Los efectos de la guerra en Ucrania sobre los países más vulnerables del mundo

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Los efectos de la guerra en Ucrania sobre los países más vulnerables del mundo

Tiempo estimado de lectura: 9 minutos

A medida que la guerra en Ucrania sigue su curso, es claro que este conflicto —y las consecuencias que trae consigo— se extenderán en el tiempo. La guerra, que se está disputando en una de las principales regiones exportadoras de alimentos y productos básicos, ha tenido efectos inmediatos y de gran alcance sobre los sistemas alimentarios mundiales.

Los países y comunidades vulnerables que importaban grandes cantidades de granos han sido los principales afectados por esta situación. Como si no alcanzara con la COVID-19 y el cambio climático, ahora las personas más pobres del medio rural deben enfrentarse a un nuevo obstáculo.

Son incapaces de responder a esta crisis mundial por sí solas. Es por eso que el FIDA ha puesto en marcha la Iniciativa para Hacer Frente a la Crisis, a fin de preservar los avances en materia de desarrollo que tanto ha costado conseguir, a la vez que se mitigan las nuevas perturbaciones.

En vista de la escala de las repercusiones de la guerra, el FIDA está priorizando a los países que han caído o podrían caer en situación de sobreendeudamiento. Los Directores en los Países de las cinco naciones de mayor prioridad nos cuentan qué efectos ha tenido la guerra sobre los residentes de comunidades rurales que ya enfrentaban problemas.

© Social Fund for Development

“El Yemen ha estado hundido en un conflicto armado desde 2015. Pero ahora una nueva guerra está trastocando las vidas de las personas”. - Umit Mansiz en el Yemen

El Yemen ha estado hundido en un conflicto armado desde 2015. El país atraviesa una de las peores crisis humanitarias del mundo, que ha dejado a tres de cada cuatro de sus habitantes con la necesidad de recibir ayuda humanitaria. El conflicto ha afectado profundamente las actividades económicas y la producción agrícola, que es la principal fuente de ingresos para la mayoría de los hogares. Muchas personas están recurriendo a mecanismos de supervivencia negativos para enfrentar la crisis, como vender sus propiedades, lo que debilita su resiliencia.

Pero ahora la guerra en Ucrania está trastornando las vidas de las personas en el Yemen, en un contexto de drástico aumento de los precios de los alimentos y los combustibles y mayor deterioro de la seguridad alimentaria. La tasa de dependencia del Yemen de las importaciones de cereales es de un 97 %, y la mayor parte de las importaciones de trigo (un 42 %) provienen de Rusia y Ucrania.

Con el desplome de la producción agrícola y del poder de compra, para las personas del Yemen se ha tornado aún más difícil obtener y costear los productos básicos, incluidos los insumos agrícolas que los pequeños agricultores necesitan para cultivar alimento y alimentar a su ganado.

El FIDA continuará invirtiendo en los pequeños agricultores en esta coyuntura crítica para proteger a los hogares vulnerables de la creciente inseguridad alimentaria, ayudarlos a reconstruir sus medios de vida y recuperar la capacidad de producción agrícola del Yemen.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en el Yemen.

 

© WFP/Theresa Piorr

“La guerra es como arrojar gasolina en un incendio que ya está descontrolado” - Paolo Silveri en Haití.

Haití es el país más pobre de América Latina y el Caribe, y se cuenta entre los 13 países más frágiles del mundo. En pocas palabras, la escalada de los precios de los productos básicos y los alimentos es como arrojar gasolina a un incendio que ya está descontrolado en Haití.

Con una tasa de pobreza de casi un 60% y una elevada inflación —con la consecuente pérdida de poder de compra—, aún más haitianos podrían caer en la pobreza.

En Haití, el combustible ha triplicado su precio, y no siempre puede accederse a él. Esto significa que muchas personas están recurriendo a alternativas energéticas poco confiables, peligrosas o aún más contaminantes.

Pese a los desafíos que entraña trabajar en un contexto de elevada fragilidad, el compromiso del FIDA hacia Haití y su gente es inquebrantable. Estamos cooperando con otros donantes y con instituciones financieras internacionales para destinar al país una mayor masa crítica de recursos humanos y financieros. Mediante estas economías de escala, logramos apoyar de manera eficiente, eficaz y segura a un mayor número de personas pobres del medio rural en Haití.

Nuestra principal prioridad es continuar mejorando la resiliencia de los pequeños agricultores del país. Si se invierte en ellos, los pequeños productores pueden contribuir con los suministros locales de alimento y garantizar que, aun cuando los mercados fracasan y los bienes no pueden moverse libremente, los habitantes de Haití puedan cubrir sus necesidades.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en Haití.

 

© UNICEF/UN0663260/Sewunet

“¿Qué podría hacer Somalia si el 100 % de sus importaciones de trigo proviene de Rusia y Ucrania?” - Omar Ebrima Njie en Somalia

Aún antes de la guerra en Ucrania, Somalia estaba sufriendo. Es uno de los países más pobres del mundo, y el segundo más frágil de todos según el índice de Estados frágiles. Además de la grave inestabilidad política y económica, Somalia es víctima de desastres naturales frecuentes e intensos, como las sequías y las hambrunas. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 7,1 millones de somalíes están enfrentando crisis o situaciones aún más graves en materia de seguridad alimentaria, y más de 213 000 personas son víctimas de niveles catastróficos de hambre y desnutrición.

¿Qué podría hacer Somalia si el 100 % de sus importaciones de trigo proviene de Rusia y Ucrania? Los agricultores, los pastores y los productores agropecuarios pobres, que ya se enfrentan a los efectos combinados de los conflictos, las sequías, el cambio climático, las plagas de langostas y la COVID-19, ahora deben afrontar la suba de los precios de los alimentos y los combustibles y la reducción de su poder de compra. Con una producción alimentaria local sumamente limitada, las perspectivas de Somalia en materia de seguridad alimentaria son sombrías.

La Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis brindará a 36 000 pequeños productores, agricultores, pastores y productores agropecuarios el apoyo que tanto necesitan en las regiones más fértiles pero extremadamente pobres de Somalia. Al mejorar su acceso a los mercados y a los ingresos productivos, estos productores pueden generar ingresos, en tanto que destinar estratégicamente las inversiones a las zonas fértiles optimiza la producción local y ayuda a mejorar la resiliencia del país.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en Somalia.

 

©FIDA/David Paqui

“Con un 60 % de los mozambiqueños viviendo en la pobreza, cualquier aumento en los precios de los productos básicos tiene efectos devastadores”. - Ambrosio Barros en Mozambique.

Esta crisis amenaza con trastocar los importantes progresos que Mozambique ha conseguido en decenios recientes. Si bien Mozambique no mantiene vínculos comerciales estrechos ni con Rusia ni con Ucrania, el aumento de los precios internacionales de los cereales, del fertilizante y del petróleo está teniendo repercusiones negativas sobre la economía del país, que de por sí es débil, y al igual que en otras muchas naciones, se prevé que la tasa de inflación aumentará aún más.

En el mediano plazo, el aumento del precio del gas podría atraer inversiones extranjeras para explotar los recursos de gas natural licuado del país.

Sin embargo, esto no es de mucha ayuda para los pequeños agricultores que están enfrentando problemas ahora mismo debido al aumento de los precios del combustible y de los costos para las tareas de preparación del terreno, riego, transporte y adquisición de insumos agrícolas, como fertilizantes y pesticidas.

El precio del trigo y de otros productos alimentarios básicos también ha aumentado. Por ejemplo, en la provincia de Napula, los beneficiarios de los programas del FIDA dicen que el precio de un saco de 50 kg de trigo ha aumentado alrededor de un 15 %, de 1 980 MT a 2 280 MT (un aumento de unos USD 5), en tanto que el precio del fertilizante ha aumentado a más del doble entre febrero y junio de este año. Con un 60 % de los mozambiqueños viviendo en la pobreza, cualquier aumento en los precios de los productos básicos tiene efectos devastadores.

En el marco de la Iniciativa del FIDA para Hacer Frente a la Crisis, Mozambique recibirá USD 3 millones. Estos fondos se utilizarán para impulsar intervenciones inmediatas dirigidas a mejorar la seguridad alimentaria. Entre los pequeños agricultores se distribuirán semillas de yuca y patata, ambos alimentos básicos en Mozambique, a fin de aumentar la producción de estos cultivos a escala. A través de la Iniciativa, también se brindará financiación a las asociaciones de agricultores y a la cadena de valor de la acuicultura.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en Mozambique

 

© UNICEF/UN0612299/Fazel

“El Afganistán corre el riesgo de ser olvidado” - Jerry Pacturan en el Afganistán.

Aunque hace tiempo que el Afganistán se enfrenta a los desafíos que entrañan los conflictos, esta nueva guerra, aunque distante, está planteando nuevos retos al pueblo afgano. Cuando se añaden los efectos combinados de la COVID-19 y el cambio climático, es lógico que para las familias y los agricultores afganos sea difícil cubrir sus necesidades, y la pobreza se ha generalizado.

Para marzo de 2022, dos de cada tres afganos padecían niveles graves de inseguridad alimentaria, un aumento del 15 % frente al mismo período del año anterior. A medida que la guerra en Ucrania continúa, la crisis alimentaria en el Afganistán y en el mundo sigue agravándose.

La agricultura es la principal fuente de ingresos para los afganos que viven en las zonas rurales, pero dos años de sequías graves, los diversos conflictos, un desplome de la economía, los terremotos y ahora las perturbaciones en las cadenas de abastecimiento del mercado mundial han planteado problemas para el sector. El aumento de los costos de los alimentos y los combustibles importados hace que para la mayoría de los afganos sea imposible producir alimentos o comprarlos cuando no están disponibles a nivel local.

Hasta los propietarios de ganado se están encontrando con dificultades para mantener a sus animales alimentados y saludables, y un 41 % de las personas informan una disminución en el número de cabezas de ganado, en tanto que más del 60 % del ganado se encuentra en una situación crítica debido a la escasez de alimentos, la salud animal y las fallas del mercado.

En agosto de 2021 la atención mundial estaba centrada en el Afganistán, pero ahora el país corre el riesgo de que los organismos de financiación lo olviden. Para el FIDA, el Afganistán es una prioridad principal. Actualmente estamos analizando soluciones para llevar a cabo nuestras actividades de una manera segura y en coordinación con otros organismos de las Naciones Unidas y ONG.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en el Afganistán.