La cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular pueden brindar soluciones al medio rural y reducir la pobreza y el hambre

Buenos Aires, 20 de marzo de 2019 – Para reducir la pobreza, mejorar la seguridad alimentaria y nutricional y hacer frente a los desafíos mundiales que suponen el crecimiento demográfico y el cambio climático, el mundo deberá aprovechar el poder de los intercambios entre los países del Sur Global, dijo Cornelia Richter, Vicepresidenta del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) a los delegados de la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Cooperación Sur-Sur.

“La cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular desempeñan un papel importante en lo referido a acelerar la aplicación de soluciones rurales que mejoren la seguridad alimentaria y nutricional, en particular debido a que muchos países del Sur Global tienen características climáticas, ambientales y económicas similares”, señaló Richter. “En consecuencia, las innovaciones y las tecnologías rurales concebidas en el Sur pueden adaptarse en otros países del Sur con mucha más facilidad y de manera mucho más apropiada que las diseñadas en y para el Norte”.

Cuarenta años después del Plan de Acción de Buenos Aires, en 1978, esta semana los líderes mundiales se dieron cita nuevamente en la capital de la Argentina para hablar sobre cómo avanzar hacia un futuro sostenible compartiendo conocimientos, tecnologías y competencias, potenciando el comercio y la inversión y fomentando el aprendizaje mutuo.

El avance sostenido que el Sur Global ha experimentado en decenios recientes en lo referido al tamaño de su población, sus resultados económicos y su peso político ha aumentado en la misma medida la importancia de la cooperación Sur‑Sur y la cooperación triangular. Pero al mismo tiempo, los desafíos también han aumentado. Hoy, casi 821 millones de personas padecen subalimentación crónica, principalmente en los países en desarrollo.

“El enorme potencial que ofrecen la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular en lo referido a la agricultura, la producción alimentaria y el desarrollo rural debe explotarse en una medida mucho mayor que la actual para que el mundo, y en particular los países en desarrollo, puedan enfrentarse con éxito a los desafíos del futuro”, expresó Richter. “En ese sentido, los proyectos y programas del FIDA, que promueven el intercambio de tecnologías y de conocimientos entre los países, desempeñan un papel clave. Los países en desarrollo también pueden cofinanciar proyectos y programas en otros países en desarrollo. Estamos trabajando para definir tales oportunidades e impulsar las iniciativas de cooperación Sur-Sur y de cooperación triangular de manera más sistemática”.

En el pasado, la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular consistían principalmente en compartir experiencia técnica, conocimientos y aptitudes sobre cuestiones como la ganadería, la salud, la elaboración de alimentos y el uso eficiente de los recursos hídricos. Hoy en día, la cooperación técnica también incluye el diálogo sobre la coordinación de políticas regionales y otras medidas gubernamentales que son cruciales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El FIDA promueve la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular como mecanismo clave para mejorar los medios de vida de los pequeños productores y de la población rural pobre ofreciéndoles recursos y soluciones de desarrollo pertinentes, específicas y rentables.

Durante la conferencia, que se conoce como BAPA+40, los organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma dedicados a la alimentación y la agricultura —la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el FIDA y el Programa Mundial de Alimentos (PMA)— organizaron numerosas actividades para promover el diálogo y definir qué acciones se necesitan para avanzar hacia un futuro en el que impere la seguridad alimentaria. En nombre de los organismos, Richter dio el discurso de apertura durante un acto inaugural el 20 de marzo.

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Comunicado de prensa n.º: FIDA/16/2019

Desde hace 40 años el FIDA invierte para empoderar a la población rural y ayudarla a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer la resiliencia. Desde 1978, hemos destinado 20 400 millones de dólares de los Estados Unidos en donaciones y préstamos a bajo interés a proyectos que han beneficiado a unas 480 millones de personas. El FIDA es una institución financiera internacional y una organización especializada de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. 

Encontrará más información sobre el FIDA en www.ifad.org/es