Mobile money: A product of choice for women to send and receive remittances

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Dinero móvil: el producto preferido por las mujeres para enviar y recibir remesas

Tiempo estimado de lectura: 9 minutos

Las mujeres constituyen la mayoría de los receptores de remesas en todo el mundo; dichas remesas repercuten tanto en los ingresos reales de las mujeres como en las normas sociales

Se cree que las remesas, que suelen representar el 60 % o más de los ingresos de los hogares, conciernen directamente a mil millones de personas en todo el mundo y mantienen a millones de familias receptoras por encima del umbral de pobreza. Casi la mitad de los 258 millones de migrantes en todo el mundo y la mayoría de los receptores de remesas en los países de origen son mujeres. Por ejemplo, en un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización, se pone de manifiesto que el 60 % de los receptores de remesas de Camboya, la República Popular Democrática Lao y Myanmar son mujeres y que el 75 % de estas mujeres vive en zonas rurales. En Nepal, las mujeres representan el 58 % de los receptores. Se puede encontrar la misma tendencia en América Latina, donde las mujeres son las principales receptoras de remesas y desempeñan una función fundamental en la gestión del gasto doméstico diario de la familia. En Guatemala, representan en 63 % de los principales receptores de remesas, una cifra que asciende hasta el 70 % en Colombia.

La migración también tiene un impacto directo en las normas sociales del país de origen, en especial para las mujeres: las remesas sociales también son importantes. Además de dinero, la migración también conlleva la circulación de ideas, prácticas, aptitudes, identidades y capital social entre las comunidades remitentes y las comunidades receptoras.

Las remesas tienen sesgo de género

Según el nuevo estudio presentado por el Centro Superior para el Procesamiento de la Información (CeSPI) de la Universidad Nacional de la Plata en la Mesa Redonda de Expertos Internacionales, las mujeres migrantes en Italia cobran de media un 24 % menos que los hombres. Si bien esto no afecta a su propensión a enviar remesas (las mujeres envían de media el 12 % de sus ingresos mensuales, mientras que los hombres envían el 13 %), sí que repercute en las características de dichas remesas. Por ejemplo, el valor medio de las remesas enviadas por mujeres fue de 425 EUR, mientras que el de las enviadas por hombres fue de 469 EUR. Estos resultados avalan los obtenidos en estudios anteriores en los que se había observado que las trabajadoras migrantes tienden a enviar menores cantidades de dinero con más frecuencia y durante períodos de tiempo más largos que los hombres. En relación con sus ingresos, las mujeres pueden estar pagando un 20 % más que los hombres para enviar remesas.

En los países receptores, las mujeres y los hombres también tienden a utilizar el dinero recibido de forma diferente. Las mujeres que reciben remesas tienden a destinar más fondos a la atención sanitaria de sus familias, a la alimentación y la nutrición, a la vivienda y a la educación que los hombres. No obstante, las remesas no solo se utilizan para satisfacer las necesidades básicas de las familias en los países de origen; los objetivos de inversión también son importantes para las mujeres migrantes, si bien en menor medida que para los hombres. Existen notables diferencias entre comunidades de migrantes. Por ejemplo, en el estudio del CeSPI se revela que las mujeres migrantes senegalesas tienen un papel importante en la creación y apoyo de empresas productivas en su país (que es el objetivo de las remesas para el 9 % de las mujeres migrantes encuestadas), mientras que para el 29 % de las mujeres migrantes filipinas el objetivo es invertir en bienes raíces.

Desde el exitoso lanzamiento del sistema M-pesa en 2007, el sector del dinero móvil ha crecido y existen más de 866 millones de cuentas de dinero móvil en 90 países. Inicialmente concebido como un instrumento para realizar transferencias y pagos internos, el dinero móvil ha revolucionado la forma en que las personas envían dinero a otros países. En 2018, el dinero móvil se podía utilizar para enviar o recibir transferencias internacionales en 56 de los 90 países en los que el dinero móvil está disponible. El dinero móvil tiene determinadas características que lo hacen especialmente atractivo para las mujeres en comparación con otros canales de remesas. En realidad, en algunos mercados, las mujeres han sido las primeras en adoptar el dinero móvil como forma de recibir remesas. Por ejemplo, los datos de WorldRemit indican que en 2014, el 20,46 % de todas sus clientas utilizaba el dinero móvil como mecanismo de pago, mientras que solo lo hacía el 13,99 % de los hombres. En 2018, esto fue así para el 28,24 % de las mujeres que recibieron fondos a través de WorldRemit y para el 28,16 % de los hombres.

  • En primer lugar, el dinero móvil es significativamente más económico que los servicios de remesas en efectivo. Según la base de datos del Banco Mundial sobre los precios de las remesas, en junio de 2019 el costo medio de enviar remesas a todo el mundo fue del 6,84 %. Sin embargo, este promedio mundial enmascara acusadas diferencias entre regiones y, en este sentido, el África subsahariana sigue siendo la región más cara a la que enviar dinero, ya que los costos de las remesas superan el 15 % en muchos canales. En un estudio de la GSMA de agosto de 2017 se puso de manifiesto que el costo medio de enviar 200 USD utilizando el dinero móvil fue el 1,7 % de la transacción. Ello ilustra la importancia que puede tener el dinero móvil para respaldar la consecución de la meta 10.c de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Incluso cuando se incluyen los cargos por retirada de efectivo, el costo de enviar 200 USD es del 3,9 %, que sigue siendo considerablemente inferior al costo medio de enviar remesas a través de otros proveedores convencionales de servicios de remesas, como bancos y operadores de transferencia de dinero. Al aumentar la cantidad de dinero que va a parar a manos de las familias en los países receptores, el dinero móvil tiene un impacto directo en la reducción de la pobreza. De hecho, en los países en los que las remesas representan un 5 % o más del PIB, un aumento de las remesas del 10 % reduce el índice de recuento de la pobreza alrededor del 3,1 %.
  • El dinero móvil es especialmente eficaz para las remesas de bajo valor, en las que el ahorro con respecto a otros canales de remesas es más importante. En consecuencia, el valor medio de las remesas internacionales enviadas por medio de dinero móvil suele ser mucho inferior al de las enviadas a través de canales alternativos; asimismo, las transacciones también suelen ser más frecuentes. Mientras que la cantidad media de las remesas está en torno a 500 USD en todo el mundo, el valor medio de las remesas enviadas por medio de dinero móvil es de alrededor de 80 USD. Ello convierte al dinero móvil en el instrumento ideal para las trabajadoras migrantes.
  • El dinero móvil también ofrece más comodidad, privacidad y seguridad, que son características que las mujeres aprecian particularmente. Con el dinero móvil, las transferencias se pueden hacer desde cualquier lugar y en cualquier momento sin necesidad de acudir a un agente de un operador de transferencia de dinero o a una sucursal bancaria, y se reciben al instante. Esta característica es muy importante para las mujeres de mercados en desarrollo, que suelen disponer de menos tiempo y tener menos movilidad que los hombres. Al utilizar el dinero móvil, las mujeres pueden enviar y recibir remesas de forma independiente desde la seguridad del hogar, sin tener que preocuparse por que los agentes invadan su privacidad e informen a sus maridos, por ejemplo, de la frecuencia y la cantidad de sus transacciones. La mayor comodidad y privacidad del dinero móvil permite que las mujeres tengan un mayor control sobre su vida económica y contribuye a su empoderamiento.
  • Es interesante constatar que el uso del dinero móvil como canal de remesas parece estar propiciando que más mujeres reciban remesas directamente, a diferencia de los canales de remesas en efectivo. Las personas que utilizan los canales tradicionales de remesas en efectivo suelen enviar una remesa de gran valor al mes a una única persona, por lo general, un hombre, que luego distribuye la cantidad recibida entre varias personas. Con el dinero móvil, las personas envían más frecuentemente cantidades menores a un mayor número de receptores, incluidas las mujeres. Esto es importante porque recibir dinero directamente permite que las mujeres tengan mucho más control sobre el presupuesto familiar y es más probable que aumenten su empoderamiento económico y la toma de decisiones.

©IFAD/GMB Akash

El dinero móvil puede ayudar a acelerar la inclusión financiera, el empoderamiento económico y la reducción de la pobreza entre las mujeres.

La capacidad de recibir remesas en una cuenta de dinero móvil brinda la oportunidad de formar parte del ecosistema financiero digital y de acceder a un conjunto amplio y sofisticado de servicios financieros digitales más allá de las remesas. Las mujeres que reciben remesas en una cuenta de dinero móvil tienen la opción de almacenar los fondos recibidos de forma segura en su cuenta de dinero móvil o utilizarlos de otra forma, como hacer pagos digitales para comprar leche a un vendedor local o pagar las tasas académicas de sus hijos o las facturas de los suministros básicos. En Kenya, las remesas recibidas en una cuenta del sistema M-pesa se pueden reinvertir directamente para comprar bonos del estado a través de M-Akiba.

En muchos países, la disparidad de género es inferior con el dinero móvil que con los servicios financieros tradicionales; asimismo, el dinero móvil está ayudando a reducir dicha disparidad. El 65 % de las mujeres en todo el mundo tiene una cuenta, en comparación con el 72 % de los hombres. Esto significa que las mujeres tienen un 10 % menos de probabilidad de tener una cuenta financiera. Esta cifra alcanza el 24 % en el África subsahariana y Asia meridional. No obstante, en muchos otros, la disparidad de género en la propiedad de una cuenta de dinero móvil es inferior a la que existe en la propiedad de una cuenta bancaria. En Côte d’Ivoire, por ejemplo, es dos veces más probable que un hombre tenga una cuenta con una institución financiera que una mujer (el 19 % de propiedad para los hombres frente al 10 % para las mujeres), mientras que el 30 % de las mujeres tiene una cuenta de dinero móvil, en comparación con el 38 % de los hombres. En Kenya, el género no es una variable significativa a la hora de determinar el acceso a las cuentas de dinero móvil, aunque sí lo es para las cuentas de instituciones financieras convencionales.

Además de la inclusión financiera, el dinero móvil contribuye a reducir la pobreza de las mujeres. En el estudio de Tavneet Suri y William Jack en Kenya se constató que, desde 2008, el acceso a los servicios de dinero móvil aumentó los niveles de consumo diario por habitante un 2 %, entre los hogares kenianos, lo que contribuyó considerablemente a sacarles de la pobreza extrema. El consumo en los hogares encabezados por una mujer creció el doble que en los encabezados por un hombre, lo que sugiere que el dinero móvil beneficia a las mujeres de forma desproporcionada.

De cara al futuro, será fundamental crear un entorno reglamentario propicio en torno a las remesas por medio de dinero móvil, para que las mujeres puedan disfrutar plenamente de las ventajas de los canales de remesas digitales. La GSMA está dispuesta a apoyar a las partes interesadas para que colaboren con vistas a lograr este objetivo y acelerar el uso del dinero móvil entre las mujeres para enviar y recibir remesas.

Claire Scharwatt es la Directora de Políticas y Promoción de la GSMA, un organismo de comercio que representa los intereses de los operadores de redes móviles de todo el mundo.

El artículo se publicó originalmente en el sitio web de la GSMA.