Allanando el camino para el futuro: jóvenes pakistaníes de zonas rurales

En lo profundo de la región montañosa del norte de Pakistán se encuentra el pintoresco pueblo de Minimarg. A casi 200 kilómetros de Gilgit, la capital de la región, sólo se puede acceder a Minimarg a través del Paso de Burzil, de 4 000 metros de longitud.

Durante decenios, la comunidad de Minimarg estuvo aislada de la sociedad, sobre todo los numerosos jóvenes que habitan la región. La región es un reflejo del elevado número de jóvenes que residen en el país, donde el 60 % de los habitantes es menor de 30 años. Estos se enfrentan a niveles elevados de desempleo y pobreza, que se deben a la falta de formación técnica, las limitadas inversiones del sector privado y los escasos servicios de financiación rural.

Fomentando la empleabilidad de los jóvenes

En 2015 se puso en marcha el programa Iniciativa de Transformación Económica de Gilgit-Baltistán (ETI-GB). Financiado por el FIDA y el Gobierno del Pakistán, dicho programa tiene por objeto aumentar los ingresos de los pequeños agricultores de la región. El programa está dirigido específicamente a los jóvenes, con vistas a desarrollar sus habilidades para generar ingresos y aprovechar el enorme potencial de la región en términos de agricultura, infraestructura y desarrollo territorial.

Una de las actividades del programa consistió en la creación del Grupo Juvenil de Construcción, destinado a brindar un empleo remunerado a los jóvenes. Los asociados comunitarios y el personal del programa seleccionaron a un grupo de jóvenes desempleados que habían abandonado sus estudios secundarios o que procedían de algunas de las familias más pobres. Esos jóvenes fueron agrupados y recibieron capacitación en materia de construcción. Tras la formación impartida, se les proporcionaron las herramientas necesarias para conseguir un trabajo en los planes aprobados o en proyectos conexos relacionados con otros ámbitos. En la actualidad, 228 jóvenes han recibido capacitación en el Instituto de Tecnología Aplicada de la NLC (ATIN) en Islamabad y Gilgit-Baltistán. Los once cursos impartidos en materia de construcción estuvieron certificados y acreditados por la Autoridad Nacional de Capacitación Técnica y Profesional (TEVTA).

Allanando el camino

Además del Grupo Juvenil de Construcción, los jóvenes se beneficiaron de otras intervenciones puestas en marcha por el programa. Hasta la fecha, 4 000 mujeres y hombres han recibido capacitación en diversas prácticas agrícolas. Más de 80 graduados han accedido a pasantías formativas en las oficinas del programa. Asimismo, 870 jóvenes han sido contratados en sus aldeas para trabajar en los planes de desarrollo de la infraestructura, que han inyectado USD 22 millones en la economía rural.