejorar la producción agrícola. El proyecto invertirá en infraestructura resiliente al clima (recogida de agua, riego y caminos rurales), promocionará soluciones agrícolas basadas en la naturaleza (servicios ambientales, sistemas de alerta meteorológica temprana, prácticas agrícolas resilientes y planificación territorial), y facilitará el acceso de los pequeños agricultores a seguros y financiación.

Todas estas actividades contribuirán a una profunda transformación del sistema alimentario de Honduras y apoyarán la implementación del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático del país, aprobado en 2018, y su Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN), el documento que los países presentan a la COP detallando las iniciativas a las que se comprometen para hacer frente al cambio climático en sus territorios.

El proyecto se alinea con los cuatro objetivos principales de la COP26: asegurar cero emisiones netas antes de 2050 para mantener el cambio de temperatura global a un máximo de 1,5 oC; promover la adaptación al cambio climático para proteger comunidades y hábitats naturales; movilizar fondos para la lucha contra este fenómeno; y promover el trabajo conjunto entre entidades públicas, privadas, de la sociedad civil y de cooperación internacional.

Desde la década de 1980, 13 proyectos apoyados por el FIDA han supuesto una inversión total de USD 303, 200 millones en Honduras (USD 148, 910 millones de fondos del FIDA más contribuciones del Gobierno, beneficiarios y otras instituciones internacionales). Dichos proyectos han beneficiado a 176 500 familias.

Los objetivos de los proyectos del FIDA en Honduras incluyen:

  • Ayudar a las comunidades rurales a participar en la economía de mercado, mejorando su acceso a tecnologías e inversiones para actividades agrícolas y no agrícolas.
  • Fortalecer la capacidad organizativa y el poder de negociación de las organizaciones de pequeños agricultores.
  • Establecer vínculos entre estas organizaciones y el sector privado.
  • Apoyar la capacidad de las organizaciones de pueblos indígenas para expresar las necesidades y preocupaciones particulares de sus comunidades.

Para obtener más información sobre las operaciones del FIDA en Honduras, haga clic en este enlace.


Comunicado de prensa n.º: IFAD/67/2021

El FIDA invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado USD 23 200 millones en donaciones y préstamos a bajo interés a proyectos que han permitido llegar a alrededor de 518 millones de personas. El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura.