En Rwanda, las asociaciones entre los sectores público y privado benefician a los pequeños productores de yuca

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En Rwanda, los pequeños productores de yuca se benefician de la colaboración público-privada

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La yuca es uno de los cultivos básicos más importantes de Rwanda. Más de 700 000 granjas familiares rwandesas se dedican a cultivarla, con una producción anual total que supera los 1,7 millones de toneladas. La yuca, que ofrece altos rendimientos por hectárea, tiene un buen perfil nutricional y permite producir con facilidad una variedad de subproductos, es a la vez un aliado clave en la lucha contra la inseguridad alimentaria y el fundamento de una cadena de valor esencial para los agricultores y productores del país. Pese a ello, para muchos productores de yuca el acceso confiable a los mercados sigue siendo un importante desafío.

Hace más de dos decenios que el Sindicato Ingabo, una organización de cooperativas agrícolas rwandesas, viene ayudando a los agricultores en pequeña escala de Rwanda a superar este y otros desafíos. El sindicato apoya a los 15 000 agricultores que lo integran en todas las etapas de la cadena de valor, y los ayuda a fortalecer sus capacidades técnicas y económicas y a consolidarse como actores del mercado. La mayoría de los miembros también se organizan en cooperativas, lo que permite al sindicato brindar apoyo a nivel grupal con más facilidad. También en este caso, la financiación que recibe a través del programa Organizaciones de Agricultores de Países de África, el Caribe y el Pacífico —un mecanismo de cooperación entre el FIDA, la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico y la Unión Europea— le permite al sindicato hacer aún más y seguir ampliando el apoyo técnico que brinda a las cooperativas y los productores individuales.

Dado que más de la mitad de los agricultores del Sindicato Ingabo se dedican a la producción de yuca, muchos de sus servicios se centran en ayudar a sus miembros a participar en la cadena de valor de este cultivo. Una de las herramientas más importantes en este sentido es la promoción de asociaciones entre las cooperativas y las empresas que participan en las etapas finales de la cadena de valor. Formalizar estas relaciones mediante acuerdos, como contratos de compra, ha sido sumamente eficaz para ayudar a los miembros a incorporarse de manera permanente y equitativa a las cadenas de valor.

En el caso de Kinazi Cassava Plant, por ejemplo, fue un contrato lo que marcó la diferencia.

De explotación agrícola a cooperativa a empresa 

Hace unos años, Kinazi Cassava Plant estaba enfrentándose a dificultades. El calendario de suministro de yuca cruda era impredecible, en gran medida debido a que la empresa no tenía ningún acuerdo formal con productores individuales o cooperativas. Como Kinazi no podía garantizarles ningún ingreso, los productores a menudo vendían su producción a otros compradores que podían ofrecerles mejores precios en el momento. Sin un suministro confiable de yuca, la producción de harina de yuca de la empresa también se volvió irregular.

El Sindicato Ingabo reconoció que la situación estaba generando un nivel de inestabilidad que repercutía en toda la cadena de valor. Así que, en 2020, el sindicato comenzó a mediar entre 15 cooperativas de productores de yuca y Kinazi Cassava Plant durante sus negociaciones contractuales.

El resultado fue un contrato de compra en virtud del cual las cooperativas venderán la totalidad de su producción de 2021 directamente a Kinazi a un buen precio y según un calendario de entregas regulares. El acuerdo garantiza el pago oportuno a todas las partes e incluye un mecanismo adecuado de resolución de controversias, que garantiza que cualquier diferendo pueda solucionarse sin poner en riesgo el resto del acuerdo.

Un campo de yuca en el distrito Ruhango de Rwanda. © Ingabo Syndicate

“Formalizar contratos con precios competitivos por la yuca garantiza que la planta reciba una cantidad suficiente de materia prima de calidad, a la vez que asegura un buen precio y un pago oportuno a las cooperativas y los productores”, señala François Xavier Mbabazi, Secretario Ejecutivo del Sindicato Ingabo. “Es un mecanismo en el que todos ganan”.

El Sindicato Ingabo también está trabajando en un contrato modelo que las cooperativas individuales puedan adaptar y reutilizar. Los contratos como este permitirán a las cooperativas vender su producción a precios que incluyan los costos, con lo que obtendrán ganancias mucho más altas que las que conseguirían si la vendieran de manera individual. Dado que los acuerdos sirven como constancia de la existencia de una relación comercial formal, las cooperativas también podrán usarlos para solicitar préstamos, algo que históricamente les ha resultado difícil debido a su incapacidad de constituir garantías. Una vez que han obtenido un préstamo, las cooperativas pueden invertir los fondos en sus operaciones.

Iniciativas con miras al futuro

Si bien este tipo de contratos constituye una clara mejora, los productores de yuca del Sindicato Ingabo siguen enfrentando importantes desafíos en lo referido al acceso al mercado. Apenas una parte de su producción total se vende a plantas como la de Kinazi, lo que implica que se siguen necesitando otras soluciones. 

En ocasiones, estas soluciones se reflejan en formas novedosas de ingresar al mercado. Por ejemplo, en septiembre de 2020, un pequeño subgrupo de miembros de Ingabo, conformado por 89 productores de yuca y tres cooperativas, constituyeron una empresa llamada CassVenture Ltd. con el objetivo de explorar oportunidades de negocios en las ciudades cercanas de Goma y Bukavu, cerca de la frontera con la República Democrática del Congo, donde se prevé un fuerte aumento en la demanda de yuca fresca. La empresa también buscará poner servicios de transporte e instalaciones de almacenamiento al alcance de las cooperativas y los productores.

Además de soluciones como esta, el Sindicato Ingabo está buscando maneras de mejorar las condiciones para sus miembros a lo largo del ciclo de producción de la yuca.

Se han realizado investigaciones que demuestran que el uso de variedades de yuca de mayor calidad prácticamente cuadruplica los rendimientos. Por este motivo, Ingabo está trabajando para asociarse con institutos locales de investigación a fin de desarrollar variedades de yuca más resistentes a las enfermedades, señala Victor Manariyo, Oficial de Desarrollo Agrícola y Ganadero del sindicato. También están planeando trabajar con el gobierno para promover las subvenciones agrícolas y la adopción de políticas más favorables. Y, como siempre, están buscando asociarse con actores sólidos del sector privado que compren la producción.

“Si todos los actores trabajan juntos, podemos fortalecer la totalidad de la cadena de valor”, dice.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en Rwanda.

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Nota: Este artículo se basa en uno más largo que se publicó en un número reciente del boletín del programa de Organizaciones de Agricultores de Países de África, el Caribe y el Pacífico. Haga clic aquí para ver el número completo.