Promover sistemas agroalimentarios sostenibles para combatir el cambio climático

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Promover sistemas agroalimentarios sostenibles para combatir el cambio climático

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©FIDA/Francesco Cabras

En el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, disponible solo en inglés) de este verano, publicado antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CP26), se presentó una seria advertencia sobre los efectos del cambio climático. El calentamiento global ya está contribuyendo a muchos de los cambios que se observan en lo que refiere a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos —sequías, lluvias intensas e inundaciones—, desplazando los tiempos de siembra y cosecha y afectando a los sistemas agroalimentarios y a las comunidades que dependen de ellos. Además, según el informe, se prevé que las temperaturas mundiales sigan aumentando. A menos que se reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre, la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos aumentarán, con graves repercusiones para la agricultura y la seguridad alimentaria mundial.

Ante este sombrío panorama, está claro que no se podrán lograr avances sin la participación activa de China. Este país es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y la fuente de más de una cuarta parte de todos los gases de efecto invernadero que se producen a nivel mundial.

China es consciente de su función en el esfuerzo mundial dirigido a reducir las emisiones y hacer frente al cambio climático, y de su responsabilidad de liderarlo. En la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2020, el Sr. Xi Jinping, Presidente de China, señaló que su país llegaría al máximo de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y que lograría la neutralidad a ese respecto de aquí a 2060. Poco después, en diciembre de 2020, China anunció nuevas metas para las contribuciones determinadas a nivel nacional, que se mejoraron respecto de sus metas anteriores relativas a la proporción de combustibles no fósiles y a la intensidad de carbono y entre las que se añadió una nueva meta en relación con la capacidad de energía renovable.

Sin embargo, el ambicioso objetivo de China de alcanzar la neutralidad respecto de las emisiones de carbono para 2060 no puede lograrse únicamente con una transición a un sistema energético con bajas emisiones de carbono. También hay que considerar reducir las emisiones de los sistemas agroalimentarios y aprovechar el potencial de los pastizales, humedales y bosques como sumideros de carbono.

Según el informe China and Global Food Policy Report 2021 (China y las políticas alimentarias mundiales 2021, disponible solo en inglés), las emisiones derivadas de los sistemas agroalimentarios de China representaron menos del 10 % del total de las emisiones del país en 2018. Con todo, las emisiones de los sistemas agroalimentarios son elevadas en términos absolutos y vienen aumentando desde 1990.

En la actualidad, las emisiones derivadas de las actividades agrícolas representan alrededor del 70 % de las emisiones de los sistemas agroalimentarios del país. Esta parte de las emisiones podría reducirse notablemente mejorando las tecnologías agrícolas, por ejemplo, reduciendo el uso de fertilizantes químicos, promoviendo pesticidas ecológicos, mejorando la gestión de la producción ganadera y adoptando otras tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles. En el informe se estima que, de combinarse estas medidas con cambios en los hábitos alimenticios, las emisiones derivadas de los sistemas agroalimentarios podrían reducirse en cerca del 50 % para 2060, con lo que se contribuiría de forma significativa a la reducción total de emisiones del país.

Algunos otros enfoques eficaces en función de los costos con los que reducir emisiones son introducir cambios en el uso de la tierra y recurrir a la actividad forestal como sumidero de carbono. Según el informe, el almacenamiento de carbono por medio de terrenos forestales, tierras agrícolas, pastizales y humedales podría compensar casi por completo las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas agroalimentarios de aquí a 2060.

El FIDA lleva mucho tiempo prestando apoyo a China en esta empresa. Con el Programa de Reducción de la Pobreza en el Sur de Gansu, por ejemplo, se introdujeron una serie de medidas destinadas a restaurar los ecosistemas degradados, incluso mediante la reforestación y la rehabilitación de pastizales. Del mismo modo, con el Programa de Reducción de la Pobreza y Conservación Ambiental en Ningxia y Shanxi, se ayudó a mejorar la capacidad de sumidero de carbono en las zonas del proyecto mediante la rehabilitación de casi 13 000 hectáreas de pastizales y el desarrollo de más de 7 000 hectáreas de terrenos forestales o su protección. Además, con el Proyecto de Reducción de la Pobreza en la Zona Montañosa de Liupan en Qinghai, se ayudó a contrarrestar la desertificación mediante el cultivo de 4,4 millones de plántulas en el marco de un programa provincial de reforestación. Con la realización de otros proyectos en otras provincias, también se ha contribuido a potenciar la capacidad general de sumidero de carbono del país.

La importancia de invertir en la reforestación y en tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles fue subrayada en un reciente estudio de la consultora McKinsey (disponible solo en inglés), en el que se sugiere que las inversiones en los sistemas agroalimentarios tienen el potencial de reducir alrededor del 20 % del total de las emisiones mundiales de aquí a 2050. En el estudio se confirma la importante función que puede desempeñar la agricultura a la hora de generar soluciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la importancia de invertir en esas prácticas y tecnologías.

Además, la Comisión Mundial sobre la Adaptación ha estimado que una inversión de USD 1,8 billones en agricultura y tecnologías “climáticamente inteligentes” podría generar unos USD 7,1 billones en concepto de gastos que podrían evitarse y beneficios sociales y ambientales.

Estamos convencidos de que se trataría de dinero bien invertido.

 

Una versión de este artículo de opinión apareció por primera vez en el sitio web de China Global Television Network el 3 de noviembre de 2021.

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