La población rural depende de la biodiversidad: ¿qué hace el FIDA para protegerla?

La biodiversidad es fundamental para la supervivencia de nuestro planeta. Es la esencia de nuestras necesidades más básicas, como los alimentos y el agua, y ofrece resiliencia ante una de nuestras principales amenazas: el cambio climático.

Sin embargo, lejos del ajetreo de nuestras aglomeraciones urbanas, la biodiversidad reviste especial importancia para los productores en pequeña escala, cuyos medios de vida y prosperidad dependen en gran medida de los recursos naturales.

Por este motivo, en 2022 pusimos en marcha nuestra primera Estrategia de Biodiversidad, en la que se ponen de manifiesto los compromisos asumidos por el FIDA para integrarla en nuestros proyectos en mayor medida y lograr un equilibrio entre los objetivos de conservación y los derechos y el bienestar de las comunidades rurales.

A continuación explicamos lo que estamos haciendo para conseguirlo.

Colaborar estrechamente con los Pueblos Indígenas y las comunidades locales

Los proyectos del FIDA aprovechan los conocimientos tradicionales sobre biodiversidad para adaptarse al cambio climático © FIDA/Giancarlo Shibayama

 

Dado que el 80 % de la biodiversidad que subsiste en nuestro planeta se encuentra en territorios Indígenas, los Pueblos Indígenas y otras comunidades locales desempeñan un papel fundamental a la hora de salvaguardarla. Por eso el FIDA trabaja con esos grupos: para garantizar que su participación en los procesos de adopción de decisiones sea plena y eficaz.

Además, el FIDA financia proyectos diseñados y ejecutados por las comunidades Indígenas, sirviéndose de sus conocimientos tradicionales de la biodiversidad para la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Por ejemplo, en Marruecos, en un proyecto financiado por el Fondo de Apoyo a los Pueblos Indígenas se llevó a cabo una labor de sensibilización sobre la importancia de preservar el argán para que las mujeres amazigh pudieran prosperar.

La salud humana depende de la salud del planeta

Para que la población goce de buena salud, necesitamos ecosistemas saludables. Dos de cada tres proyectos del FIDA que promueven la biodiversidad también fomentan la alimentación variada, lo que a su vez contribuye a que las dietas sean más saludables y las personas estén más sanas.

En el Brasil, el Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible en la Región Semiárida de Bahía (Proyecto a favor del Semiárido), respaldado por el FIDA, facilitó que las mujeres y los Pueblos Indígenas que se dedicaban al cultivo de una gran variedad de productos tradicionales accedieran a los mercados. De este modo, la población local pudo tener una dieta más saludable, variada y respetuosa con el medio ambiente, suministrada por grupos vulnerables.

No obstante, las dietas sanas también dependen de prácticas agropecuarias saludables. Por ese motivo, integramos la agroecología —un enfoque ecológico de la agricultura— en un 77 % de nuestros proyectos y estamos decididos a esforzarnos más en este sentido.

Financiación en favor de la población, la naturaleza y el clima

Video disponible sólo en inglés.

Desde el año 2000, el FIDA ha invertido más de 4 000 millones de dólares de los Estados Unidos en programas para luchar contra la degradación de la tierra y promover su gestión sostenible. Por ejemplo, el  Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP) ayuda a los países a adaptarse al cambio climático gracias a soluciones basadas en la naturaleza.

Ayudamos a los países a acceder al Fondo para el Medio Ambiente Mundial y codirigimos su Programa Integrado sobre los Sistemas Alimentarios. También recaudamos financiación del Fondo Verde para el Clima.

Con todo, no podemos afrontar la crisis de la biodiversidad solos. Es necesario que todos pongamos de nuestra parte. Por eso promovemos mecanismos financieros para atraer inversiones del sector privado y respaldar así las iniciativas de conservación. Por ejemplo, el Fondo de Agua del Alto Tana en Kenya aporta capital público-privado fundamental para las comunidades que gestionan la tierra de manera sostenible y protegen los cursos de agua que llegan a las zonas urbanas del país.

Todavía queda mucho por hacer y la inversión en agricultura sostenible es notablemente insuficiente. Para 2030, el FIDA se propone destinar una tercera parte de la financiación para el clima a soluciones basadas en la naturaleza.

Reforzar las asociaciones y los conocimientos

Resulta esencial contar con estudios de viabilidad sólidos y datos rigurosos para movilizar fondos. Por eso impartimos formación y generamos conocimientos: no solo para diseñar proyectos eficaces, sino también para obtener financiación y lograr mayores resultados en ese ámbito.

Nuestro indicador básico de la biodiversidad mide la contribución del FIDA a la mejora de la biodiversidad animal y vegetal y al crecimiento del valor económico de la naturaleza gracias a una herramienta geoespacial.

En aras de la divulgación, establecimos una comunidad de práctica centrada en la biodiversidad y contribuimos a plataformas específicas, como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.

La necesidad cada vez más apremiante de proteger la extraordinaria variedad de la naturaleza ha dado lugar a un movimiento mundial de conservación de la biodiversidad. Por ejemplo, el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica sienta las bases para crear un mundo en el que los seres humanos y la naturaleza puedan vivir en armonía. El FIDA, mediante la prestación de apoyo a este marco, y gracias a sus propios proyectos, no solo promueve la biodiversidad, sino que también la integra en mayor medida en la labor que realiza en todo el mundo.

 

Para ponerse en contacto con el equipo de biodiversidad del FIDA, envíe un correo electrónico a [email protected]. 

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Fecha de publicación: 22 mayo 2023