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Los rostros del empoderamiento

06 marzo 2020
©IFAD/Camila Caicedo

©WFP/Santosh Shani

Las mujeres del medio rural son agentes clave en los esfuerzos dirigidos a lograr las transformaciones económicas, ambientales y sociales necesarias para el desarrollo sostenible. Garantizar su empoderamiento es decisivo no solo para su propio bienestar, sino para el de sus familias y comunidades. No obstante, se enfrentan a numerosos desafíos en el camino, entre ellos, un acceso limitado al crédito, a las oportunidades de empleo y a la educación. Las recientes crisis económicas y alimentarias, así como el cambio climático, no han hecho más que agravar estos desafíos. Con el Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural se busca contrarrestar todo ello. Este programa, una iniciativa de colaboración entre los tres organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma —la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA)— y ONU-Mujeres, se compromete a proteger los medios de vida y los derechos de las mujeres del medio rural en el contexto del desarrollo sostenible. Desde 2014, se ha asociado con organizaciones locales en siete países para dirigir a las mujeres que más lo necesitan amplias intervenciones concebidas especialmente para ellas. El programa ha beneficiado a más de 49 000 mujeres hasta la fecha. Aquí compartimos solo algunos de sus relatos.

Inclusión social

Ramkali forma parte de los Madheshi, un pueblo de origen indio que vive en Nepal, marginado desde siempre. Gracias a las actividades de inclusión realizadas en el marco del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, ahora puede relacionarse libremente con otras mujeres de su comunidad y ganarse la vida.

En tres de los siete países en que se ejecuta el programa, la atención se ha dirigido específicamente a las mujeres del medio rural que pertenecen a grupos marginados. Como beneficiarias directas de un conjunto integral de intervenciones, estas mujeres han hecho valer su opinión por primera vez, adquiriendo una función destacada a la hora de superar las disparidades económicas, sociales, culturales y políticas a las que se han enfrentado durante siglos.

Agricultura climáticamente inteligente

©Women/Fikerte Abebe

Como muchas mujeres de las zonas rurales de Etiopía, Tulule ha tenido que lidiar a menudo con los efectos del clima hostil en sus campos de trigo. Ahora, gracias a las semillas de mejor calidad y los métodos de cosecha mejorados que se han puesto a disposición en el marco de un programa que recibe financiación del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, el rendimiento de sus cosechas, que ahora son más resilientes al clima, se ha cuadriplicado.

Las comunidades del medio rural ya han comenzado a afrontar los efectos del cambio climático, dado que las variaciones sin precedentes de las condiciones meteorológicas y el agotamiento de los recursos naturales ponen en peligro sus sistemas alimentarios, y todos sus medios de vida. En este contexto, las técnicas de agricultura climáticamente inteligente que han surgido se han impuesto como método preferido para mitigar los riesgos asociados. En el marco del programa, se ha prestado apoyo a las actividades que incrementan la productividad agrícola de las mujeres del medio rural y mantienen un enfoque sostenible y climáticamente inteligente al mismo tiempo.

Las tecnologías de la información y las comunicaciones y la innovación

©UN Women/Geno Tumaine

Una mujer kirguisa mira a través del juego de herramientas de trabajo en su tienda de reparación de teléfonos móviles. Antes de que aparecieran los programas de capacitación financiados mediante el Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, las oportunidades de empleo en el ámbito de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) eran prácticamente inaccesibles para estas mujeres.

Facilitar el acceso de las mujeres del medio rural a las TIC representa una gran oportunidad para abriles las puertas a numerosos recursos, servicios y redes diferentes. En reconocimiento de ello, en el marco del programa se han utilizado las TIC de diversos modos innovadores que van desde desarrollar plataformas digitales que vinculan a los agricultores con las cadenas de suministro locales y regionales y suministrar información meteorológica precisa y eficaz hasta vincular a las mujeres del medio rural con los servicios financieros móviles.

Papeles determinados en función del género

©FAO/Julio Cesar Juárez Lopez

A pesar de las diferencias culturales, la rigidez de los papeles asignados a cada género sigue siendo una carga social para las mujeres del medio rural de todo el mundo. Se les sigue exigiendo demasiado para perpetuar ciertas normas sociales en lo que respecta a su comportamiento, responsabilidades y poder de decisión, y suelen carecer del apoyo de sus familias y sociedades.

Para hacer frente a esos desafíos, en el marco del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural se ha adoptado el Sistema de Aprendizaje Activo de Género (GALS), un diálogo dirigido por las comunidades que se utiliza para promover relaciones de género más equitativas. Al reconocerse que los tipos de obstáculos estructurales en cuestión no pueden superarse sin la participación de toda la sociedad en su conjunto, la metodología del GALS incluye la participación activa de hombres y niños en los debates.

Participar en varias sesiones del GALS, ha permitido a Zoila (en la foto) y su marido revalorizar el papel que ella desempeña como líder en la comunidad rural guatemalteca a la que pertenecen.

Derechos de las mujeres

©UN Women/Ranichur

Al haber crecido en una sociedad que da prioridad a casarse con alguien de buena familia, Mina nunca tuvo la oportunidad de terminar la escuela, lo cual tuvo como consecuencia que perdiera confianza en sí misma. Tras unirse al programa local organizado en el marco del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, empezó a sentirse cómoda hablando delante de los dirigentes de la comunidad y defendiendo sus propios intereses y los de otras mujeres.

Las cuestiones relativas a los derechos de la mujer siguen siendo todo un desafío a nivel mundial, y velar por ellos es un elemento central de las actividades del programa. En los siete países en que se ejecuta, se está haciendo lo posible por defender los derechos de la mujer con iniciativas que van desde poner fin al matrimonio infantil y luchar contra la violencia de género hasta garantizar la igualdad de acceso a la educación y a los servicios de salud sexual y reproductiva. Gracias a estas actividades, las mujeres del medio rural que participan en ellas han adquirido importantes conocimientos y conciencia sobre sus derechos y se sienten dotadas de los medios para pronunciarse en contra de las prácticas nocivas y los abusos a los que se enfrentan.

Acceso a la tierra

©WFP/Rein Skyulerud

La empresa de tomates de Cecile ha despegado. Con apenas unas pocas hectáreas de terreno obtenidas mediante el Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, ella y el grupo de agricultoras al que pertenece pudieron ampliar sus actividades y, por ende, incrementar sus ingresos.

El limitado acceso a la tenencia de la tierra constituye un obstáculo importante para las oportunidades económicas de las mujeres del medio rural. La falta de tierras propias no solo afecta a la propia capacidad de ganar ingresos y obtener créditos para sus empresas: cuando las mujeres no pueden participar plenamente en una sociedad agraria, se resiente la rentabilidad general de la agricultura como actividad comercial. Desde la puesta en marcha del programa, se ha promovido y respaldado el acceso de las mujeres del medio rural a la tierra en diversos planos, con actividades de promoción dirigidas a los gobiernos locales y nacionales hasta conceder préstamos para la adquisición de tierras.

Medios de vida e ingresos sostenibles

©UN Women/Winston Daryoue

Tina logró poner en práctica de inmediato los conocimientos especializados que aprendió en los cursos de alfabetización y negocios que se organizaron en el marco del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural. Su empresa de carbón ha crecido y lo mismo han hecho sus ingresos, gracias a lo cual ha mejorado su calidad de vida y la de su familia.

Un elemento central de la metodología del programa es la creación, el apoyo y el desarrollo de empresas dirigidas por mujeres del medio rural que fomenten oportunidades de generar ingresos. En los siete países participantes se han ejecutado diversos proyectos con el objetivo de formar grupos de ahorro y crédito o consolidar los existentes. Las cantidades generadas con esos ahorros luego vuelven a invertirse en programas de educación o salud o se utilizan para poner en marcha actividades generadoras de ingresos y reforzarlas.

Liderazgo de la mujer

©UN Women/Narenda Shrestha

En todo el mundo, las mujeres del medio rural se enfrentan a numerosos obstáculos estructurales que les impiden asumir funciones de liderazgo. Desde el limitado acceso a la educación hasta los mensajes implícitos omnipresentes de que son menos competentes y capaces que los hombres, a las mujeres se las suele disuadir de que adquieran tanto una educación como las aptitudes generales necesarias para destacar en esferas empresariales y gubernamentales.

En varios de los países que participan en el Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, se han promovido y facilitado activamente los diálogos comunitarios en los que las mujeres del medio rural puedan expresar su opinión y tener voz y voto respecto de las cuestiones que son de pertinencia. Con esos diálogos se ayuda a que muchas mujeres, como esta beneficiaria de Nepal, comprendan su propio valor y se pongan al mando de una vez por todas.

Cadenas de valor

©UN Women/Ma Korpo Howard

Las mujeres siguen enfrentándose a obstáculos que les impiden participar plenamente en todas las fases de la cadena de valor, desde adquirir fondos y materias primas hasta ganar una remuneración equitativa. Superar estos obstáculos puede transformar la función de las mujeres en diversos sectores, catalizar su empoderamiento y fomentar el crecimiento económico local.

En los siete países que participan en el Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, se ha potenciado la participación de las mujeres del medio rural en las cadenas de valor suministrando capital productivo y financiación inicial y desarrollando los conocimientos especializados correspondientes al mismo tiempo. Como resultado, las mujeres del medio rural han podido elaborar productos tanto tradicionales como no tradicionales con valor agregado de forma sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental, y han generado una base amplia de beneficios para la comunidad.

Estas mujeres de Liberia, por ejemplo, han revolucionado su cosecha de yuca. Además de vender su producción, ahora hacen chips de yuca con una parte de la harina, con lo que diversifican las líneas del producto y aumentan sus ingresos.

Mejora de la nutrición

Con amplio consenso mundial, el empoderamiento de la mujer del medio rural está reconocido como vía importante para mejorar el estado nutricional de los hogares. Las mujeres son las verdaderas mediadoras entre la producción y el consumo de alimentos, dado que desempeñan una función clave en lo que respecta a la producción y las decisiones de consumo, la distribución de los recursos en el hogar, la salud materna y las prácticas de alimentación de los lactantes. El Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural se compromete a mejorar el estado nutricional de las mujeres beneficiarias y sus hogares mediante la promoción de dietas saludables y variadas.