La agricultura no solo contribuye al cambio climático: es un aspecto esencial de la solución. La respuesta del FDA al último informe del IPCC

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La agricultura no solo contribuye al cambio climático: es un aspecto esencial de la solución. La respuesta del FDA al último informe del IPCC

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Una vez más, el último informe del IPCC, Cambio climático 2022: mitigación del cambio climático, hace hincapié en la necesidad urgente de adoptar medidas transformadoras para responder a la crisis climática.  Si bien ya no podemos evitar el cambio climático —de hecho, ya estamos viendo sus efectos—, hay mucho que podemos hacer para limitar sus impactos.

Aunque a menudo se señala a la agricultura como uno de los factores que más contribuye al cambio climático, ha llegado el momento de que “comencemos a verla como un aspecto esencial de la solución”, según la Vicepresidenta Adjunta del Departamento de Estrategia y Conocimientos y experta en cuestiones climáticas del FIDA, la Dra. Jyotsna Puri.

“Con las prácticas adecuadas, los pequeños agricultores en los países en desarrollo pueden proteger los suelos, los ecosistemas y la biodiversidad y desempeñar una función importante en el almacenamiento de carbono”, explica Puri.

En el informe del IPCC se señala que las medidas de mitigación sostenibles en los ámbitos de la agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra pueden lograr importantes reducciones de las emisiones y fortalecer la absorción. Estas opciones de mitigación son rentables y pueden aplicarse a escala.

Los pequeños agricultores producen un 80 % del alimento en los países en desarrollo. Por eso, para mitigar con éxito los efectos del cambio climático, debemos ayudarlos adaptarse a él y a mejorar su resiliencia a largo plazo.

Es justamente eso lo que está haciendo el FIDA en más de 80 países alrededor del mundo. No solo promovemos enfoques que mitigan las emisiones, sino que también respaldamos las soluciones basadas en la naturaleza y las prácticas climáticamente inteligentes que fortalecen la resiliencia al cambio climático, reducen o evitan las emisiones y secuestran carbono.

Un ejemplo de esto es el Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala del FIDA, que buscará secuestrar 60 millones de toneladas de CO2 equivalente en el transcurso de 20 años. ¡Un peso similar al de 60 millones de grandes tiburones blancos!.

Pese a su importancia fundamental para la alimentación del mundo, los pequeños productores reciben apenas un 1,7 % de la financiación para el clima. En respuesta a esto, hace poco el FIDA presentó el fondo de adaptación al cambio climático ASAP+. Mediante este programa, el FIDA busca recaudar USD 500 millones para ayudar a 10 millones de pequeños agricultores a aumentar su resiliencia frente al cambio climático.

El IPCC ha reiterado la necesidad de limitar el calentamiento global a 1,5° C. Para lograrlo, “necesitamos aumentar considerablemente las inversiones en las soluciones basadas en la naturaleza y promover técnicas agrícolas sostenibles, a la vez que conservamos y restauramos los bosques, los manglares y las turberas, que tienen un gran potencial de mitigación”, explica Puri.

Teniendo en cuenta que un 63% de las personas más pobres del mundo se dedican a la agricultura —principalmente en explotaciones pequeñas—, las medidas de adaptación al cambio climático en el sector agrícola no solo pueden mitigar los efectos de esta crisis, sino también promover la biodiversidad y preservar los medios de vida y los suministros de alimento, agua y madera para las personas pobres de las zonas rurales de todo el mundo.

Infórmese sobre la labor del FIDA en materia de clima y medio ambiente.

Lea nuestra reacción al informe anterior del IPCC.