Orugas hambrientas amenazan los cultivos de Kenya: ¿es posible utilizar las plantas como solución natural para controlar las plagas?

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Orugas hambrientas amenazan los cultivos de Kenya: ¿es posible utilizar las plantas como solución natural para controlar las plagas?

Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

© G. Goergen, IITA

Los agricultores kenianos se enfrentan a una amenaza diminuta, pero destructiva: el gusano cogollero, o Spodoptera frugiperda. A pesar de su pequeño tamaño, esta oruga rayada de color gris verdoso causa estragos en la producción de cereales, y da la casualidad de que los tres cultivos básicos de Kenya —el maíz, el sorgo y el arroz— son sus preferidos.

El cambio climático está haciendo que aumenten las plagas de gusanos cogolleros, lo que puede tener efectos drásticos e perjudicar a la seguridad alimentaria.

Una solución vegetal para un problema vegetal

Por suerte, existe una solución sorprendentemente simple, sostenible y asequible. Gracias a las tecnologías de impulso y atracción, el cultivo de cereales se planta junto con una legumbre que repele la plaga (el cultivo de “impulso”), mientras que la hierba cultivada en los bordes del campo la atrae. Este “cultivo de atracción” facilita un entorno propicio para que el animal ponga sus huevos sin que las larvas lleguen a desarrollarse.

Este enfoque biológico para el control de plagas no solo reemplaza el uso de productos químicos nocivos, sino que también mejora la fertilidad del suelo gracias a la capacidad de fijación de nitrógeno de las legumbres. A su vez, las legumbres suponen una fuente adicional de alimentos para las personas, mientras que la hierba puede utilizarse para alimentar al ganado.

¿Funciona?

En respuesta a los crecientes brotes de enfermedades y plagas, el Programa de Mejora de la Producción de Cereales en Kenya – Modalidad de Fomento de Medios de Vida Agrícolas Resistentes al Cambio Climático (KCEP-CRAL), respaldado por el FIDA, promueve el uso de prácticas agrícolas innovadoras y sostenibles para ayudar a los agricultores a combatir los efectos del cambio climático y, al mismo tiempo, mejorar la producción de cereales y legumbres.

En asociación con la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenya (KALRO), el KCEP-CRAL puso a prueba la eficacia de la tecnología de impulso y atracción para controlar los gusanos cogolleros en diferentes contextos agroecológicos.

Así, se constató que los frijoles dólicos (Lablab purpureus), autóctonos y tolerantes a la sequía, constituyen un cultivo de impulso eficaz, pues redujeron la población de gusanos cogolleros del maíz en un 40 %. Este tipo de legumbres pueden utilizarse en sustitución de otros cultivos más caros y difíciles de encontrar.

Difusión de esta solución entre los agricultores

A lo largo de 2019, el KCEP-CRAL llevó a cabo demostraciones de la tecnología de impulso y atracción en distintas explotaciones agrícolas con el objetivo de promover dicha tecnología entre los pequeños agricultores. Para 2022, 600 agricultores de las zonas abarcadas por el programa habían adoptado esa práctica, lo que demuestra que los pequeños productores están dispuestos a invertir en nuevas tecnologías si estas son fáciles de aplicar y brindan una alternativa más barata y beneficiosa.

Mientras la comunidad internacional busca soluciones sostenibles frente al cambio climático y sus efectos, las tecnologías de impulso y atracción constituyen una solución demostrada, natural y eficaz para controlar las plagas y, al mismo tiempo, mejorar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. Es más, este tipo de tecnologías promueven la biodiversidad pues mejoran la fertilidad del suelo, utilizan plantas autóctonas y reemplazan el uso de productos químicos perjudiciales.

Esta simple solución tiene el potencial de transformar el control de plagas y, a su vez, proteger la seguridad alimentaria en África Subsahariana.

Consulte más información sobre la labor del FIDA en Kenya.

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